Fragmentos de El Rey

Abril republicano
 
Fragmentos de El Rey
Alberto San Juan 

"¿Por qué escribiste El rey?", me pregunta Miguel Urban. Por la necesidad de saber. Por la necesidad de ignorar menos. Por la convicción de que ir desvelando la realidad es la única opción para poder empezar a transformarla. Por la experiencia de que la realidad construida por el sistema que gobierna y determina nuestras vidas, la realidad que habitamos, es una cárcel. Por el deseo de experimentar la posibilidad de ser, existir, en libertad. Las mismas razones por las que busco estos días leer y escuchar reflexiones que ayuden a entender que la pandemia no es un hecho aislado, que forma parte de un proceso, de una realidad construida sobre premisas que no contribuyen a vivir bien, que hieren todo lo vivo. Porque necesitamos transformar radicalmente esa realidad. Porque amo vivir.

Alberto San Juan

A continuación, dos fragmentos de la obra teatral El Rey, escrita por Alberto San Juan en 2015.

El Rey

1.

Hermida: ¿Ha obtenido usted lucro alguna vez en relación a sucesos que han provocado la muerte violenta de miles de personas?

Juan Carlos: ¿Quién eres?

Hermida: Soy Jesús Hermida y le estoy haciendo una entrevista para una televisión que nunca ha existido. ¿Es cierto que usted intercedió para lograr que los bombarderos norteamericanos que llevaron a cabo la Tormenta del Desierto contra Irak en el 91 pudieran repostar en España?

Juan Carlos: Felipe González consiguió la aprobación del Parlamento para liberar Kuwait y contribuir a la defensa de la democracia en Oriente Medio. Yo firmé el papel correspondiente, cosa que me atribuye la Constitución.

Hermida: ¿Es cierto que usted cobró una comisión millonaria de un fondo de inversiones kuwaití llamado KIO por promover la participación española en la primera guerra del Golfo?

Juan Carlos: No sé. No me acuerdo.

Hermida: ¿Es usted el mayor comisionista español?

Juan Carlos: ¿Importa tanto eso?

Hermida: Se lo pregunto desde la más absoluta indiferencia, porque ni siquiera existo. Y también por el puro placer de conversar. ¿Es cierto que usted ha estado cobrando una comisión por cada barril de petróleo saudí que compra el Estado Español, incluso desde antes de ser coronado?

Juan Carlos: No sé, no me acuerdo.

Hermida: ¿Es cierto que en su labor diplomática a lo largo y ancho del planeta usted ha defendido los intereses de las más importantes empresas privadas españolas, reunidas bajo la denominación“los intereses de España”, y ha cobrado siempre una participación de los beneficios obtenidos?

Juan Carlos: Perdone usted, pero la monarquía es mucho más que eso.

Hermida: ¿Contribuyó usted de manera importante a que las 500 familias con más poder durante el franquismo sigan siendo hoy, básicamente, las 500 familias más poderosas del país? ¿Es usted la clave de bóveda de un sistema de saqueo de los presupuestos públicos en beneficio de las principales empresas del país? ¿Tiene usted alguna responsabilidad en el deterioro de la vida de centenares de miles de personas en beneficio de Iberdrola, Telefónica, ACS, Ferrovial, La Caixa o el Banco de Santander?

Por último, ¿sabe si su hijo Felipe, el nuevo rey, continúa llevando los asuntos del mismo modo que usted?

Juan Carlos: ¿Qué ha significado el Rey en España en los últimos cuarenta años? Un paisaje perfecto. Inmóvil. Un muro sólido… Mi infancia es el exilio. Yo nazco al mundo como un aristócrata que ha sido despojado de sus privilegios, es decir: de su propia y específica sustancia. Todo posible sentido de mi vida se concentra en una sola idea: la necesidad de recuperar todo aquello que me ha sido robado. A ello dedico mis fuerzas, mis años, mis sueños. Y lo consigo. Pero…

Hermida: Majestad, tiene usted un problema. Sólo una cosa no puede cambiar: la riqueza debe seguir en pocas manos.

Juan Carlos: Por los siglos de los siglos de los siglos.

Hermida: Lo demás se mantendrá mientras sirva a ese fin único, y cuando dejé de servir, cambiará. Sirvieron los dos grandes partidos, pero ya no bastan para cumplir su función. Aún sirve la unidad de España, pero si se encuentra otra fórmula mejor también esto puede cambiar. Cuénteseloa su hijo. Dígale que después de los 40 años de su abuelito y los 40 de su papá, hace falta algo nuevo para seguir adelante otros cuarenta años más. Dígale que la lealtad de la familia March, de la familia Botín o de la familia de Alba, sólo necesita un instante para desvanecerse. Dígale que España se está volviendo ingobernable. Dígale que vaya llenando de billetes las maletas. Por si acaso.

