La crisis del Covid-19 deja claro que la Monarquía es prescindible
 La crisis sanitaria está mostrando cómo la actual Jefatura del Estado vive de espaldas a las preocupaciones de la ciudadanía y no representa al pueblo
 
La crisis del Covid-19 deja claro que la Monarquía es prescindible
José Antonio Gómez
 
 Hoy es 14 de abril. Hoy se conmemora que hace 89 años que el pueblo español decidió que la monarquía era absolutamente prescindible y que debía ser la ciudadanía la que decidiera quién debía ocupar la Jefatura del Estado y, por supuesto, que se produjera un cambio de régimen. Todo el proceso fue pacífico, todo el proceso se circunscribió a los canales democráticos. No se utilizaron a los militares, como ahora parece que pretenden los ultras o como en 1936 hicieron las élites. Fue el pueblo el que decidió, fue el pueblo quien, con la «violencia democrática» que dan los votos, provocó que Alfonso XIII reconociera que los españoles y las españolas le habían dado la espalda del mismo modo en que los Borbones lo habían hecho.

La crisis sanitaria provocada por la pandemia del Covid19 están mostrando, nuevamente, que la monarquía es absolutamente prescindible. ¿Qué ha hecho el Jefe del Estado en estas semanas en que el pueblo está dando una lección de disciplina social? Nada. La realidad es que ha quedado claro que la institución monárquica no sirve a la ciudadanía, no sirve siquiera como elemento de unidad.

Mientras el Gobierno está gestionando y tomando las medidas necesarias para frenar los efectos de la pandemia, el Jefe del Estado se encuentra desaparecido, salvo en una intervención que apenas duró 7 minutos y que fue contestada por la ciudadanía con una estruendosa cacerolada.

Un Jefe de Estado tiene la obligación de ponerse al frente de las crisis que azoten al pueblo y, en el caso del coronavirus, España se encuentra en una situación en la que se conjugan lo social, lo político, lo económico y lo empresarial. Es decir, una crisis en toda regla y, sin embargo, Felipe de Borbón solo ha hablado durante 7 minutos.

Esta atonía de la Jefatura de Estado ante el pánico que está viviendo el pueblo español es absolutamente contrario a la rapidez con que reaccionó cuando se celebró el referéndum en Cataluña, donde Felipe de Borbón apenas tardó 48 horas en dirigirse a la nación para realizar un discurso de corte claramente nacionalista y demasiado cercano a los postulados de la extrema derecha, la misma que hoy clama a través de distintos foros por un golpe de Estado.

Los jefes de Estado de las repúblicas de nuestro entorno sí que se han puesto al frente de la situación. No hacemos más que ver cómo Sergio Mattarella o Emmanuel Macron tienen una actuación proactiva. Si embargo, Felipe de Borbón está ausente. Entonces, si el pueblo está en una situación límite, confinada, dando ejemplo de responsabilidad social…, ¿qué pueden esperar de su Jefe del Estado? Nada.

El presidente del Gobierno y el resto del Ejecutivo están realizando las funciones que se esperan de un Jefe del Estado, entonces…, ¿para qué sirve la Monarquía? ¿Qué aporta la Monarquía al pueblo español? Nada, absolutamente nada.

Ante esta situación de vergencia democrática, ¿qué hacen los partidos que históricamente han defendido la República? Esa es una pregunta que merece un análisis diferenciado.


Fuente → diario16.com

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