La transición ensangrentada... febrero


Para comprender bien el presente, es necesario conocer el contexto en el que se produjo la transición, y los límites que se impusieron a sangre y fuego. Porque esta transición, esta constitución, está teñida de sangre y no se fraguó en un clima de verdadera libertad

La transición ensangrentada... febrero:

El tránsito de aquella dictadura al actual modelo parlamentario no fue producto de una idílica y modélica transición, donde “todos cedieron” en aras de un consenso común. Como todos los procesos políticos, se trató de un período convulso, teñido de sangre y represión, que marcó los límites que no estaba dispuesto a traspasar un régimen que moría y quería homologarse con el sistema democrático-burgués occidental.

La represión tiene la función clara de mostrar las consecuencias que puedes encontrarte si el nivel reivindicativo supera los límites aceptados por el sistema. Y lo que andaba en juego en aquellos años no sólo eran determinadas reivindicaciones sociales, sino particularmente el modelo de organización política que iba a regir el futuro del estado español, y los mecanismos de libertad o represión que regirían las relaciones y conflictos de grupos y clases sociales.

Varios fueron los agentes que intervinieron activamente para dejar fijados estos límites por medio de la represión, los asesinatos, las detenciones y las torturas. El más activo de ellos fue el estado, a través del gobierno, el sistema judicial o el propio ejército. Pero el régimen tuvo la colaboración necesaria de grupos paramilitares que crearon el terror en las calles de todo el estado, tiñendo de sangre este “modélico” proceso.

Trabajadores, estudiantes, dirigentes vecinales, políticos y sindicales, fueron las víctimas elegidas para condicionar y amordazar este tramposo consenso, que como todos, fue producto de la correlación de fuerzas y también las traiciones y mezquindades de algunos dirigentes más interesados en su instalación personal que en dar un vuelco real en favor de las clases populares.

Para comprender bien el presente, es necesario conocer el contexto en el que se produjo la transición, y los límites que se impusieron a sangre y fuego. Porque esta transición, esta constitución, está teñida de sangre y no se fraguó en un clima de verdadera libertad.

Nota: La transición ensangrentada, es la introducción para el recuerdo de l@s asesinados y represaliados en esa época que nos han impuesto como ejemplo de democracia… a golpe de tortura, detenciones y 159 vidas segadas.

1976

24 de febrero: Teófilo del Valle Pérez, de 20 años, trabajaba como oficinista en el sector del calzado de Elda (Alicante). Fue asesinado por la Policía Nacional en el trascurso de la represión de las huelgas de este sector. Se le considera el primera asesinado de la transición.

1977

24 de febrero: Francisco (“Pancho”) Egea, 19 años. Asesinado por la policía nacional en Cartagena (Murcia), durante una manifestación de trabajadores de la construcción y el metal.

1980

Febrero: Yolanda González Martín – Vicente Cuervo Calvo

Nuestro recuerdo de los febreros de la transición se paran en 1980, con los asesinatos, por bandas fascistas de Yolanda González Martín y Vicente Cuervo Calvo.

Yolanda González fue brutalmente asesinada el 1 de febrero de 1980 por lo que se denominaba la “extrema derecha” que estaba llena de conexiones (que nunca se quiso aclarar) con las fuerzas policiales.

Para más “inri” en 2013, salto a la opinión pública que el asesino Emilio Hellín, trabajaba para los Cuerpos y Fuerzas Generales de la Seguridad y del Estado en técnicas de espionaje.
 
Aquí van algunas notas publicadas en LoQueSomos sobre Yolanda:


A penas una semana después, en Vallecas, seria asesinado Vicente Cuervo Calvo, que como tant@s vecin@s de todo Madrid había acudido a manifestarse contra el acto fascista del sindicato afín a Fuerza Nueva que pretendía celebrarse en medio del corazón rojo del barrio, en el cine Paris, el acto al final no se celebró, la policía cargo contra los antifascistas que acordonaban la zona y dio protección a los fascistas, que además como era típico en la época hicieron uso de sus armas de fuego y de todo tipo de violencia, una bala disparada por los fascistas le barrió por dentro. Nunca hubo procesados…

1981

13 de febrero: Joseba Arregui Izaguirre, 30 años, camionero. Murió en el hospital penitenciario de la cárcel de Carabanchel después de haber sufrido infames torturas en la Dirección General de Seguridad a manos de la Brigada Regional de Información (antigua Brigada Político Social). En los interrogatorios, que duraron nueve días, participaron 73 policías. Los comisarios Juan Luis Méndez Moreno, Juan Antonio Gil Rubiales, Julián Marín Ríos, Ricardo Sánchez y Juan Antonio González Pacheco (alias Billy el Niño) fueron interrogados por estos hechos en el Juzgado de Instrucción número 13. Marín Ríos y Gil Rubiales fueron enjuiciados y condenados a penas ridículas y el Gobierno del PSOE de Felipe González les indultó en 1990. Juan Antonio Gil Rubiales siguió su carrera “policial” y, en 2005, fue ascendido a Comisario Provincial de Santa Cruz de Tenerife por el gobierno del PSOE de Rodríguez Zapatero. Murió en 2008 y fue enterrado con honores de Estado.

La transición ensangrentada
¡No olvidamos!
#40AñosDeIncostitución #LaTransiciónFueSangrienta

Ilustración de J.Kalvellido


Fuente → loquesomos.org

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