Romance de la Guardia Civil Española

Romance de la Guardia Civil Española

Los caballos negros son.
Las herraduras son negras.
Sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera.
Tienen, por eso no lloran,
de plomo las calaveras.
Con el alma de charol
vienen por la carretera.
Jorobados y nocturnos,
por donde animan ordenan
silencios de goma oscura
y miedos de fina arena.
Pasan, si quieren pasar,
y ocultan en la cabeza
una vaga astronomía
de pistolas inconcretas.

Así comienza el Romancero de la Guardia Civil Española, que Federíco García Lorca incluiría en su Romancero gitano en 1928. Como analiza Susana Marín, de Poemario.org, "todo lo que gira alrededor de la imagen de la guardia civil es oscuro y se asemeja a la muerte [...] Parece que hay un deseo obsesivo de matar. Lo pueden todo y no dudan en hacer desaparecer a alguien con total impunidad. Parece que este grupo de guardias civiles van a atacar a un grupo de gitanos que celebran una fiesta".


Ilustración original de Pablo Martín Vega. Grafito sobre papel. 
Pablo Martín Vega, ilustrador y diseñador, ha plasmado la escena con tenebrismo, describiendo a través del grafito la atmósfera amenazante de una patrulla mostrando sus rostros de hueso y muerte, vistiendo el instante de una visión onírica y terrible. El universo de Lorca es inconmensurable e idóneo para el artista que interpreta su obra.

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