Piazzale
Loreto de Milán, 29 de abril de 1945. Colgados de izquierda a derecha:
Nicola Bombacci, Benito Mussolini, Claretta Petacci, Alessandro Pavolini
y Achille Starace (Foto: Vicenzo Carrese)
Una imagen y un vídeo para que no se envalentonen tanto los fascistas:
UNO
Sabíamos que no habían desaparecido, que estaban ahí. Pero en los
últimos tiempos los fascistas andan muy envalentonados, tanto en el
Estado español como en el resto del mundo. Deberían ser un poco más
comedidos a la hora de exteriorizar y aplicar su repugnante ideología. Y
es que, en estos días, se cumplen 75 años de la caída de dos de los
fascistas más conocidos. Nos estamos refiriendo a Benito Mussolini y
Adolf Hitler.
Sería bueno que sus seguidores actuales recordaran cómo acabaron
ambos individuos. Aquí dejamos una ilustrativa fotografía de la suerte
que corrió el fascista italiano, así como un vídeo con una hermosa
versión de Bella Ciao, la canción popular italiana que fue adoptada como
un himno de la resistencia antifascista.
DOS
Como se sabe, en 1940 Benito Mussolini llevó a Italia a la Segunda
Guerra Mundial como aliado del Tercer Reich. No obstante, su embestida
militar resultó ser un estrepitoso fracaso.
El otoño de 1943, el italiano se había convertido en un Estado títere
alemán en el norte y centro de Italia (la República de Saló) y se
enfrentó con el avance aliado desde el sur y un conflicto interno cada
vez más violento con los partisanos.
Llegó abril de 1945 y, tras un levantamiento general, los partisanos
se apoderaron de las ciudades; la situación de Mussolini se tornó
ciertamente complicada. Fue el 25 de abril cuando huyó de Milán con la
intención de huir por la frontera suiza. Dos días después, el 27 de
abril, partisanos locales del pueblo de Dongo, provincia de cómo,
capturaron al dictador y a su amante, Claretta Petacci. Ambos fueron
ajusticiados en la tarde del día siguiente. Sabiéndose vencido, el
fascista alemán, Adolf Hitler, se suicidó el 30 de abril.
Los cadáveres de Mussolini y Petacci fueron trasladados a la ciudad
de Milán, que es donde habían residido. Aquí, en la piazzale Loreto
(lugar donde no pocos partisanos habían sido fusilados) y junto a otros
fascistas, fueron colgados boca abajo. Era el 29 de abril de 1945.
Sabiéndose vencido, el fascista alemán, Adolf Hitler, se suicidó el 30 de abril, un día después.
No hay comentarios
Publicar un comentario