Las crisis desde la lucha de clases: Deconstruyendo el discurso fascista

Las crisis desde la lucha de clases: Deconstruyendo el discurso fascista / Álvaro Soler Martínez:

Las épocas de crisis sacan a la palestra las diferentes explicaciones que a lo largo de la historia las ciencias sociales han utilizado para explicar la realidad social. Discursos y conceptualizaciones que ofrecen una explicación fuera del marco liberal/económico del mundo social entran con fuerza y vigencia en la actualidad.

Últimamente se habla mucho sobre la crispación y confrontación que está generando la crisis del Covid, sin embargo, ya habían pensadores desde Maquiavelo, Rouseau o Marx que plantearon la confrontación para entender la realidad social. Marx añadió a esto una dimensión más, reconociendo la lucha de clases como motor de avance histórico en nuestras sociedades.

Las ideas de Marx han sido criticadas, malinterpretadas y muchas veces ampliadas, rectificadas o matizadas, en mi opinión en ocasiones con gran acierto. No obstante, sería absurdo negar la evidencia e importancia de la conceptualización de las clases sociales para entender nuestra sociedad.


 
Sociólogo y pensador italiano del S.XX. Reformuló la teoria de Marx con el concepto de hegemonía ,el cual, se centraba en los aspectos culturales y como estos eran claves para entender la lucha de clases y el dominio de la clase capitalista frente a la clase obrera.

Actualmente, observamos protestas de carácter derechista en contra de la gestión del gobierno a la crisis del Covid, frente a estas protestas, se ha alzado una crispación por parte de los sectores sociales afines a la izquierda. Es obvio que los intereses representados por las protestas contra el gobierno están ligados a los intereses de las clases altas españolas, una evidencia clara de esto es que el surgimiento de estas manifestaciones tienen su origen en los barrios más pudientes de la capital madrileña y se ha reproducido con el mismo patrón en otras capitales.

La crisis como espacio para la confrontación

Cuando se produce una crisis en cualquier sociedad se abre la oportunidad perfecta para una confrontación, ya que surgen preguntas y planteamientos que en época de bonanza o estabilidad social no se plantean con tanta intensidad. Cuando a la gente se le desahucia, no se le da oportunidades laborales, se le explota y en general se empeora su nivel de vida las preguntas surgen por pura necesidad ¿por qué y a causa de qué o quién está pasándome esto?


Bueno, en la crisis de 2008 sabemos la respuesta, unas políticas neoliberales atroces, un capitalismo de casino especulador, saqueador y sin escrúpulos nos llevó a la quiebra financiera cuando las burbujas financieras explotaron. Esto, ligado a la conexión mundial de las finanzas debido a la globalización, provocó rápidamente una crisis mundial. Las consecuencias las pagaron los de siempre, la clase obrera. De esta forma, los estados y sus medidas económicas flexibilizaron la economía hasta límites nunca vistos, se recortó en derechos laborales, se sumió al trabajador en una ajuste de cinturón que costaría mucho sufrimiento, incluso vidas ,y, además se siguió justificando el sistema a través de la ideología neoliberal. Se siguió agrandando la imagen del empresario/emprendedor y empequeñeciendo la del obrero, y, se justificó todo esto bajo el mito de la meritrocracia rancia proveniente de la falacia absurda del sueño americano, la cual, nos viene a decir a groso modo "tu posición social es equivalente al esfuerzo que tú hagas, todo lo demás son excusas".

Multitud de intelectuales de gran renombre criticaron esta gestión, tanto desde las ciencias económicas como sociales o jurídicas. Sin embargo, el poder del capital ganó ampliamente el discurso en todo el globo. El PSOE de Zapatero con recortes en educación o sanidad inició una época oscura para la clase obrera española, el proceso acabó de dinamitarse con el Partido Popular, que se dedicó a implantar medidas neoliberales de flexibilidad económica en favor de las empresas y en detrimento del trabajador, realizando una reforma laboral más que agresiva frente a los derechos laborales. Evidentemente, todo esto sumado a su gran orgía de corrupción que da para otro artículo aparte.

En resumen, en la última crisis ya tuvimos una confrontación, perdieron los trabajadores y las personas más vulnerables, pero no olvidemos que siempre que hay un perdedor hay una contrapartida vencedora, en este caso las clases privilegiadas españolas aumentaron su riqueza frente a las clases más pobres. Es decir, mientras el país se envolvía en el discurso de los recortes y la penitencia inevitable de la crisis, los ricos se enriquecieron aun más a costa de los pobres.

Concentración multitudinaria en Madrid - 15M
 
De esta forma, en el contexto de crisis de 2008 surgieron discursos de cambio que fueron expresados a través de movimientos sociales como el 15 M, una nueva manera de hacer política y una desplazamiento del enfoque económico/liberal de regir la sociedad a favor de otros enfoques socialistas, marxistas, feministas o ecologistas, muchos de ellos anticapitalistas en sus preceptos. Como fruto final surgieron partidos como el Partido X o Podemos que inició sus andaduras presentándose a las elecciones europeas.

