

La tecnología 'Skeleton-ID' de la cooperativa Panacea podría servir
también para identificar a los migrantes fallecidos en el Mediterráneo
Inteligencia artificial para identificar los cuerpos de fosas comunes: Hace 20 años fue identificado por primera vez con métodos genéticos Emilio Silva Faba, un republicano desaparecido por la represión franquista, durante la exhumación de 13 cuerpos hallados en la localidad leonesa de Priaranza del Bierzo, en Ponferrada. Exhumación con la que nació la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (A.R.M.H.), que desde entonces no ha parado de localizar a las víctimas de represión durante la Guerra Civil Española y la dictadura franquista y que ha documentado la existencia de unas 3.000 fosas comunes en todo el país.
En Ponferrada nació también años más tarde, en 2017, Panacea Cooperative Research, una spin-off de la Universidad de Granada (UGR), que busca dar un paso más en la identificación de los cuerpos enterrados en las fosas comunes. Esta ha desarrollado Skeleton-ID, una tecnología de identificación forense. “El software recoge una técnica que es la superposición craneofacial: compara fotografías en vida con el cráneo encontrado”, explica Óscar Ibáñez, CEO y CTO de Panacea.
La cooperativa nació con el deseo de dotar de instrumentos a los antropólogos, que “usan herramientas del siglo pasado”, sostiene Ibáñez. Hoy la integran diez personas, entre las que hay un antropólogo, una diseñadora y ocho desarrolladores de software y doctores en inteligencia artificial, además de otros antropólogos colaboradores (de la Universidad de Granada, la Policía Federal de Brasil o el Instituto Nacional de Investigación de la Ciencia Policial en Japón), así como odontólogos forenses de Portugal y Chile. Hasta ahora se han financiado con el apoyo de instituciones públicas, así como con sus propios fondos y los de algunos amigos.
Una fotografía en proceso de contraste con un cráneo. Foto: Panacea.
Para Ibáñez, informático vinculado a la antropología desde hace 14 años, la potencialidad de la inteligencia artificial (IA) en la antropología forense “es enorme”. “La IA puede aportar mucha velocidad porque se automatizan procesos de identificación”, asegura, menos la toma de decisiones, que corresponde al antropólogo.
La IA hace, además, que el proceso “sea más objetivo”. “Como estamos hablando de ciencias forenses, quiere decir que hay un proceso legal, y la objetividad de cara a un juicio es muy importante”, detalla Ibáñez.
A esto hay que sumar la precisión. “El ser humano en conjunto con la IA es mucho más preciso que por sí solo”, subraya el investigador y precisa que en las fosas comunes grandes resulta complicado comparar tantos casos entre sí. “Tener la posibilidad de automatizar todo esto permite abordar situaciones que se llaman de desastres de masa, como tsunamis, accidentes de aviones, fosas comunes, o incluso desaparecidos”, asegura.
Los integrantes de Panacea Cooperative Research. Foto: Panacea
La IA ayuda a sistematizar la manera de trabajar. “Nos permite hacer un trabajo objetivo, cuantificar los resultados que estamos obteniendo, por un lado y homogeneizar la forma de trabajo”, agrega una de las colaboradoras del proyecto, la antropóloga física Inmaculada Alemán, catedrática de la UGR. “Hoy en día, todo el mundo tiene fotos de sus familiares o amigos. Es una técnica con mucho potencial”, opina Ibáñez.
IA para identificar a los migrantes que mueren en el Mediterráneo
La antropóloga precisa que la idea no es solo aplicar el desarrollo en casos de memoria histórica. Skeleton-ID permitirá también identificar a los migrantes que mueren al intentar cruzar el Mediterráneo. En 2019 fallecieron 1.283 personas en su intento por llegar a Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
“Está muriendo mucha gente que no ha podido ser identificada porque no hay registros dentales, ni huellas dactilares, ni de ADN, contra los que comparar. Lo único que hay son las fotografías que tienen las ONG”, puntualiza Ibañez sobre el proyecto conjunto entre la UGR y el Institutos de Medicina Legal de Granada.
Alemán está empleando la tecnología de Panacea para la identificación de personas desaparecidas, de fallecidos actuales, a los que tampoco se puede identificar ni por ADN, ni por odontograma, ni por huellas dactilares. “Nosotros ya lo estamos usando (Skeleton-ID) y está dando resultados positivos”, afirma.
El software, que sigue en fase piloto, está siendo probado en otros proyectos. Uno de ellos es el de la identificación de 20 esqueletos de una fosa común en el Casillero Superior de Vilna, en Lituania, que data de 1860.
La policía brasileña, la alemana y la japonesa también mostraron interés por esta tecnología que, además, fue presentada este verano en México, donde distintas fiscalías quieren utilizarla para la identificación de decenas de miles de personas enterradas en fosas clandestinas.
IA para calcular la edad
La inteligencia artificial también puede ser utilizada en el mundo de los vivos, para calcular la edad de migrantes que no tienen documentación. Saber si son mayores o menores de edad repercute en el tratamiento legal que se les da. Se les hace una radiografía de la muñeca, de los dientes y en algunos casos, de la clavícula, y a partir del análisis de esas imágenes se determina la edad de la persona, explica Ibáñez.
El software 'Skeleton-ID' de Panacea. Foto cedida por la cooperativa.
Fuente → innovaspain.com
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