Sánchez ha respondido sobre este asunto durante la rueda de prensa
ofrecida este sábado desde el Palacio de la Moncloa, tras ser preguntado
por una información de el diario El País de la que hablamos ayer, asegurando que, según declaró el gestor Arturo Fasana en 2018 al fiscal jefe del cantón de Ginebra, Juan Carlos I llevó a suiza en 2010 un maletín con 1,9 millones de dólares (1,7 millones de euros) que le había entregado el sultán de Bahréin.
Sánchez ha reconocido que ese tipo de informaciones no sólo tienen
impacto internacional, sino también una repercusión nacional «que es
grande y a la que el Gobierno no es ajena», si bien él se atiene a los
criterios de conducta, y de «ejemplaridad y transparencia» ya marcados
por el monarca. Pero no indica que tanto ese sultan como infinidad de
jeques de arabia han hecho mil y una reuniónes con los miembros de los
Borbones, que hasta ahora se habían mantenido en secreto.
A mediados del pasado mes de marzo, ya en pleno Estado de Alarma por
la pandemia de Covid-19, la Casa del Rey anució que Felipe VI renunciaba
a la herencia de Don Juan Carlos «que personalmente le pudiera
corresponder», así como que el Rey ‘emérito’ dejaba de percibir la
asignación que tiene fijada en los presupuestos de la propia casa Real.
Una operación de blanqueo que llega tarde.
Tomo esta decisión tras las informaciones que señalaban que el Rey
aparecía como beneficiario de dos fundaciones llamadas «Zagatka» y
«Lucum». Pero no antes. Lucum está investigada por
recibir una supuesta donación de Arabia Saudí de 65 millones de euros y,
según publica el diario británico ‘The Telegraph’, el Rey Felipe VI
figura como segundo beneficiario.
Fuente → lasrepublicas.com
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