De cómo el franquismo mintió acerca de la bomba yanqui en Palomares y del famoso baño de Fraga en la playa

De cómo el franquismo mintió acerca de la bomba yanqui en Palomares y del famoso baño de Fraga en la playa:

El suceso

El día 17 de enero de 1966, sobre el cielo de Palomares, una aldea almeriense próxima al Mediterráneo, dos aviones militares norteamericanos, un B-52, prototipo de bombardero estadounidense utilizado para devastar las selvas vietnamitas, y el avión nodriza que le abastecía de combustible en pleno vuelo, chocaron entre sí y cayeron a tierra en medio de una gigantesca bola de fuego. De las cuatro bombas atómicas de hidrógeno que portaba el B-52, dos se rompieron al estrellarse contra el suelo lo que provocó una grave contaminación de uranio y plutonio.

Resulta que el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos acaba de dictaminar que los veteranos que han desarrollado enfermedades tras estar expuestos a la radiación ionizante mientras limpiaban el desastres tras la caída de cuatro bombas nucleares en Palomares (Cuevas de Almanzora, 1966) tienen todo el derecho que les otorga su estado para demandar por beneficios por discapacidad por sus enfermedades. Previamente, y durante las últimas décadas, a todos ellos se les negaron los beneficios por discapacidad.

Muchos años después

Encabezada por el veterano Víctor Skaar, un sargento jefe de la Fuerza Aérea retirado que participó en la limpieza, la demanda fue colectiva. Skaar desarrollóleucemia y entiende que está relacionada con la exposición a la radiación. En su momento, le dijeron que su nivel de exposición estaba muy por debajo del nivel requerido para causar una discapacidad y la Junta de Apelaciones de Veteranos negó su reclamo.

Akaar se ha pronunciado a este respecto: “Estoy feliz de que la resolución del tribunal signifique que puedo seguir luchando por el reconocimiento junto a mis compañeros veteranos de Palomares, muchos de los cuales están demasiado enfermos para luchar solos. He estado luchando en esta batalla desde que tenía 45 años y espero que la decisión del tribunal finalmente me permita, a la edad de 83 años, recibir beneficios por mis numerosas enfermedades relacionadas con la radiación, incluido el cáncer”.

Aclarado esto, se debe subrayar que, como ya se sospechaba, el discurso mantenido por Manuel Fraga (entonces ministro de Turismo) y por el aparato franquista era mentira.

No cabe duda de que el famoso baño de Fraga y algún otro deleznable individuo, entre los que se encontraba el embajador yanqui, en la playa (supuestamente afectada, para negar que hubiera ningún tipo de problemas para la salud de los habitantes de la zona) era otra de sus muchas mentiras. La playa donde se baño Fraga era otra que, aunque probablemente cercana, no estaba afectada por el accidente.


Fuente →  insurgente.org

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