1 de marzo de 1940: el inicio de otra represión más del franquismo
 

El 1 de marzo de 1940 es una fecha importante en la larga y casi interminable historia de la represión franquista. Ese día, apareciendo al día siguiente en el BOE, se promulgaba La Ley sobre la Represión de la Masonería y el Comunismo, que ya la historiografía ha estudiado, y que en este periódico hemos tratado en distintos artículos.

 

Una represión más, otra más, de las numerosas que padecieron tantos españoles y españolas por sus ideas, por sus compromisos políticos, por su ejercicio profesional, por su sexualidad, y también por creencias, y pertenencias a asociaciones y organizaciones de muy diversa índole. Nunca dejaremos de insistir en la enorme importancia que tiene estudiar y recordar ese pasado que supuso un antes y después en el devenir histórico de España, que hizo naufragar la democracia, y la evolución civilizada de un país, con sus enormes problemas, pero que no estaba abocado, ni mucho menos a la tragedia de la guerra civil ni a la interminable dictadura posterior.

Después de muchos sacrificios, esfuerzos, y de la voluntad indeclinable de muchos españoles y españolas vamos conociendo lo que hubo detrás de los fastos de una propaganda y de un régimen construido a base de mitos, falsedades, y justificaciones hasta delirantes, y que generó dolor, mucho dolor a republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas, libertarios, librepensadores, feministas, nacionalistas vascos, catalanes y gallegos, ugetistas, anarcosindicalistas, maestros y maestras, profesores y profesoras, liberales, evangélicos, homosexuales, y masones y masonas. En realidad, a sus propios ciudadanos y ciudadanas, considerados como enemigos de su país, en una suerte de ignominia lacerante y continua.

El primero de marzo de 1940 le tocó el turno a la Masonería, una institución que nunca tuvo en España la fuerza que se desplegó en los países de su entorno, pero que vivió un evidente desarrollo entre el Sexenio Democrático y la Segunda República, y que estuvo constituida por hombres y mujeres de muchas tendencias ideológicas y planteamientos de vida. Unos hermanos y hermanas que buscaron en esta institución iniciática un camino propio de superación personal, pero también para fomentar el altruismo y la dedicación a hacer del tiempo que les tocó vivir un mundo mejor, y, en cierta medida, una España más moderna, más europea, más civilizada, más culta y más justa.

Hoy, 1 de marzo de 2020, como en otros momentos recordamos a otros ciudadanos y ciudadanas de nuestro pasado y que tanto hicieron por su país, y tanto sufrieron, tenemos en la memoria a los masones y masonas españoles por la persecución que padecieron en sus vidas, sus trabajos y carreras profesionales, y hasta en sus haciendas, pero, sobre todo, porque cuando salían de sus logias fomentaron esos valores fundamentales de nuestra civilización que son la libertad, la igualdad y la fraternidad.


Fuente → eduardomontagut.es

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