¿Que significa realmente el Fascismo?

¿Que significa realmente el Fascismo?: El fascismo, nacido en Italia, lo definió el propio Benito Mussolini, político, periodista y militar nacido en Italia. Lideró un régimen totalitario en el período que se ha dado a conocer como fascismo italiano, y que correspondió cronológicamente, al período conocido como entreguerras, es decir, entre 1919 y 1939, cuando estalla la Segunda Guerra Mundial.

No obstante, el ascenso del fascismo en Italia se sitúa entre 1925 y 1939.

Los fascistas formaron parte del sistema político del siglo XX. Caracterizado, entre otros aspectos, por su condición autoritaria, nacionalista, totalitaria, militarista y anticomunista. El propio Mussolini, fascista reconocido, propuso el fascismo como una vía paralela al liberalismo y al comunismo que estaban en pleno ascenso.

Benito Mussolini, siendo director del periódico Avanti, medio que históricamente ha sido del partido socialista italiano, explicó con detalles su condición de tener toda la vida siendo socialista internacionalista.

Sin embargo, al comenzar la guerra se dio cuenta de que todos los partidos socialistas también eran internacionalistas, y que debieron velar por que los obreros de todas las naciones no debían matarse entre sí, en su lucha por los mismos derechos. A partir de esta disyuntiva, se convirtieron en socialistas nacionalistas; por lo que, justamente, la base fascista es el socialismo nacional.

Características del fascismo

Es una ideología que surgió en el período de entreguerras
El fascismo es totalitarismo, es decir, la construcción y supremacía del Estado como objetivo primordial de la sociedad, lo cual está incluso por encima de los derechos de los ciudadanos.
Rechaza la democracia, pues le adjudican a este sistema político de gobierno ser culpable de no haber evitado la guerra y la crisis económica. Por ello, propone el establecimiento de un partido único y la supresión o eliminación de los opositores políticos.
El fascismo como movimiento de masas, buscaba anular cualquier tipo de individualidad. Todas las decisiones eran tomadas desde el poder y solo aceptaban el apoyo a las ideas y acciones, por lo que las opiniones de disenso eran execradas, y perseguidos sus partidarios.
Otras características de los fascistas es que su simbología era netamente militar. Esta era exhibída en todos los estamentos, civiles o militares, y terminó invadiendo y penetrando la vida social, civil y política.
Como en todos los totalitarismos, el fascismo ostentaba a un líder carismático. Este era Benito Mussolini, quién ejerció la presidencia del Consejo de Ministros Reales, desde diciembre de 1922, logró la disolución del parlamento y asumió el mando del Estado itálico.
Además, dirigía el partido socialista italiano mediante el cual se le rendía culto a su personalidad.
Era un movimiento político nacido del seno del poder que ostentaba Mussolini, y era antiliberalismo, antimarxismo y anticapitalismo.
También el sistema fascista estaba signado por el nacionalismo, el racismo y el expansionismo.

De allí que en la actualidad exista un grave problema conceptual al querer señalar a la oposición de un gobierno como movimientos fascistas. Nada más lejos de la realidad, por cuanto el fascismo viene desde el poder y va en contra de toda disensión, hasta el punto de perseguirla, hostigarla y, de ser posible, eliminarla.

Benito Mussolini y Adolf Hitler

Tampoco es correcto ni sensato esgrimir que el fascismo es de la derecha política, pues el fascismo surgió del socialismo nacionalista, asociado a la izquierda política.

Esta clasificación agrupa a las posiciones que defienden la igualdad social, es decir, doctrina que busca la organización de la sociedad bajo la dictadura del proletariado, cuyo objetivo es sentar las bases del comunismo y encargarse de la administración de la economía bajo el modo de producción “socialista” centralizado.

Mientras que la derecha política supone que las diferencias sociales existentes son una condición inevitable y natural de toda sociedad.

Bases sociales del fascismo

Siempre está latente la pregunta acerca de por qué surgen movimientos políticos que llegan a ser una tragedia histórica, tal como ha sido el fascismo y el nazismo. Las explicaciones sobran, y, en el caso fascista se consideran como las bases sociales que promovieron su surgimiento las que mencionaremos:

Los fascistas conformaron un movimiento de masas con elementos muy diferentes, como por ejemplo los partidarios fascistas donde estaban los militares activos y los excombatientes de la primera guerra mundial que no encontraron asidero en la nueva situación de postguerra.
Entre los partidarios estaban los militares y excombatientes que no se adaptaban a la nueva realidad de postguerra
La presencia y aumento de los jóvenes descontentos que estaban en contra de la democracia porque no había dado respuesta ante la crisis económica.
Existían las clases medias cuyo descontento había comenzado cuando fueron perdiendo su poder adquisitivo debido a la hiperinflación y a la crisis económica.
Una clase trabajadora esperanzada en que el fascismo lograría disminuir los niveles de desempleo.

Mussolini y los laboratorios rusos fascistas

Muchos analistas políticos e intelectuales de todas las áreas, han comparado el socialismo nacional como el que prevaleció en el partido Nazi, diminutivo de la nacional socialista, lo cual deja claro que el fascismo es lo más parecido al socialismo.

Una visión socialista se fundamenta en la visión económica intervencionista por parte del Estado, en el miedo a la libertad y en su intento del control total de la sociedad; sin embargo, en el caso del fascismo está más acentuado el factor nacionalista, que no era tan marcado en el socialismo de esa época.

Otra opinión de expertos explica que el fascismo no puede entenderse sin dos personajes como son Mussolini y Hitler, cuyos partidos socialistas conjugaron elementos violentos como los de los bolcheviques (grupo político radical del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia), los mencheviques (fracción moderada del POS de Rusia), por lo que Rusia se convirtió en el laboratorio de todos los socialismos, de todos los fascismos y de donde surgieron diversas variantes.

Cuando se dice que la derecha tiene ideas neoliberales fascistas, es un contrasentido, pues el neoliberalismo es netamente la limitación de la intervención del Estado en los asuntos económicos y jurídicos, mientras que el fascismo, ya se ha dicho, es todo lo contrario, es el afán de controlar todos los estamentos de una sociedad a través de la imposición de la autoridad.