El periodista Carlos Hernández estrena este viernes en abierto 'Los últimos españoles de Mauthausen y del resto de campos nazis', un documental en el que resume la historia de los 9.300 españoles y españolas que sufrieron los campos de concentración de la Alemania nazi a través de sus propios testimonios.
Carlos Hernández: "Los republicanos no hubiesen ido a campos de exterminio de no ser por la decisión directa de Franco" / ALEJANDRO TORRÚS:
"Si recordamos a los deportados, ellos nunca morirán". La frase es de la hija de un republicano español que sobrevivió al infierno de los campos de exterminio nazi y aparece en el documental Los últimos españoles de Mauthausen y del resto de campos nazis, del periodista y autor del libro con idéntico título Carlos Hernández.
La frase, de hecho, parece resumir a la perfección el leitmotiv que durante los últimos años ha llevado al periodista a investigar y a dar a conocer los nombres y las vidas de los 9.300 republicanos y republicanas que pasaron por los campos de concentración nazis. Y también, conviene no olvidar, de los cientos de miles que sufrieron los campos de Franco dentro de España.
Este viernes el investigador estrena el documental Los últimos españoles de Mauthausen, una obra basada en su investigación que resume a través de los testimonios de los supervivientes la historia de los miles de españoles y españolas que sufrieron los campos nazis, pero también la Guerra Civil española, el exilio, la II Guerra Mundial y un nuevo exilio.
"El documental pretende señalar con el dedo a los verdugos, a los responsables, que no fueron otros que Hitler y Franco. Estos españoles nunca hubiesen acabado en campos de concentración de no ser por la decisión directa de Franco", avanza el autor. La obra podrá verse este viernes, 1 de mayo a partir de las 20.15 en Youtube.
El documental concluye con la siguiente frase: "Si recordamos a los deportados, ellos nunca morirán. ¿Es este el leitmotiv que le ha llevado a hacer esta película?
Creo que ese leitmotiv aparece tanto en esta frase que mencionas como en la anterior, es decir, en las dos últimas frases del documental. Por un lado, está el sentimiento de que si los recordamos nunca morirán. Este era, precisamente, uno de los objetivos de los supervivientes: el dar testimonio y luchar para que se conozca la verdad y para que no se olvidara lo que fue el fascismo y el nazismo.
Pero hay una frase anterior que es exactamente igual de importante que la que tú mencionas. Es la advertencia que ya hacían también los deportados y que en este caso sale reflejada en el documental a través de la viuda de José Sáez Cutanda. La mujer dice que los más jóvenes tienen que estar vigilantes porque lo que les sucedió a ellos puede volver a ocurrir en el futuro.
Creo que esas son las dos ideas que resumen la razón de ser de este documental.
El documental también nos habla de las responsabilidades del régimen franquista y de Franco, en particular. Usted ha sido tajante en su investigación sobre la responsabilidad directa de Franco.
Sí. Así es. En un documental, obviamente, no se puede aportar tanta información, documentos y datos como sí hice en el libro. Pero sí que he querido que aparecieron las pruebas más relevantes. Por ejemplo, aportamos documentos para demostrar con absoluta claridad cómo las deportaciones, desde el principio, estuvieron controladas y coordinadas por el régimen de Franco junto a Alemania y que la Alemania nazi preguntaba a España qué hacer con los exiliados españoles que estaban en campos de refugiados en Francia o en campos de prisioneros de guerra. Y el resultado de este proceso ya lo conocemos: acabaron en campos de exterminio nazis.
¿Qué pruebas son?
Las he intentado resumir en tres. Por una parte, todas las que rodean el envío de 927 españoles en el llamado convoy de Angulema a Mauthausen, que es el primer convoy de civiles de Europa Occidental enviado a campos nazis en la II Guerra Mundial.
