"Instituto,
gloria a ti, por tu honor quiero vivir, viva España, viva el Rey, viva
el orden y la Ley, viva honrada la Guardia Civil". Así arranca el himno de la Benemérita. Sin embargo, a la luz de las informaciones publicadas en relación al polémico informe del 8-M, en el que incluso se manipularon testimonios de declaraciones, y muy especialmente, vista la poca preocupación por esclarecer esos hechos por parte de las asociaciones profesionales de la Guardia Civil uno se pregunta: ¿Vive honrada la Guardia Civil?
Dejen a un lado los ceses y dimisiones de los altos mandos de la Guardia Civil: por un lado, porque, dado su carácter de cargo de libre designación -lo que comúnmente llamos 'cargos a dedo-
tendrán un carácter eminentemente político, más o menos criticable,
desde luego; por otro, porque dada la profesionalidad y alto desempeño
del instituto armado de que presumen tanto las organizaciones
profesionales como las derechas, los relevos a los cesados/dimitidos
serán un honor para el cuerpo.
Apartado ese asunto del tapete, analicemos otra cuestión. ¿Por
qué ni las derechas ni, sobre todo, la propia Guardia Civil a través de
sus organizaciones profesionales, han mostrado la más mínima inquietud
por un informe tan cuestionable? Defender lo que consideran
destituciones injustas no debería ser incompatible con la autocrítica,
con la búsqueda de la verdad, con la exigencia de una rápida depuración
de responsabilidades.
Una de estas asociaciones, incluso, hasta hace un ingenioso juego de palabras asegurando que "no es cuestión de confianza, es cuestión de honor". ¿Qué honor hay en que quien nos debe proteger nos traiga desprotección? Porque, ¿puede haber mayor desprotección que la manipulación de testimonios de las personas que se prestan a ayudar?
Ni siquiera me referiré a las derechas y sus hinchadas que copan
estos días las redes sociales con su amor por la Guardia Civil, pues sus
fines no son precisamente románticos... pero sí lo haré con la
Benemérita, que aún puede rectificar. Si así lo desea, que continúe en
su cruzada de defensa de Pérez de los Cobos y compañía, es legítimo, pero debería comenzar a preocuparse un poco más porque la Benemérita no dé motivos para confiar en ella con informes como el remitido a la jueza Carmen Rodríguez-Medel. Vista su actuación polémicas previas, parece que cerrará filas sobre este asunto que empaña de nuevo su reputación. Ojalá me equivoque.
No hay comentarios
Publicar un comentario