Javier Cercas, el bien pagao
 

Javier Cercas, el bien pagao: Arturo del Villar
A Cuco Cerecedo, cronista taurino y deportivo, lo han convertido en héroe porque murió repentinamente en acto de servicio. La Asociación de Periodistas Europeos concede anualmente un premio con su nombre, dotado con 24.000 euros gracias al mecenazgo del BBVA. El correspondiente a 2919 se lo entregó el 28 de noviembre su majestad el rey católico nuestro señor Felipe VI al cortesano servilón Javier Cercas, por el artículo titulado “¿Para qué sirve hoy la República?”, publicado el 13 de enero de este mismo año en El País Semanal, en su sección “Palos de ciego”, un título muy acertado, aunque ofensivo para la Organización Nacional de Ciegos.

Qué bien viven y beben los monárquicos y su rey.

El rey leyó un discurso en el que le hizo decir muchas mentiras el escriba,  según puede comprobarse en la página web de la Oficina de Información de la Casa Irreal. Por ejemplo, en su descripción del reino borbónico instaurado por la decisión omnímoda del dictadorísimo para perpetuar su régimen genocida contra el pueblo español sin posibilidad de expresar nuestra opinión:

Un país en el que la libertad de prensa constituye uno de los pilares imprescindibles de nuestra democracia.

Lo refutan, por citar solamente los casos más resonantes, los dibujantes de la revista El Jueves condenados el 18 de julio de 2007, los periodistas de Gara y Deia condenados el 17 de diciembre de 2008, Amadeo Martínez Inglés condenado el 21 de marzo de 2013, Marisol Moreno condenada el 25 de enero de 2016, o Ernest Bru condenado el 14 de marzo de 2016, todos por el supuesto delito de “injurias a la Corona”, para no mencionar a los cantantes o artistas plásticos condenados por el mismo presunto delito. La monarquía fascista no respeta la libertad de Prensa ni la de cantar ni la de pintar o esculpir. Tampoco la de opinar, según demuestran las numerosas condenas por quemar públicamente fotografías de la familia irreal, o por silbar y pitar en los actos a los que acude, la única manera de opinar sobre la monarquía del 18 de julio impuesta de que disponemos sus vasallos forzosos.
EL REY ESTÁ MUY GRAVE

Después su majestad leyó lo que le entregó el escriba con referencia ya en concreto sobre el premiado, y declaró con ese tono campanudo que debe de parecerle muy convincente para sus cortesanos:

La escritura de Cercas nos libera, podría decirse, del ruido que a veces nos impide distinguir lo verdadero de lo falso, lo cierto de lo infundado.

Según esta confesión, no escrita por el rey, pero aceptada, puesto que la leyó en público, el ruido, que es un mal endémico de Madrid, le provoca tales efectos perniciosos que nublan sus facultades mentales. Ahora se entiende por qué está el reino como está, con un monarca incapaz de distinguir lo verdadero de lo falso debido a las alucinaciones causadas por los ruidos de la Villa y Corte. No resulta nada sorprendente, ya que la dinastía borbónica se ha nutrido con tarados desde su iniciador en España, Felipe V, tan loco que se paseaba desnudo pegando aullidos por el palacio y tuvo que mandar encerrarlo su mujer, para gobernar ella. Es el predecesor de nuestro amo y señor el rey actual Felipe VI de Borbón, que heredó el nombre de él, y la borbonidad, como es obligado, con todas sus consecuencias.

Espero que alguna vez me toque la lotería, para reeditar el documentado ensayo de Gonzalo de Reparaz (hijo) Los borbones de España. Historia patológica de una dinastía degenerada, editado por Javier Morata en 1931 con 298 páginas interesantísimas. Si en este reino existiera la libertad de imprenta podría convencer a algún editor para que vuelva a publicarlo, pero en las circunstancias actuales eso es impensable. Ya tengo el billete para el sorteo del día 22. Si es el de la suerte, prometo regalar ejemplares a quienes quieran leerlos, que no busco el dinero, a diferencia de lo que hace Cercas a costa de su honorabilidad. 

Siempre según la información de la Casa Irreal, también aseguró nuestro rey y señor que “Javier Cercas escribe con letra propia”: pues claro, vaya descubrimiento más ingenuo, él no tiene un escriba a sueldo, como otros, de modo que escribe él mismo, y es lógico que lo haga con su letra propia, no con la de otro. Esto es elemental, pero el escribe no lo entiende. ¿Quién contratará a estos escribas carentes del sentido común? Y para finalizar amistosamente, despojado del peso de la púrpura real, su majestad agradeció al premiado que sea tan buen cortesano servilón:

Quiero agradecerte, Javier, el sentido final, la razón última del artículo artículo [bis en la página oficial]  “¿Para qué sirve hoy la República?”, que escribiste en El País Semanal el 13 de enero de este año.