"Las deportaciones, de los republicanos estuvieron controladas y coordinadas por el régimen de Franco junto a Alemania"
El segundo grupo de pruebas es el que rodea la visita de Ramón Serrano Suñer y cómo fue tras ese momento cuando se ordenó a la Gestapo que sacara a los españoles de los campos de prisioneros de guerra, donde se respetaban los derechos humanos, y los enviaran a Mauthausen.
Y, por último, un tercer grupo que muestra que Franco tenía la capacidad de decidir quién podía vivir y quién tenía que morir en los campos de exterminio nazis. En el documental vemos cómo el régimen pidió la liberación de cinco deportados cuyas familias tenían contactos con la alta jerarquía franquista y que las autoridadez nazis atendieron al reclamo del régimen. Finalmente, solo pudieron liberar a dos porque tres ya habían fallecido, pero las autoridades alemanas atendieron las peticiones de Franco.
Me impactó mucho cuando en un momento del documental los supervivientes dijeran que no había que olvidar que el peor trato era el que recibían los judíos, que ellos sí que estaban mal.
El periodista Carlos Hernández
Es Juan Romero el que dice que cuando había judíos uno podía estar tranquilo porque la guerra era contra los judíos. Y eso lo recuerdan todos los supervivientes españoles. Te reconozco que a mí también me sorprendió cuando se lo escuché a decir con esa rotundidad a prácticamente todos ellos. La humildad de estos supervivientes llegaba a tal punto que minimizaban su sufrimiento al lado del de los fallecidos y, por supuesto, al lado del de los judíos.
No querían exagerar lo padecido en los campos ni tampoco su sufrimiento para venderse como una especie de mártires. Su honestidad les lleva a decir eso: 'cuidado, no se puede olvidar que los judíos lo pasaron todavía peor'.
Una vez finalizada la dictadura, la democracia española tampoco les rindió honores ni les rindió homenajes. ¿Cómo recibieron los supervivientes este trato?
Si hay una palabra que define esta reacción es la de resignación. Más que la indignación fue la resignación. Nunca les oí una palabra de desprecio hacia la democracia española. Nunca. Su sentimiento era el de la resignación. Recuerdo a José Alcubierre diciendo que si en España no habían hecho nada pues que qué le iban a hacer, que en Francia sí que lo habían hecho. pues no lo hicieron y qué le vamos a hacer y añadía que Francia sí que lo había hecho.
"La humildad de estos supervivientes llegaba a tal punto que minimizaban su sufrimiento al lado del de los fallecidos y, por supuesto, al lado del de los judíos"
Yo creo que les quedó un dolor profundo porque considero que aquello fue la última traición. Pero, aún así, nunca hablaron con rencor, desprecio u odio hacia la democracia. Lo que transmitían era el deseo de que, pese a todo, se conociera la verdad y la estudiaran los niños en las escuelas. Insistían mucho en la necesidad de que las nuevas generaciones de españoles conocieran la verdad y la estudiaran.
¿Y cómo vamos en la lucha por ese objetivo final? ¿Se conoce esta verdad histórica? ¿Lo están estudiando los niños?
Queda muchísimo camino por recorrer. Es cierto que hemos empezado a dar los primeros pasos. Durante 40 años de democracia se han dado unos pasos pequeñitos pero importantes por parte de ayuntamientos, algunas comunidades autonómicas y de asociaciones. Pero, en cambio, a nivel estatal, es impresentable que hasta 2019 no se haya reconocido el 5 de mayo como Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en campos de concentración nazis y que no haya sido hasta 2020 cuando se ha inaugurado el primer monumento de carácter estatal. En 2020. 75 años después de la liberación y más de 40 años después de la muerte de Franco.
Por tanto, hemos avanzado pero aún estamos en el principio del camino. Falta muchísimo por hacer. Sobre todo a nivel de difusión y de dar a conocer a mayores círculos de población la historia de los deportados españoles a los campos nazis. El Estado todavía no ha hecho su trabajo durante todos estos años para que esta verdad histórica aparezca en los libros del sistema educativo.
Fuente → publico.es
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