Nunca antes había disparado ni empuñado un arma, hasta que llegó a Siria para luchar junto a los kurdos "contra el fascismo del Estado Islámico y Turquía"
El antifascista español que lucha contra el Estado Islámico en Siria: Se hace llamar ‘Demhat’, pero no es su verdadero nombre. Lo lleva en honor a un compañero miliciano caído en combate. Es español, anarquista y antifascista, supera la treintena y nunca antes había disparado ni empuñado un arma, hasta que llegó a Siria para luchar junto a los Kurdos “contra el fascismo del Estado Islámico y Turquía”.
La diferencia, aunque parece sutil, no lo es tanto. En Estados Unidos y Europa el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), fundado bajo idas comunistas y anarquistas y actualmente basado en el sistema de confederalismo democrático, es considerado una organización terrorista. Luchar junto a él supondría para los milicianos españoles enfrentarse a su regreso a una posible condena de 30 años de prisión por delitos de terrorismo.
Miliciano de las Fuerzas Guerrilleras Populares Revolucionarias Internacionales (IRPGF) luchando en la ciudad siria de Tabqa. | Foto: IRPGF
Fue al Kurdistán para formar parte del Batallón Internacional de Liberación, una unidad compuesta de milicianos extranjeros e inspirada en las Brigadas internacionales que participaron en la Guerra civil española de 1936 en defensa de la II República española contra los sublevados.
Allí combatió mano a mano con los peshmerga, los combatientes kurdos armados y cuyo nombre significa, literalmente, “aquellos que enfrentan la muerte”. Él también se enfrentó a la muerte, es más, algunos compañeros, como Demhat, cayeron en el campo de batalla.
Milicianos del Batallón Internacional de la Libertad (Rojava) | Foto: Fuerzas Guerrilleras Populares Revolucionarias Internacionales (IRPGF)
Otros, aunque vivos, no pueden regresar a sus países de origen, allí la justicia los persigue. Este miliciano español ha conseguido esquivarla, por el momento. “Siempre he tenido un perfil muy bajo”, me dice. “Es la primera vez que me presto a venir a un acto de este estilo”.El documental de Barber recoge los testimonios en primera persona de algunos milicianos extranjeros que han plantado cara al grupo terrorista y que ahora, tras la invasión de Rojava por parte de Turquía, se han visto forzados a regresar a sus países de origen, donde han tenido que hacer frente a persecuciones judiciales y, a veces, al descrédito social. Duras condiciones que han llevado a más de uno a quitarse la vida.
Fuente → theobjective.com
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