
El 30 de abril, fecha en la que se conmemoraba el 75 aniversario de la muerte del genocida Adolf Hitler, la organización Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM), uno de los lobbies
israelíes en España, aprovechó para comparar al nazismo con el
antifascismo, asegurando que ambos movimientos tendrían un objetivo
común: “acabar con el pueblo judío”. Obviando lo absurdo de la
comparación –no es necesario explicar quiénes fueron los que acabaron
con el nazismo–, el tuit de la ACOM es solo una pequeña muestra más del rechazo del lobby israelí en España hacia todo lo que se denomine antifascista. Algo que podría tener que ver sus numerosos vínculos con la extrema derecha.
ACOM se define como una “asociación apartidista”; sin embargo, sus
predilecciones políticas están claras. A principios de marzo, la organización agradecía en Twitter a Vox ser un “baluarte” de los intereses de ACOM.
Ilustraban el twit con una foto de Ángel Mas, presidente de la ACOM,
junto a Iván Espinosa de los Monteros y Santiago Abascal. Utilizaron la
ocasión para denunciar “los intentos de descalificar a ese partido por
parte de aquellos en la ultraizquierda que quieren acabar con el Estado
Judío y y promueven normativas antisemitas”, volviendo a intentar
vincular a la izquierda con el antisemitismo. Pero iban más allá al
intentar desvincular Vox de la extrema derecha, haciendo parecer que
nada tenía que ver el partido de Santiago Abascal con la ideología
ultra: “y también los que desde la ultraderecha lanzan sus ataques
neonazis contra ellos”, terminaba el tuit.
Extraña, pues, que la ACOM no se hiciese eco de las diversas exclusivas de La Marea en las que este medio sacaba a la luz el pasado neonazi de varios miembros de Vox. Es más, la organización decidió bloquear a nuestro compañero Antonio Maestre,
autor de la mayoría de las informaciones, después de que este les
plantease la incongruencia que representaba apoyar a una formación cuyas
listas electorales estaban plagadas de candidatos de ideología totalitaria y antisemita.
Pero la ACOM no solo demuestra su afinidad con Vox, sino también con el sector neoconservador del PP: “La llegada a la presidencia del Partido Popular de Pablo Casado es motivo de optimismo para ACOM”, escribían en la web de la organización en julio de 2018
tras las primarias del PP. Asimismo, destacaban la participación del
joven político en diversos actos de la asociación, además de su
contribución como “miembro destacado” del Intergrupo de Amistad con
Israel del Parlamento Español: “Albergamos la esperanza de que en esta
nueva etapa, el PP pase de unas posturas dubitativas y equidistantes a
una abierta proximidad con el Estado de Israel que redundaría, sin duda,
en un beneficio para España”, solicitaban en la nota, mientras volvían a
señalar a partidos como PSOE y Podemos.
ACOM ha aprovechado cualquier oportunidad para intentar acusar a la
izquierda española de antisemita, valiéndose incluso de la mentira. Así,
Ángel Mas, presidente de la organización, aseguró a mediados de febrero
de este año que 58 ayuntamientos gobernados por la izquierda en España habían aprobado “no contratar a judíos”, según recoge el portal libremercado.com. Sin embargo, la campaña Espacios Libres de Apartheid Israelí (ELAI) no menciona ni a los “los judíos” ni a “los israelíes” en sus resoluciones, según Newtral,
sino que se refiere “al boicot a empresas que cooperen en la violación
de derechos humanos en Palestina y en la actividad en los asentamientos
ilegales en Cisjordania”. El propio Isaac Querub, ex presidente de la Federación de Comunidades Judías de España aseguró que las declaraciones de Ángel Mas eran “absolutamente mentira”: “[Mas] solo se representa a sí mismo”, aseguró entre risas.
Aznar como nexo de unión
“Bajo el liderazgo del expresidente del Gobierno español José María
Aznar, un grupo de alto nivel se reunió en París a mediados de 2010 para
lanzar un nuevo proyecto en defensa del derecho de Israel a existir”.