Lo ha cobrado muy bien por 24.000 euros, es el bien pagao del periodismo actual. Solamente Blasco Ibáñez cobró más por un artículo en sus buenos tiempos. Con la diferencia de que Blasco Ibáñez denunciaba las malandanzas de su Borbón, el perjuro Alfonso XIII, desde la libertad del exilio, ya que entonces tampoco se respetaba la libertad de Prensa en España.

LAS IDEAS ACERCADAS

El infecto artículo sin valor tasado en 24.000 euros demuestra que Javier Cercas está tan enfermo como su rey, tal vez a causa también del ruido o de alguna deficiencia de nacimiento. Si no lo estuviera no sería capaz de escribir estos disparates:

Nuestra monarquía es democrática, es decir, una monarquía basada en los principios republicanos y por tanto heredera en la práctica de la última democracia de nuestro país, la II República.

Éste aspira a ser académico de la Española, ese aquelarre de descerebrados que en el Diccionario de la lengua española definen a la República como “lugar donde reina el desorden”. Los académicos numerarios y este aspirante a serlo son incapaces de entender que una monarquía en la que reina con carácter vitalicio y hereditario una persona perteneciente a determinada familia, es inconciliable con una República en la que cada determinado plazo el pueblo elige libremente a la persona considerada más idónea para presidirla, y concluido el plazo se celebran nuevas elecciones presidenciales. Eso es lo que se hizo durante la II República.

Absolutamente nada pudo heredar de ella la actual monarquía, que es heredera solamente de la dictadura fascista derivada de la guerra organizada por un grupo de militares monárquicos sublevados precisamente contra la legalidad republicana. Esta monarquía fue instaurada por el dictadorísimo mediante la Ley 62/1969, de 22 de julio, por la que se provee lo concerniente a la sucesión en la Jefatura del Estado, publicada en el Boletín Oficial del Estado al día siguiente, páginas 1167 y 68. Fue aceptada ese mismo día 23 por Juan Carlos de Borbón y Borbón, designado sucesor a título de rey por el dictadorísimo, a quien aquella tarde le juró lealtad y fidelidad a sus leyes genocidas contra el pueblo español. Es, por tanto, la única herencia recibida por esta dinastía fascista impuesta por la fuerza. 

Es imposible que desconozca esta historia Cercas. Tenía entonces 7 años, pero su padre falangista se la habrá contado para adoctrinarle bien en sus ideas, y es probable que la haya estudiado en la Universidad. Un golpe de Estado militar no puede dar lugar a un Gobierno legítimo, por lo que la instauración de la monarquía fascista fue un acto ilegal e inaceptable.

LA ACCIÓN DE LA REPÚBLICA

Se planteaba este futuro académico de la mala lengua, con su letra propia, como explica su protector real, esta pregunta para que la respondieran sus lectores, y yo voy a hacerlo ahora con la autoridad proporcionada por una cita incuestionable:

¿Trocar sin más la monarquía por una república serviría para convertir España en un país más libre, más justo, más igualitario y más próspero?

Sí, con toda seguridad, aunque solamente fuera porque al no haber rey no sería posible censurarlo en los escritos o las canciones o las obras pictóricas o escultóricas, y en consecuencia los magistrados dinásticos no podrían condenar a nadie por el delito de pensar, como lo hacen ahora. 

No debe tener la última palabra este lacayo monárquico, por lo que voy a copiar un fragmento del discurso pronunciado por Manuel Azaña en Valencia el 4 de abril de 1932, tomado de sus Obras completas, volumen 3, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2007, páginas 323 y siguiente:

Yo decía en el mitin de la plaza de toros del año 30 en Madrid, donde comparecimos los directores del movimiento republicano: “La República no hace felices a los hombres.” Con esto me oponía a la propaganda paradisíaca, a la propaganda que promete al pueblo con el cambio de régimen una felicidad completa, porque no se pueden hacer promesas que, al no cumplirse, traen luego el desengaño y la protesta. La República no hace felices a los hombres; lo que les hace es, simplemente, hombres. Porque un hombre sin libertad no merece este título, y el haberos dado la libertad, el haberos dado a vosotros mismos la libertad con el esfuerzo del año pasado, os ha constituido en hombres; pero el hombre, amigos míos, es una categoría muy difícil de llevar. No todos son hombres porque se lo llamen. El hombre es una responsabilidad, una voluntad en funciones, un propósito histórico de conseguir cuanto se mira de interés nacional. Y a esto es a lo que yo continuamente, rudamente, con la aspereza buscada y didáctica que yo me he impuesto en mis propagandas políticas, os incito ardientemente. Somos hombres, seamos hombres, seamos españoles, seamos dignos de nuestra historia.

No podemos serlo bajo la monarquía del 18 de julio, heredera de la dictadura fascista que la instauró. Las ideas acercadas se hallan tan alejadas de las azañistas que se encuentran en las antípodas. Claro está que él dirá que gracias a las suyas ha ganado 24.000 euros, aunque sea el salario de la vergüenza para quien la tenga, que no es el caso.

ARTURO DEL VILLAR
PRESIDENTE DEL COLECTIVO REPUBLICANO TERCER MILENIO

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