Federica Montseny, ejemplo de compromiso con la República
 
Federica Montseny, ejemplo de compromiso con la República 
 
Federica Montseny fue una de las figuras más emblemáticas del movimiento obrero, además fue una gran escritora y oradora. Marcada por la influencia política de sus padres, ambos de ideas libertarias.

Fue ministra durante la segunda república, es reconocida por ser la primera mujer que ocupó un cargo de importancia en el gobierno en España y parte de Europa. Creció en un ambiente en el que la educación y la cultura constituían un eje fundamental como forma de conseguir la libertad de los individuos.

Su madre, Teresa Mañé educó a su hija basándose en la libertad personal, poder de decisión y elección. Estuvo influenciada por el teatro ya que su padre se dedicaba a escribir obras de este género.

Con doce años empezó a acompañar a sus padres a manifestaciones y mitines que marcarían su adolescencia. Federica Montseny frecuentaba el café español en el que conoció a Lluis Companys, más tarde presidente de la Generalitat catalana y a Salvador Seguí, lider sindicalista. Por esos días escuchó en un mitin a Angel Pestaña. Todos ellos personajes de gran importancia en la política del estado, más tarde, juntos compartieron las luchas obreras y la guerra civil.

Hace cien años escribió su primera novela, Peregrina de amor, más tarde empezó a escribir sobre la Barcelona obrera, obra llamada la tragedia del pueblo.

Utilizando un seudónimo, Blanca Montsan, empezó a colaborar con la prensa anarquista y en 1923 ingresó en la C.N.T afiliándose en el sindicato de oficios varios de Sardañola. En esta época Angel Pestaña le ofrece colaborar en Solidaridad Obrera. Desde entonces tenía a su cargo la sección de «Relieves Sociales». En Revista Blanca, órgano teórico del anarquismo español formó parte del equipo director. En esta revista colaboraron Miguel de Unamuno, Pío baroja y Benito Pérez Galdós.

En 1932 Federica comenzó a participar en giras que recorrían diferentes ciudades del estado difundiendo sus ideas revolucionarias y anarquistas. Participaba en mitines y sus discursos fueron rápidamente recogidos en panfletos. Montseny escribió alrededor de cincuenta relatos para la revista blanca en dos series llamadas La novela ideal y La novela libre, donde abordó los problemas de la libertad de la mujer, asunto que trató a lo largo de toda su vida. La autonomía de las mujeres y su libre albedrio serían los temas principales que trataría en sus obras.

Fue un miembro destacado de la F.A.I.( Federación anarquista Ibérica) el ala más radical de la C.N.T, siempre enfrentada dialecticamente con los treintistas el sector más moderado de su organización. Esto llegó a acercarla a Buenaventura Durruti, Francisco Acaso y la situó frente a dirigentes como Angel Pestaña o Joan Peiró.

La colaboración gubernamental de los anarquistas durante el gobierno de Largo Caballero, afectó a Federica Montseny por la cuestión ética que tuvo que enfrentar la C.N.T. Fueron nombrados cuatro ministros que ocuparon las carteras de Justicia, Comercio, Sanidad e industria y Federica ocupó uno de ellos. Pasó una etapa difícil por los escrúpulos ideológicos y la presión por parte del sector más purista para que no aceptase el cargo. La decisión causó divisiones en la organización. Pero esta decisión de intervenir en el gobierno fue tomada como imprescindible para vertebrar la lucha contra el ejercito rebelde.

Se convirtió así en la primera ministra de España en la cartera de Sanidad y asunto social desde el 5 de noviembre de 1936 hasta el 17 de marzo de 1937. Algunas de sus propuestas en el congreso fueron la legalización del aborto y la asistencia a los refugiados.

Las charlas y las conferencias no dejaron de formar parte de su vida. En 1939 toda su familia y ella partieron al exilio por el avance del ejercito franquistas. Colaboró en el embarque de refugiados que huían de las tropas nazis con destino a América. Pasó su vida en Francia y pudo regresar al estado español en 1977. Falleció el 14 de enero de 1994 con ochenta y ocho años.


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