FEMINISMO Y REPÚBLICA

FEMINISMO Y REPÚBLICA

“Todo individuo que es una amenaza
para el sistema, el poder siempre buscará
maneras de reprimirlo”
Del film “Esta tierra es mía” (1943)
de Jean Renoir


En una sociedad pretendidamente avanzada, todavía hoy queda mucha lucha para la conseguir la igualdad de derechos, a pesar de los avances normativos, la realidad más cruda se refleja en nuestro día a día, en la brecha salarial, en las oportunidades laborales, en la educación básica transmitida las escuelas y en las familias (repleta de micromachismos casi imperceptibles), desde los titulares de la prensa y, aún peor, desde grupos políticos y sociales que abogan sin complejos por retroceder a los años más represivos. En plena crisis del COVID-19, la demanda de personal sanitario se representa con titulares en demanada de médicos y enfermeras.

En una sociedad donde se abren camino entidades reivindicativas, en la que se consiguió instaurar la paridad en grupos políticos mayoritarios, que han desarrollado propuestas y leyes contra la violencia de género, legalización del aborto, la normalización de la libertad sexual y de elección de religión; resurgen al mismo tiempo los grupos más extremos que ponen en alza los valores más retrógrados y han conseguido normalizar la apología del fascismo. En plena crisis del COVID-19, la extrema derecha inunda las redes y los canales informativos con foto-montajes y noticias falsas, y exponen con mayor naturalidad propuestas anticonstitucionales.

En una sociedad que vivió un muy corto periodo de república y una larga y lesiva dictadura que se resolvió con una transición que eligió enterrar la historia, dando paso a la democracia al tiempo que consolida la monarquía. Pues bien, pasados los años, por algún motivo incomprensible la historia reciente de España no consta en el temario de la enseñanza obligatoria. Las cámaras continúan sin plantearse la conveniencia o no de mantener esta monarquía caduca, plagada de escándalos, sólo en momentos de crisis económicas, han conseguido consenso político para modificar la constitución en determinados artículos, sin opción revisarla en todo su contenido. En plena crisis del COVID-19, la prensa internacional airea los millones de euros que el rey emérito había cobrado en comisiones y derivado a fondos privados, a beneficio, entre otros, del actual monarca español.

En plena crisis del COVID-19 de 2020, se cuece un caldo de cultivo cuanto menos preocupante;

– las víctimas de violencia de género permanecen confinadas con sus maltratadores,

– la incertidumbre laboral y económica nos asalta mientras no podemos hacer nada,

– la monarquía consigue enmascarar sus miserias tras la tragedia del pueblo,

– la batalla mediática se centra en una batalla campal entre partidos, los unos por combatir la pandemia, los otros por hacerse con el poder,

– el pueblo se adapta a las circunstancias como puede, totalmente expuesto a la más cruda manipulación mediática, e intoxicación informativa.

En definitiva, nuestra sociedad se desarrolla indolente en la comodidad de aceptar las cosas como vienen y en los momentos más difíciles, cuando nos amenaza la crisis, da miedo la facilidad con la que surge en la sociedad un sentimiento del “sálvese quien pueda” y aflora el sentimiento “virgencita mía que me quede como estoy” como si todo mal sólo pudiera llegar a casa del vecino.

Pero la diferencia está en el individuo, en la persona que, a pesar de la comodidad que supone aceptar las cosas como vienen, decide aportar su granito de arena, hacer suya una lucha que busca la justicia, la igualdad, los derechos que todos, por el hecho de ser personas, merecemos. Por eso os quiero hacer saber a todas las personas que habéis venido a escuchar esto, a todas las personas que no solo creéis que esta sociedad puede ser mejor sino que debe ser mejor: Vosotros sois la diferencia. Nunca tiremos la toalla.

Isabel Casanovas Rullán. Colectivo Republicano “Antonio Machado”

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