De Auschwitz a Albatera:
@ellibelaresc
El 27 de enero de 1945 las tropas soviéticas entraron en Auschwitz, el mayor complejo de campos de concentración y muerte creado por el régimen nazi. Más de un millón de personas, en su mayoría judíos, fueron aniquiladas en él. Felipe y Letizia han viajado a Polonia para homenajear a las víctimas del nazismo, el día que se han cumplido 75 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Tras recorrer el campo de concentración polaco, firmaron en el libro de honor, donde el monarca escribió: “Las palabras son poderosas en la medida en que las acciones siguen. Actuemos para defender la memoria con la verdad, la solidaridad con la educación y el compromiso con la firmeza. Que la humanidad no vuelva a caer en semejante horror. 75 años después, profundamente conmovidos y honrados de representar a España en Auschwitz-Birkenau”. Frase muy buena, aprendida, seguro, de memoria y con caligrafía real. Lamentable que lo escribiera en inglés. El protocolo marcaba sobriedad y Letizia lo cumplió vistiéndose de negro de pies a cabeza. La periodista llevaba un abrigo largo, un pañuelo al cuello para protegerse del frío, guantes de cuero y, lo más comentado, una diadema XXL de terciopelo de la sombrerera sevillana Nana Golmar sobre un moño de bailarina.
Una visita que llega cinco días después del V Foro Mundial del Holocausto, que ha tenido lugar en Jerusalén y que ha reunido a mandatarios de todo el mundo. Entre ellos, los reyes españoles. Con discurso del jefe del Estado incluido, que no ha estado exento de polémica.
Y la polémica viene porque España tiene miles de víctimas asesinadas en los campos de concentración nazis. La mayoría, republicanos exiliados después de la Guerra Civil y represaliados, con el visto bueno del franquismo, en la Segunda Guerra Mundial. Así que cualquier ciudadano podría pensar que, cuando Felipe VI subió al atril del Foro del Holocausto en Israel, haría alguna mención a los españoles muertos. Pues nada de nada. Ni una palabra. El rey de España habló durante casi 3 minutos y no se acordó en ningún momento de los republicanos asesinados. Un detalle bastante importante que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Historia se ha encargado de señalar y denunciar: Felipe de Borbón participa en el 5th World Holocaust Forum y en su discurso no menciona a los 9700 republicanos españoles deportados a campos nazis por las gestiones del dictador Francisco Franco. El silencio también es una forma de negacionismo.
El Borbón podría aprovechar el luto que arrastra de Auschwitz y pasearse por Albatera (Alicante), el campo de concentración más importante de la España de la posguerra, con hasta 16 000 personas internadas. Este campo se puso en funcionamiento con los republicanos que, perdida la guerra, esperaban en el puerto de Alicante para abandonar España. Allí fueron a parar, una vez acabó el conflicto bélico, destacados cargos republicanos, alcaldes, militares o artistas que se habían quedado sin billete en el último buque que salió de Alicante camino del exilio, el Stanbrook. A partir del 1 de abril de 1939, y hasta que Franco ordena su cierre el 27 de octubre de ese año, “pasó a ser un campo de concentración puro y duro”. El expreso Narciso Julián revela: “Yo pienso que el campo de Albatera tenía una semejanza con esos campos de exterminio, aunque quizás lo que tenía era menos estructura, porque esto era muy artesano en todo”. Felipe VI daría un ejemplo histórico si visitara, al menos el solar, y tuviera allí unas palabras como las de Auschwitz.
Aprovechando la escena de los republicanos que se quedaron sin billete no quiero terminar la gacetilla sin citar estas palabras conmovedoras de Max Aub en su libro Campo de los almendros (1968):
“En el puerto:
– Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides, hijo, no lo olvides nunca pase lo que pase, son lo mejor de España, los únicos que, de verdad, se han alzado, sin nada, con sus manos, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, si dinero. Estos que ves, españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todavía en escapar, son, no lo olvides, lo mejor del mundo. No es hermoso. Pero es lo mejor del mundo. No lo olvides nunca, hijo, no lo olvides”.
Nota: “Campo de los Almendros” se llama así por la gran explanada poblada de almendros junto a la ciudad de Alicante donde fue improvisado un campo de concentración en el que recluir a los capturados en el puerto.