Juan Carlos: Mi hijo… ¡Te voy a matar! ¿Dónde estás? ¡Traidor! ¡Ven aquí! ¡Te voy a arrancar la cabeza! ¡Te voy a sacar las tripas! (Se le escapan las fuerzas, cae al suelo) Hijo, ten piedad, échame sobre tu espalda y sácame de aquí.

2.

(A partir de extractos literales de textos publicados en los periódicos tras la abdicación de Juan Carlos I, en junio de 2014).

Cercas: Soy Javier Cercas. La abdicación es el último servicio fundamental que Juan Carlos I le ha hecho a este país. El primero fue contribuir de manera decisiva a instaurar la democracia. Sin el Rey no habría democracia. El segundo fue impedir el golpe del 23 de febrero. Ese es el día en que empieza realmente la democracia y terminan el franquismo y la guerra civil. La principal ficción sobre el golpe es que lo montó el Rey. Es una solemne estupidez que siguen sosteniendo montones de memos solemnes. El Rey paró el golpe y salvó la democracia. Sólo por eso, deberíamos estarle agradecidos. Los casi cuarenta años de reinado de Juan Carlos han sido los mejores de nuestra historia moderna, los de mayor libertad y prosperidad. Ignorar eso puede devolvernos lo peor de nuestro pasado.

Juan Carlos: El Propofol es verdad. Te lo meten para conducir el sueño y aliviar dolores. Michael Jackson murió por una mala ingesta de Propofol. El Midalozan te hace volar. Cuando estaba en la zona de reanimación quise saber qué era lo que me metían, que me hacía tanto bien. Midalozan, me dijeron. No sé qué hostias es pero cada vez que me lo metían por vena…

Victoria Prego: Soy Victoria Prego. Juan Carlos I es el principal responsable de la hazaña que supone hacer pasar el país de un régimen autoritario –otros lo llamarán dictadura- a una democracia plena. Aceptó ser privado de los poderes absolutos que le cedió Franco para que le fueran devueltos al pueblo. Ha sido el mejor Rey de nuestra historia y como tal entrará en ella.

Voz médico: Heridas en varias partes del cuerpo tras romper accidentalmente una puerta de cristal en un partido de squash.

Fibrosis por fisura en la pelvis provocada en caída esquiando. Fractura en rodilla derecha tras chocar con un esquiador. Varices en pierna derecha. Tumor benigno en pulmón derecho. Rotura del tendón de aquiles del pie izquierdo.

Villar Mir: Soy Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL. Juan Carlos I, es, en resumen, el hombre que ha consolidado la concordia nacional efectiva. Durante su reinado, España se ha equiparado a los países democráticos más desarrollados, gracias en gran medida, al impulso y el efecto integrador de la Monarquía y nuestra Constitución de 1978.

Sánchez Galán: Soy Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. Para él, nuestro mayor agradecimiento. Felipe VI, por su parte, ha demostrado estar extraordinariamente preparado para continuar con éxito el legado de su padre, para ser el mejor garante de la estabilidad y la normalidad, pilotando una nueva etapa de la que saldremos reforzados y para la que cuenta con nuestra lealtad.

Voz médico: Implante de prótesis en rodilla derecha. Prótesis en cadera derecha tras fractura en safari en Botsuana. Luxación en cadera derecha recién operada. Prótesis en cadera izquierda por artrosis. Hernia discal en columna lumbo sacra. Segunda intervención en cadera izquierda por infección en la zona de prótesis. Quinta operación de cadera para sustituir prótesis provisional por definitiva.

Santos Julia: Soy Santos Juliá. Lo que sufrimos no es el agotamiento de un supuesto régimen inventado en 1978. Lo que sufrimos es la parálisis de los partidos para abordar una reforma constitucional. La solución pasa porque despierte el alma adormecida de los dos exgrandes partidos y promuevan y consensúen con el resto de fuerzas políticas las reformas necesarias.
Juan Carlos: Tramadol, Enantyum. Todos son para el dolor.

Cebrián: Soy Juan Luis Cebrián. Nos encontramos ante un cambio de época en el que nuevamente la monarquía puede y debe ayudar a solventar los problemas que enfrentamos. La idea es afirmar la continuidad de la institución con el objetivo de que los españoles vean el tránsito no como un acontecimiento extraordinario, sino como el orden natural de las cosas.

Juan Carlos: Dicen que las drogas son malas, pero algunas les han salido muy buenas.

Toharia: Soy Jose Juan Toharia, presidente de Metroscopia. Masivamente, se añora el espíritu de la Transición, es decir, la recuperación del diálogo, la lealtad institucional y la altura de miras. Crece la frustración y, debido a ello, los españoles empiezan a sentirse atraídos por el vértigo plebiscitario: quieren, cada vez con más facilidad y ligereza, ser consultados sobre casi todo. En Cataluña se apoya desde hace tiempo ese brillante invento terminológico que es el “derecho a decidir”. Y en este contexto anímico general se produce la proclamación de Felipe VI, que comienza su reinado en clara sintonía con la ciudadanía.


Fuente → vientosur.info

banner distribuidora