Coincidiendo con el 14 de junio, día de la memoria de Andalucía, la guía contiene un catálogo de los espacios propuestos por la organización para su designación como Lugar de Memoria de Andalucía
CGT.A publica una guía de Lugares de Memoria de Andalucía
Victoria César
Los “lugares de la memoria” pueden encontrarse en casi cualquier
parte aunque, en muchas ocasiones, no sepamos reconocerlos. Se sitúan en
espacios donde permanece el recuerdo vivo de la historia reciente, una
historia que sigue siendo relevante en la actualidad. Los sitios que
simbolizan la brutalidad de la dictadura y la represión franquista
guardan memorias de un pasado que tiene mucho que ver con la
configuración de nuestro presente.
Su reconocimiento oficial, al igual que su señalización y difusión con fines culturales, están amparados legalmente (por la Ley de Memoria Histórica y Democrática de 2017,
el I Plan de Memoria Democrática 2018-2022, etc.). Por desgracia, con
la “burocratización de la memoria” y el cambio de gobierno en la Junta
de Andalucía, los ritmos ya de por sí lentos de la administración se han
tornado en una parálisis de facto. El reconocimiento oficial de estos
lugares, aunque importante, supone apenas el primer paso en el proceso
de recuperación de la memoria asociada a ellos, al que le siguen
cuestiones como la señalización, dignificación (exhumación en el caso de
las fosas), conservación y divulgación.
La lentitud y falta de
interés de la administración andaluza no impide que las organizaciones
memorialistas sigan trabajando. Así, el grupo de trabajo Recuperando la
Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA_CGT.A) ha elaborado y
comenzado a difundir su propia Guía de Lugares de Memoria de Andalucía, en la que aparecen las 35 propuestas que la organización, desde 2011, ha presentado a la Junta.
En el sitio web del proyecto Todos (…) los nombres,
desde donde puede descargarse el archivo, declaran “pretender que se
conozca nuestro compromiso, pero también que sirva para que las
asociaciones memorialistas, ya sea solas o junto a otras entidades, se
animen y presenten propuestas a la Junta de Andalucía”, así como a que
lo anuncien públicamente, dado que la administración nunca ha dado a
conocer las candidaturas.
Una guía de 35 lugares que simbolizan heridas de la memoria colectiva
De
las 35 propuestas que RMHSA_CGT.A ha presentado a la Junta (3 de ellas
en conjunto con otras entidades), tan solo 8 han sido aceptadas hasta el
momento: la Cárcel de mujeres de Málaga,
donde se llevaron a cabo estudios para determinar “qué malformación
llevaba al marxismo”; la Fosa común de las mujeres de Grazalema, donde
fueron enterradas 14 mujeres y 1 niño; las Fosas del Barranco de El
Carrizal en Órgiva, que podría acoger a unos 5.000 cadáveres; el Canal
de los Presos de Peñaflor a Lebrija, construido por presos políticos en
trabajos forzados durante más de veinte años; el Cuartel de la Capitanía General en la Plaza de la Gavidia de Sevilla, sede militar donde se instaló Queipo de Llano tras el golpe de estado; el Campo de concentración de la Isla Saltés,
que albergó a entre 3.000 y 7.000 personas; la Aldea El Membrillo Bajo
de Zalamea la Real, donde en 1937 tuvo lugar una severa acción represiva
a causa de históricas reclamaciones de los terrenos comunales; y, por
último, la calle Diamantino García en Sevilla, donde en 1978 Francisco
Rodríguez Ledesma cayó herido mientras volvía del trabajo por el disparo
de un policía de la Brigada Político-Social, muriendo tras cinco meses
en la UCI.
Los 27 restantes son lugares con historias
tristemente similares, con predominio de las fosas comunes y los campos
de concentración, debido a la especial dedicación de RMHSA_CGT.A al
estudio del trabajo esclavo bajo la dictadura. En relación a la
necesaria autorización de la Junta para el trabajo sobre las fosas,
RMHSA_CGT.A advierte: “Si la Junta se arroga la exclusividad de exhumar
fosas y se prevén sanciones para las exhumaciones sin autorización, una
administración opuesta a las exhumaciones tiene en esta Ley la mejor
herramienta posible para impedir las exhumaciones”.
Queda (casi)
todo por hacer en materia de memoria histórica en Andalucía y el
trabajo de las entidades memorialistas, gracias a quienes se han
afianzado los primeros peldaños, no debe ralentizarse al ritmo de las
administraciones, sino que son las autoridades públicas las que
necesitan ponerse al día. El trabajo sobre la memoria implica la
definición de nuestro presente partiendo de cómo miramos al pasado. El
reto es importante y no es sólo trabajo de las organizaciones
memorialistas, sino que nos concierne a todos.
Fuente → elsaltodiario.com
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