Así comienza la presentación de la fundación Friends of Israel en su web, como contó el periodista Adolfo Moreno en lamarea.com. Una organización que ejemplifica a la perfección la relación entre el lobby pro israelí y el sector neocon del PP, posteriormente integrado en parte en Vox. Pero vayamos por partes.
Tal y como se recoge en el Boletín Oficial del Estado del 22 de noviembre de 2010,
la Fundación Friends of Israel Initiative se inscribe en el Registro de
Fundaciones. Cuatro personas figuran como fundadores de la misma: Pablo Casado Blanco, Rafael Luis Bardají López, Carlos Bustelo García del Real y Enrique Gonzalo Navarro Gil.
Casado, actual presidente del PP, es un discípulo directo del Aznar
cuya elección en las primarias del partido gustó mucho a la ACOM como se
ha señalado anteriormente. Tal y como explicó el periodista Adolfo
Moreno, según la documentación oficial, Casado abandonó el patronato de
la fundación el 5 de junio de 2017, cuando ya llevaba dos años como
vicesecretario de Comunicación del PP de Rajoy.
Sin embargo, el miembro más destacado entre los cuatro es Rafael Bardají.
Asesor del Ministerio de Defensa con Aznar y con Mariano Rajoy –además
de ocupar diversos cargos en FAES y en el Real Instituto Elcano–, en
2018 decide dar un volantazo, abandonar el PP y llamar a la puerta de
Vox. Allí se ha convertido en una pieza esencial, miembro del Comité
Ejecutivo Nacional, y el nexo con la alt-right a nivel mundial, cultivando una buena relación con Steve Bannon, ex consejero de Donald Trump.
Finalmente, cierran la lista Carlos Bustelo y Enrique Gonzalo Navarro. El primero fue ministro de Industria y Energía con Adolfo Suárez, aunque ahora está integrado también en Vox. El segundo, menos conocido, es experto en el sector de Defensa.
La organización fundada por Ruiz Gallardón que ocupará el edificio de La Ingobernable
“Cuando sea el alcalde de Madrid los okupas de la Ingobernable van a
dejar de vivir a costa de los madrileños y se van a ir a su casa. En el
edificio municipal okupado de la calle Gobernador vamos a construir una biblioteca y un centro de salud. Se acabó el cuento”. En plena campaña electoral, el actual alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, aseguraba que desalojaría el edificio okupado
para destinarlo a albergar un centro de salud y una biblioteca. Sin
embargo, al conseguir en el poder, la realidad fue bien diferente.
Cumplió su promesa de desalojar el inmueble pero el destino del mismo en
nada se parecía a lo prometido.
En febrero de 2020, el Ayuntamiento de Madrid acordaba la cesión “inmediata” a la Fundación Hispanojudía con
el objetivo de levantar un museo judío, el principal objetivo de la
organización desde su constitución. En este episodio también destacaba
otro hecho: el fundador y actual vicepresidente de la Fundación Hispanojudía estaba ligado al Partido Popular.
Alberto Ruiz-Gallardón, ex presidente de la Comunidad de Madrid,
exalcalde de Madrid y ex ministro de Justicia con el PP, era el impulsor de la asociación que ha recibido la polémica cesión por medio siglo.
Gallardón pertenece a ese sector más conservador dentro de dicha
formación. Su polémica y retrógrada ley del aborto provocó su dimisión
en 2014.
Isaac Querub, ex presidente de Federación de Comunidades Judías de
España, se congratuló de la posibilidad de levantar en Madrid un Museo
Judío, aunque se desvinculó totalmente de la organización fundada por Gallardón:
“la Fundación Hispanojudía es una iniciativa absolutamente privada, en
nada tiene que ver con la Federación de Comunidades Judías de España o
con las Comunidades Judías de España”. La enésima prueba más de cómo la derecha y la extrema derecha se han hecho con el control de las organizaciones del lobby pro Israel.
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