Republicanos detenidos en la plaza de toros de Santander
EL REY Y SU HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DE AUSCHWITZ:
Félix Población
Gracias al documentado trabajo de investigación llevado a cabo por el periodista Carlos Hernández, sabemos desde el año pasado que la dictadura franquista esparció por España un centenar de campos de concentración más de los que un estudio anterior cifraba en 188.
Este trabajo, obra de Javier Rodrigo, calculaba que el número de víctimas mortales en esos campos estaba en torno a las 10.000, debido a las miserables condiciones en que vivían internados los ciudadanos que defendieron el régimen republicano del 14 de abril de 1931 del fascismo: hambre, frío, torturas y enfermedades, con una gran mayoría de internos realizando trabajos forzosos en condiciones de esclavitud.
Hernández cifra el número de campos de concentración en casi 300 y estima que en solo 15 de esos lugares el número de muertes ronda los 7.000. Así se puede leer en el libro Los campos de concentración de Franco, por donde pasaron -según su autor- entre 700.000 y un millón de españoles, con un tiempo medio de estancia de cinco años.
A falta de lugares que señalen en la memoria de nuestro país las penalidades de quienes padecieron aquella ignominia (se cometió un auténtico memoricidio derribando la cárcel de Carabanchel o la plaza de toros de Badajoz como escenarios de tortura y masacre), España necesita otro Jefe del Estado.
El deseable es aquel que valore por fin nuestra memoria democrática y no solo rinda homenaje a las víctimas del campo de exterminio nazi de Auschwitz, como hizo ayer Felipe VI, sino que eluda herir en sus discursos de fin de año la sensibilidad de todos aquellos conciudadanos que buscan verdad, justicia y reparación para las víctimas de una dictadura para cuya imposición durante casi cuatro décadas fue determinante el apoyo del nazi-fascismo en la guerra incivil. (Vuelvo a recomendar para mayor información el libro del historiador Ángel Viñas ¿Quién quiso la Guerra Civil)
El deseable es aquel que valore por fin nuestra memoria democrática y no solo rinda homenaje a las víctimas del campo de exterminio nazi de Auschwitz, como hizo ayer Felipe VI, sino que eluda herir en sus discursos de fin de año la sensibilidad de todos aquellos conciudadanos que buscan verdad, justicia y reparación para las víctimas de una dictadura para cuya imposición durante casi cuatro décadas fue determinante el apoyo del nazi-fascismo en la guerra incivil. (Vuelvo a recomendar para mayor información el libro del historiador Ángel Viñas ¿Quién quiso la Guerra Civil)
Fuente → diariodelaire.com
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