

Nazismo legal en la España de hoy:
Aníbal Malvar
Aníbal Malvar
Nos cuenta Danilo Albín
en este mismo periódico la historia de Alianza Nacional, el único
partido español que se dice abiertamente nazi y que califica el
Holocausto judío de «holocuento». Como ya habrá adivinado cualquier
lector conocedor de nuestra querida España, la AN es una formación
totalmente legal y avalada por nuestro Tribunal Supremo (Gaspar Llamazares
los denunció hace seis años y alto tribunal pasó de todo: la ley de
partidos no está redactada para inmiscuirse en las creencias nazis,
fascistas, franquistas o negacionistas de nuestra casta derecha: eso lo
dejó bien atado aquella acémila sanguinaria nacida en Ferrol y muerta en
la cama de nuestra vergüenza).
Entre las perlas intelectuales que recoge Danilo Albín en su artículo, destaca esta del líder de la AN, un tal Pedro Pablo Peña,
que viene a afirmar que el holocausto «ha servido para demonizar un
período histórico –el III Reich–, un movimiento –el Nacionalsocialismo– y
a un estadista –Adolfo Hitler–, que son la vacuna
frente a ese virus judío». No os la cojáis con papel de fumar para ver
en este aserto delito de odio, banda de maricon@s.
Es normal que la AN pueda soltar sus simpáticas arengas con impunidad
en este plácido país, cuyo principal árbol genealógico nace en Francisco Franco
(aliado de Hitler) y alcanza la democracia bajo la batuta de un borbón
colocado por el dictador, un ex jefe del Movimiento como Adolfo Suárez, y un ex ministro franquista montaraz llamado Manuel Fraga,
que fundó AP y fue presidente de honor del Partido Popular hasta su
triste deceso. El mismo Fraga que, tras asesinar la policía al
estudiante Enrique Ruano en 1969, llamó a la familia del recién fallecido para que dejasen de armar jaleo con esta finísima advertencia: recuerden que también tienen una hija. Con estos mimbres, ¿cómo pachasco no nos iba a salir una democracia ejemplar?
Siendo presidente de la Xunta, Fraga siguió haciendo naziciencia. En 1994, el gobierno gallego del PP compró y distribuyó
en bibliotecas públicas 300 ejemplares de un libro de Juan Luis Beceiro
que afirmaba que «no se ha encontrado documento alguno que pruebe que
los alemanes tuvieron la intención de realizar tal genocidio ni que se
haya ejecutado plan alguno referente a ese exterminio […]. A los
alemanes les ha tocado padecer una leyenda casi tan negra como la que
padecemos los españoles». El epílogo de la obra, por cierto, fue escrito
y firmado por el propio Fraga.
En 2003, mientras se negaba presupuesto para exhumar a los rojos de las fosas, el Gobierno de José María Aznar
financiaba la repatriación de una treintena de miembros de la División
Azul que habían muerto luchando para el III Reich. Cuestión de lesa
humanidad. Eso no era reabrir heridas, capullos.
Ahora que hemos abrazado con anglopaletismo la expresión fake news para calificar simples mentiras, tralará, tendríamos que acuñar la de fake silence
para explicar la actitud institucional y educacional ante nuestra
historia durante estos últimos 40 años. Esa que justifica ante los
tribunales la existencia subvencionada de la Fundación Francisco Franco,
la impunidad del negacionismo de la AN y las barbaridades neofascistas y
troglorracistas de Vox. Al fin y al cabo, nuestra democracia nace
amamantada por partidos franquistas (UCD y AP) y silencionistas
(PSOE).No sé por qué nos quejamos del PIN Parental de Vox, cuando en
nuestros colegios llevamos cuatro décadas desestudiando nuestra Historia
con un PIN gubernamental y judicial que nos ha convertido en unos
deliciosos ignorantes . Todo atado, mi caudillo, y en lo alto, José
Antonio, las estrellas.
Fuente → blogs.publico.es
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