El 27 de enero de 1945 las tropas soviéticas entraron en Auschwitz, el mayor complejo de campos de concentración y muerte creado por el régimen nazi. Más de un millón de personas, en su mayoría judíos, fueron aniquiladas en él. Felipe y Letizia han viajado a Polonia para homenajear a las víctimas del nazismo, el día que se han cumplido 75 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Tras recorrer el campo de concentración polaco, firmaron en el libro de honor, donde el monarca escribió: “Las palabras son poderosas en la medida en que las acciones siguen. Actuemos para defender la memoria con la verdad, la solidaridad con la educación y el compromiso con la firmeza. Que la humanidad no vuelva a caer en semejante horror. 75 años después, profundamente conmovidos y honrados de representar a España en Auschwitz-Birkenau”. Frase muy buena, aprendida, seguro, de memoria y con caligrafía real. Lamentable que lo escribiera en inglés. El protocolo marcaba sobriedad y Letizia lo cumplió vistiéndose de negro de pies a cabeza. La periodista llevaba un abrigo largo, un pañuelo al cuello para protegerse del frío, guantes de cuero y, lo más comentado, una diadema XXL de terciopelo de la sombrerera sevillana Nana Golmar sobre un moño de bailarina.
Una visita que llega cinco días después del V Foro Mundial del Holocausto, que ha tenido lugar en Jerusalén y que ha reunido a mandatarios de todo el mundo. Entre ellos, los reyes españoles. Con discurso del jefe del Estado incluido, que no ha estado exento de polémica.
Y la polémica viene porque España tiene miles de víctimas asesinadas en los campos de concentración nazis. La mayoría, republicanos exiliados después de la Guerra Civil y represaliados, con el visto bueno del franquismo, en la Segunda Guerra Mundial. Así que cualquier ciudadano podría pensar que, cuando Felipe VI subió al atril del Foro del Holocausto en Israel, haría alguna mención a los españoles muertos. Pues nada de nada. Ni una palabra. El rey de España habló durante casi 3 minutos y no se acordó en ningún momento de los republicanos asesinados. Un detalle bastante importante que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Historia se ha encargado de señalar y denunciar: Felipe de Borbón participa en el 5th World Holocaust Forum y en su discurso no menciona a los 9700 republicanos españoles deportados a campos nazis por las gestiones del dictador Francisco Franco. El silencio también es una forma de negacionismo.
El Borbón podría aprovechar el luto que arrastra de Auschwitz y pasearse por Albatera (Alicante), el campo de concentración más importante de la España de la posguerra, con hasta 16 000 personas internadas. Este campo se puso en funcionamiento con los republicanos que, perdida la guerra, esperaban en el puerto de Alicante para abandonar España. Allí fueron a parar, una vez acabó el conflicto bélico, destacados cargos republicanos, alcaldes, militares o artistas que se habían quedado sin billete en el último buque que salió de Alicante camino del exilio, el Stanbrook. A partir del 1 de abril de 1939, y hasta que Franco ordena su cierre el 27 de octubre de ese año, “pasó a ser un campo de concentración puro y duro”. El expreso Narciso Julián revela: “Yo pienso que el campo de Albatera tenía una semejanza con esos campos de exterminio, aunque quizás lo que tenía era menos estructura, porque esto era muy artesano en todo”. Felipe VI daría un ejemplo histórico si visitara, al menos el solar, y tuviera allí unas palabras como las de Auschwitz.
Aprovechando la escena de los republicanos que se quedaron sin billete no quiero terminar la gacetilla sin citar estas palabras conmovedoras de Max Aub en su libro Campo de los almendros (1968):
“En el puerto:
– Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides, hijo, no lo olvides nunca pase lo que pase, son lo mejor de España, los únicos que, de verdad, se han alzado, sin nada, con sus manos, contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia, si dinero. Estos que ves, españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todavía en escapar, son, no lo olvides, lo mejor del mundo. No es hermoso. Pero es lo mejor del mundo. No lo olvides nunca, hijo, no lo olvides”.
Nota: “Campo de los Almendros” se llama así por la gran explanada poblada de almendros junto a la ciudad de Alicante donde fue improvisado un campo de concentración en el que recluir a los capturados en el puerto.
Fuente → elliberalescandalizado.wordpress.com
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