El
6 de marzo de 1939, la Flota Republicana partió de Cartagena hasta
Bizerta (Túnez). Las dotaciones tenían 2 caminos, un terrible exilio, o
entregarse prisioneros a los franquistas. El 26 de marzo el almirante
franquista Salvador Moreno salió en el destructor «Ciscar» rumbo a
Bizerta, donde el día 30 le fueron entregados los buques Republicanos.
La inmensa mayoría de los 55 miembros del Cuerpo General, así como más
de la mitad de los 4.200 marinos que habían partido con la flota
Republicana a Bizerta eligieron el exilio.
Sumando a los Consejos de Guerra de Cartagena las actuaciones
en otras plazas, en total se ejecutaron entre 1936 y 1939 a 16 jefes y
oficiales de la Armada por oponerse a la sublevación ordenada en apoyo
del golpe de estado:
– Contralmirante Camilo Molins Carreras. Jefe Base Naval de Cartagena. Fusilado en 1939.
– Contralmirante Antonio Azarola Gresillón, jefe de la Base Naval de Ferrol, fusilado en Ferrol en 1936.
– Capitán de navío Juan Sandalio Sánchez Ferragut. Comandante del «Almirante Cervera». Fusilado en Ferrol en 1936.
– Capitán de fragata Tomás Azcárate García de Lomas. 2º Comandante del «República». Fusilado en Cádiz en 1936.
– Capitán de fragata Manuel Guimerá Bosch. Disponible forzoso en Larache, fusilado en 1936.
– Capitán de corbeta Francisco Biondi Honrubia. Comandante del «Lauria», fusilado en1936.
– Teniente de navío Carlos Soto Romero. Comandante del tropedero T-17, fusilado en 1936.
– Teniente de navío Luis Sánchez Pinzón. Fusilado en 1936.
– Teniente Coronel Benito Sacaluga Rodriguez. Jefe de los Servicios de Máquinas de la Flota, fusilado en Cartagena en 1939.
– Comandante Manuel Sancha Morales de Infantería de Marina en Cádiz. Fusilado en 1936 sin actuacion judicial.
– Capitán Enrique Paz Pinacho. Infantería de Marina en Cádiz. Fusilado en 1936 sin actuacion judicial.
– Comandante Diego Baeza Soto. Infantería de Marina en Cartagena. Fusilado en Cartagena en 1939.
– Comandante de Intendencia de la Armada Antonio García Moles. Asesinado extrajudicialmente en San Fernando en 1936.
– Teniente del Cuerpo de Sanidad de la Armada Antonio Martin Yarza del «Lauria». Fusilado en San Fernando en 1936.
– General auditor del Cuerpo Jurídico Fernando Berenguer de las Cagigas, fusilado en el Camp de la Bota, Barcelona,en 1939.
– Capitán de corbeta Horacio Pérez y Pérez. Jefe del Estado Mayor de la Flota Republicana. Fusilado en Valencia en 1939.
En 1939, la auditoría militar franquista de Cartagena informaba
de más de 450 procesos a jefes, oficiales, suboficiales y auxiliares de
la Armada Republicana. Los consejos de guerra se nutrían de delaciones,
a menudo por revanchismo, uno de los instrumentos del terror
franquista. Los franquistas realizaron 176 fusilamientos en Cartagena
entre abril de 1939 y enero de 1945, de los cuales 2 terceras partes
fueron marinos, oficiales y suboficiales de los Cuerpos Patentados y
Auxiliares y marineros; la otra tercera parte eran civiles,
trabajadores, profesionales y funcionarios. Las ejecuciones se
realizaban inmediatamente, sin posibilidad alguna de apelación, sin
informar a la familia del condenado; los asesinados iban a parar a una
fosa común del Cementerio de los Remedios de Cartagena.
Seis oficiales fueron condenados a cadena perpetua y 51 a otras
penas de prisión. Las condenas a muerte y prisión eran por los delitos
de “rebelión militar” y “alta traición”, paradójicamente dictadas y
ejecutadas por los únicos que se rebelaron y traicionaron a España. No
menos de 1.733 jefes, oficiales y suboficiales del Ejército y la Marina y
las Fuerzas de Seguridad, profesionales (616) y no profesionales
(1.117) fueron expulsados de las Fuerzas Armadas después de la guerra,
la mayoría de ellos exiliados o en paradero desconocido.
Documentos: Benito Sacaluga en El Ciudadano y en Benito Sacaluga Rodríguez. Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores
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