
La pandemia del coronavirus ha cambiado nuestra percepción de la realidad, de lo que es posible y lo que no. El hasta ahora inimaginable cierre de las fronteras europeas supone un sueño cumplido para las fuerzas de extrema derecha, que intentan aprovechar el miedo y la frustración de los ciudadanos para coger impulso. Siempre lo han hecho, solo que
a diferencia de lo que ocurrió en el 2008 y el 2015 con las crisis de
la deuda y los refugiados, esta vez no tienen que esforzarse para
generar incertidumbre.
Aun así, las formaciones ultraderechistas pierden fuelle en aquellos países donde están en la oposición, y se benefician solo donde gobiernan.
No obstante, los expertos advierten que, cuando las cifras de contagios
se estabilicen y la economía sea la prioridad, muchos dejarán de
escuchar a los científicos y empezarán a guiarse por la propaganda
populista.
ALEMANIA.
AfD, a la baja. «La difusión de AfD en las redes sociales se ha reducido a la mitad», porque el partido alemán de extrema derecha carece de una postura clara en la pandemia,
explica el analista Johannes Hillje. Al principio criticó que el
Ejecutivo no se estaba tomando en serio el coronavirus, y un día 70 de
sus 89 diputados infringieron el distanciamiento social y acudieron al
Parlamento.
AfD se sitúa hoy en el 9 % de intención de voto,
frente al 12,6 % que obtuvo en las elecciones del 2017, y al 21 % que
logró últimamente en comicios regionales del este del país, su bastión.
Entretanto, los socios de Gobierno recuperan posiciones, hasta llegar al
55 %, su mejor valor en cuatro años. Por eso la formación, que nació en
el 2014 con un discurso economicista, recupera ahora su tema original
contra los rescates del sur de Europa, y renueva su propuesta de
celebrar un referendo sobre la permanencia de Alemania en la UE.
ITALIA.
Palos de ciego. La
Liga de Matteo Salvini responsabiliza al Gobierno de centroizquierda.
Sin embargo, la Sanidad depende de los Ejecutivos regionales, y
Lombardía, donde más muertos hay, está en manos de la Liga, que ha
recortado y privatizado los hospitales, desde el 2013. Además, Salvini da palos de ciego. Primero abogó por cerrar todo lo no esencial, y días después quiso permitir misas en las iglesias. Mientras, ha endurecido sus ataques contra «Bruselas, Berlín, y Ámsterdam por su egoísmo», al rechazar los coronabonos. Con el tiempo la eurofobia podría ser su baza a favor, pues los italianos han dejado de confiar en la UE.
Pero por el momento, la Liga ha perdido 7 puntos
desde noviembre, hasta situarse en el 26 %. También se ha reducido el
apoyo a Salvini al 33 %. Por su parte, Nicola Zingaretti, jefe
socialdemócrata y gobernador de la región del Lacio, donde la gestión de
la crisis es más eficaz, repuntó hasta el 32 %, y el primer ministro,
Giuseppe Conte, es más popular que nunca, con el 57 %.
FRANCIA.
El mensaje de Le Pen no cala. La Agrupación Nacional de Francia culpa a los migrantes de propagar el virus.
«En algunos lugares no han respetado el confinamiento», afirmó la líder
ultra, Marine Le Pen, en alusión a la periferia de las grandes
ciudades, donde viven sobre todo extranjeros. Poco después criticó que
«se repartieran mascarillas en los centros de refugiados, y no en las
residencias de ancianos».
Aunque hasta la fecha su propaganda no le ha
servido para perjudicar al presidente Emmanuel Macron, en cuya gestión
confían el 39 % de los ciudadanos, según un sondeo del 2 de abril, es
decir, un 10 % más que el mes anterior. Al mismo tiempo, la popularidad
de Le Pen ha caído tres puntos, hasta el 2 3%. «Su estrategia de
menoscabar la unidad nacional, sus constantes ataques contra el Gobierno
y sus teorías conspiratorias sobre el origen del virus no le permiten
afianzarse entre el electorado», resume el diario galo Libération.
HUNGRÍA.
El decretazo de Orbán. Lo
contrario sucede en el este de Europa, donde los ultraderechistas
ostentan el poder. Con la excusa de la pandemia, el primer ministro
húngaro, Víktor Orbán, aprobó una ley de emergencia que le permite
gobernar por decreto sin consultar al Parlamento. Su partido, Fidesz,
que ha ganado tres elecciones desde el 2010 con dos tercios de los
votos, incluso ha repuntado. «En las encuestas de marzo, antes de la
reforma legal, la mayoría se mostraba abierto a endurecer las medidas
del Gobierno. La historia demuestra que en una crisis los ciudadanos
toleran decisiones autoritarias por temor», sostiene la politóloga Edit
Zgut.
La UE ya ha abierto numerosos expedientes contra
el Ejecutivo de Orbán, que ataca sin cesar a las instituciones
comunitarias y los refugiados. Con todo, las primeras ayudas de Bruselas
por el coronavirus han ido a parar a Hungría, que recibirá 5.600
millones de euros, mucho más que España, con 4.100 millones, e Italia,
con 2.300.
POLONIA.
Maniobras del PiS. El
jefe del ultraconservador Ley y Justicia (PiS), el polaco Jaroslaw
Kaczynski, sigue el ejemplo de Orbán. Su Gobierno quiere aprovechar la
situación para endurecer la ley del aborto, equiparar la homosexualidad a
la pedofilia y prohibir la educación sexual en las escuelas.
Entretanto, desacredita a la UE por su «deficiente manejo de la
pandemia».
Pero nada parece restarle popularidad al partido
gobernante, que ha ganado cinco puntos entre enero y marzo, y al que los
sondeos otorgan hoy el 45 %. Consciente de que la inminente crisis
económica podría restarle votos, el PiS insiste en celebrar elecciones
presidenciales el 10 de mayo, aunque sea por correo. El coronavirus ha
obligado a prohibir los actos de campaña, algo que solo perjudica a la
oposición. Mientras, el presidente Andrzej Duda se atribuyó el envío de
80 toneladas de mascarillas para personal sanitario en un vuelo chárter
desde China.
ALEXANDER GAULAND
Alternativa para Alemania
Exmiembro
de la CDU y fundador de AfD, de la que también es jefe, junto a Jörg
Meuthen y Tino Chrupalla, y presidente honorífico.
MATTEO SALVINI
La Liga (Italia)
Ministro
de Interior entre junio del 2018 y septiembre del 2019, en el Gobierno
de coalición de la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas.
JAROSLAW KACZYNSKI
Ley y Justicia (Polonia)
Presidente
de Ley y Justicia (PiS) y fue primer ministro del 2006 al 2007, cargo
que ostenta hoy su correligionario Mateusz Morawiecki.
MARINE LE PEN
Agrupación Nacional (Francia)
En enero del 2011 pasó a sustituir a su padre como presidenta del Frente Nacional, hoy Agrupación Nacional.
VÍKTOR ORBÁN
Fidesz (Hungría)
Se
proclamó en 1993 líder de Fidesz, con el que ganó las elecciones y se
alzó como primer ministro en 1998, con tan solo 35 años.
Fuente → lavozdeasturias.es
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