Una nueva crisis como continuación de una disputa que nunca acaba

En la crisis del Covid encontramos una nueva brecha y confrontación social, las secuelas de la crisis del 2008 aun siguen vigentes en nuestra sociedad, la clase trabajadora es más pobre y precaria y los discursos que surgieron en el 15 M siguen vigentes y en confrontación con las viejas premisas políticas del bipartidismo español. Además, los movimientos feminista y ecologista han entrando con mayor fuerza si cabe en el espacio público, proponiendo alternativas de actuación política, nuevos puntos de vista y en general nuevas maneras de enfoque en todos los ámbitos comunitarios y sociales.

En España, las clases privilegiadas han iniciado su propia contraofensiva a estos discursos y en cierto modo el resultado ha sido eficaz. La ultraderecha ha entrado fuertemente en las instituciones públicas en el último año. En gran parte, su discurso se basa casi exclusivamente en deconstruir los discursos alternativos al status quo: Niegan el feminismo y preceptos tan básicos como la violencia de género, niegan el cambio climático y el ecologismo y por supuesto niegan las concepciones marxistas/socialistas de la lucha de clases y el movimiento obrero.

Pero esto no es nuevo, los ricos cuando protestan no lo hacen para salvaguardar o obtener derechos, sino para preservar sus privilegios, su posición es moralmente cuestionable y esto los hace endebles en el discurso argumentativo profundo; Las mujeres sufren de exclusión social, maltrato y violencia de una manera estructural, los inmigrantes también(y no tienen trato de favor) y la clase trabajadora(no somos unos vagos que solo queremos paguitas), factores estructurales que se entrecruzan y que son transversales en el funcionamiento y explicación de nuestra sociedad, además, apoyados por prácticamente la totalidad de la Ciencia Social objetiva.

Lo que tampoco es nuevo es que la ideología fascista defienda los intereses de los ricos, el surgimiento del fascismo tiene su génesis en el capitalismo, es la expresión de dominación más extrema del sistema para defender sus intereses. Lo primero que tenemos que tener en cuenta sobre los fascismos es su capacidad de adaptación a las situaciones socio/políticas. Su lógica se basa en discursos que abogan por lo irracional y la negación de la realidad. En primer lugar, niegan la lucha de clases y en segundo lugar, inventan un chivo expiatorio: en el caso de la Alemania Nazi eran los judíos, en la España franquista los "Rojos", en los fascismos europeos actuales los inmigrantes africanos, principalmente musulmanes, para Trump por ejemplo, el foco de atención inculpatoria se arroja hacia los latinos.

En España en la actualidad tanto Vox, PP como Ciudadanos han usado esta lógica, sobre todo utilizando de chivo expiatorio a los inmigrantes de origen islámico y a las propias nacionalidades no españolas existentes dentro del país como Catalanes o Vascos. Además, Vox ha iniciado una cruzada sin precedentes contra el movimiento feminista, llegando incluso a negar la existencia de la violencia de género (añadir que también ponen en duda el cambio climático).

De esta manera, nos encontramos con una amalgama de contradiscursos que lo único que buscan es culpar a un "otro" ficticio sobre las problemáticas sociales, económicas y políticas. Por tanto, no es de extrañar que quien comparte estos preceptos tan irracionales, intolerantes y alejados de la realidad haga cosas irresponsables, ya sea como político; robando, extorsionando, mintiendo, malversando,generando odio, intolerancia ... o como ciudadano; no respetando el estado de alarma y poniendo en peligro la vida de otras personas. Es algo evidente, la derecha, ligada al fascismo en este país de una manera más que sutil no entiende de solidaridad, ni de comunidad y es por que ellos son los malos(y los que no tienen razón), es así, son los que fusilaban en el paredón y llenaron las cunetas de republicanos, los que torturaban, los que dieron un golpe de estado y tumbaron una república democrática, también son hoy en día los que no aceptan la libertad sexual, ni la libertad de la mujer, ni el respeto por nuestro medio ambiente, ni las culturas nacionales alternativas a la suya, ni a los inmigrantes y sobre todo no aceptan a los que no son de su clase social.

La clase obrera siempre oprimida y participe de su opresión

Sin duda es un hecho, la clase obrera participa en sus discursos y engrosan las filas de sus votantes. Hemos perdido una y otra vez, estamos sometidos en el plano cultural, con unos medios de comunicación y una industria cultural que rozan las mejores novelas distópicas de Huxley, Philip.K.Dick o Orwell.

El pensamiento crítico y la conciencia de clase se ha esfumado a causa de todo el bombardeo capitalista/neoliberal. La clase obrera se ha incorporado de lleno al sistema como un engranaje más que acepta su situación de dominación, que no solo la acepta sino que es participe directa de ella dando su voto a partidos que defienden intereses antagónicos. Los trabajadores hemos entrado al sistema mediante la seducción de los medios de consumo, el ocio y el estado del Bienestar. Ahora llega una oportunidad de intentar cambiar las cosas, habrá confrontación, seguro y en mano de nosotros está la de posicionarse de un lado o de otro, que no os engañen con las premisas de centrismos, status quo y poner la otra mejilla porque nos joderán otra vez, los fascistas no tienen piedad, es más, no tienen humanidad y para saberlo tan solo hay que abrir los libros de historia.


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