Declaración de Trabajadoras Andaluzas (TA) en defensa de la República
 
Declaración de Trabajadoras Andaluzas (TA) en defensa de la República: Desde Trabajadoras Andaluzas – TA ante la reivincación de la bandera monárquica del Reino de España por parte de distintos líderes políticos del espectro de la izquierda política queremos señalar nuestra más firme oposición y petición de rectificación urgente ante esta estrategia no sólo errónea sino en todo punto macabra y liquidacionista de la oposición real al régimen actual.

Nos encontramos ante un siniestro intento por reescribir la historia en base a la resignificación de los símbolos que en pugna han mostrado la resistencia ideológica en los pueblos del Estado Español.

En años de lucha hemos visto como la bandera monárquica nunca estuvo al lado del pueblo ni fue sacada por el pueblo para abanderar ninguna lucha de liberación.

Frente a ella, las banderas de los distintos pueblos, de la República Española, de anarquistas, la bandera roja Comunista…

La bandera roja y gualda es recuperada en el contexto de lucha fascista contra la República Española y posteriormente asumida por la dictadura de Franco.

En la transición se mantiene, junto con el rey, los altos mandos militares y policiales, la judicatura y demás instrumentos del Estado precisamente para sostener en lo simbólico el atado y bien atado del Régimen franquista.

La bandera monárquica, por tanto, es el símbolo básico que muestra el continuismo político, social y económico del actual régimen, conocido como Régimen del 78.

En Trabajadoras Andaluzas, nos encontramos militantes que desde distintas experiencias hemos conocido la lucha antes y después de la muerte del dictador y consideramos una ofensa a nuestra lucha y la de nuestros compañeros reivincar un símbolo manchado con nuestra sangre, la sangre de miles de luchadores y trabajadores en más de 80 años en la historia.

Igualmente entendemos un error tratar de blanquear un símbolo con semejante carga ideológica y consideramos que sólo puede deberse a un interés por liquidar todo recuerdo y toda acción de lucha disidente con este régimen.

Es la sangre de nuestros compañeros y compañeras derramada en lucha por la libertad lo que se está vendiendo en este juego donde parece que algunos desean un protagonismo especial en una segunda transición que acabe por liquidar la acción y la lucha de los pueblos trabajadores.

Estos días que se está visibilizando de forma interesada la actitud irresponsable y reaccionaria del franquismo social en este Estado. Que estamos viendo como las fuerzas del orden trabajan para sus dueños permitiendo que puedan salir a enfermar a la clase trabajadora mientras continúan la represión directa contra nuestra clase.

Qué estamos viendo como se permite a rentistas exigir reabrir su débil economía turística mientras se condena a los trabajadores a ERTES, ERES, ayudas que no llegan, despidos que no existen en la formalidad por el auge de un modelo que potencia el trabajo en la economía sumergida.

Lo último que necesitamos es además perder nuestros símbolos con la intención macabra de llamarnos a una nueva “Reconciliación nacional” que en un contexto de lucha de clases sólo supondrá dar a la clase trabajadora como banquete para saciar un nuevo proceso de acumulación capitalista tras esta crisis sanitaria y económica.

En este contexto consideramos que la exigencia mínima debería ser una unidad política contra el fascismo, que en el estado español significa contra su régimen, el Régimen del 78 y las estructuras en las que se sostiene como la OTAN o la Unión Europea, organismos al servicio del imperialismo.

TRABAJADORAS ANDALUZAS-TA


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