Las familias aún se preguntan: ¿por qué se ensañaron con ellos?

Valderas. Memoria de un exterminio. Una, Grande y Libre masacre que quedó impune (IV)

Cuarta y última parte de los artículos de Miguel García Bañales que recogen su investigación sobre las detenciones, los encarcelamientos, las torturas, los fusilamientos, los paseos. El exterminio en Valderas.

Las familias aún se preguntan: ¿por qué se ensañaron con ellos?: El día 21 de julio el capitán de la Guardia Civil de Valencia de Don Juan, Arturo Marzal, que mandaba también en Valderas, se incorpora con toda la fuerza a su mando a León. Será el jefe de la prisión de San Marcos. Este dato creo que es transcendente para lo que ocurre después.

El 6 de agosto se comenzará la causa 349/36 en la cual se integrarán a todos los detenidos, excepto Falconerín, y los que se dan como desaparecidos en Valderas, que veremos después. En total detienen a 182 personas, más las 8 de Valderas sin referenciar, da un global, incluyendo a Falconerín, de 191. Todos estarán en Astorga excepto 19 que estarán en San Marcos, 1, Fructuoso Valverde, en Valderas. Creo que alguno de los desaparecidos lo fueron estando presos en Valencia de Don Juan. Se abre la causa en León por una denuncia de 5 de agosto de 1936 de Luis Fernández y Jonás García contra Victoriano, Doroteo Toral Martínez, Jesús García López y Jose López Cabo. Simultáneamente pedirán los denunciantes la libertad de los “200” detenidos en León, Astorga y Benavente, ya que dicen que fueron arrastrados por los anteriores. Como vemos ni ellos mismos ven la revolución, ninguno de los denunciados se encontraba en Valderas el día 20, cuando se subleva León.

Los detenidos llevarán, como he dicho, dos vías, una Benavente-Astorga y otra Valencia de Don Juan-León. Las detenciones correrán en el tiempo, alguna se hará en agosto, alguno estará escondido hasta años más tarde. El cuartel de Santocildes de Astorga no está preparado, inicialmente están los detenidos de Astorga y en el tiempo llegarán los detenidos del Bierzo y de parte de la provincia. La prisión ya organizada ocupará dos partes de las cuatro del cuartel en sus 1ª y 2ª plantas completas, llegando  a tener cerca de 5000 presos en 1940. Tendrá cocina propia, capilla y enfermería en la primera planta, para el paseo se utilizará el patio secundario del cuartel. Pondrán rejas en todas las ventanas (en el 34 fueron disparados los presos que se asomaban por éstas, y alguno falleció). Tapiarán las galerías con ladrillo dejando un espacio pequeño por arriba, seguramente para que no pasara como en el 34 que algún preso se tiró. La vigilancia externa la harán los soldados con una guardia propia de la prisión. La interna estará cubierta por falangistas que les daban muy mal trato, especialmente en las noches. Los servicios serán cubiertos por los propios presos. Los que no tenían colchonetas sino las llevaban las familia dormirían en el suelo, quizás encima de paja, y con unas mantas que les daba la prisión. Sus necesidades las harían en los retretes de cada nave y de noche seguramente en unos cubos. Algunos presos una vez libres dirán como sentimiento profundo y desgarrador que venían de la “escuela”. La presión religiosa y política fue durísima.

El 27 de julio fallece Falconerín en la prisión de San Marcos a las 16.00 horas por inhibición cardíaca. Hay referencias de que  fue torturado y que se le veía colgado de los brazos. El maestro Manuel Castellanos, que se pasó al lado republicano, contará en un artículo publicado, que a Falconerín le daban 30 latigazos todos los días (seguramente por eso lo veían colgado de los brazos) y lo mataron a garrote. Dice también que le sacaban sangre con una jeringuilla todos los días hasta que murió. Ante los asesinos clamaba: ¡Que le dejaran vivir ya que tenía 7 hijos! La última nacerá póstuma.

Parece que con Falconerín se inician una serie de torturas con el objetivo de encontrar los explosivos y las pistolas desaparecidas. Parece claro que el objetivo tambien es amedrentar al resto de los presos. En estas fechas desaparecerán de Valderas 7 personas, asesinando a una en el pueblo, como veremos después. Seguramente los tuvieron en Valencia de Don Juan y más tarde los llevaron a San Marcos (a alguno al cuartel de Falange localizado allí), de ello hay referencia de dos, Simón Modino y Emerenciano Gallego. Al resto los pudieron asesinar en cualquier sitio. Teodomiro Alonso, Aureliano del Amo y Quintín García desaparecen juntos en los primeros días. A Teodomiro le tenían muchas ganas, Quintín fue el que disparó sobre el cabo de la Guardia Civil, de Aureliano no se nada, es probable que lo confundieron con otro Del Amo, su hermano Fermín, que sí se mostró muy activo en esos días. Fermín será condenado a muerte, conmutado y trasladado al Fuerte de San Cristóbal (Pamplona). Morirá en la famosa fuga. Probablemente estos tres últimos estén en el cementerio de Jabares, en una saca del 12 de agosto de 1937.

A finales de julio seguramente, meten en un camión a unas 20 mujeres para llevárselas de Valderas. Cuando cargan el camión está presente el joven Paino, luego camillero de guerra y luego practicante del pueblo, que fue a alertar a Ponciano Pérez Alonso, jefe de Falange, que estaba en cama convaleciente. Ponciano ordenó que las bajaran, y al no tener Paino arrojo suficiente para dar la orden, fue el propio Ponciano el que se acercó y lo hizo. Las llevan a la barbería, las cortan el pelo, las obligan a ir con la cabeza descubierta, tienen vara alta para escupirlas e insultarlas. Seguramente les dieron ricino, las vejaron, … esto lo confirma Castellanos, también habla de violaciones.

Probablemente eran Florinda, secretaria Juventudes Socialistas Unificadas; Modesta, corresponsal  de Iskra; Daniela, Socorro, Victoria, Gregoria, Mauricia, Felicitas, María, Regina, Juliana, Julianina, Justina, Lola, Carmen, Florinda e Isidora. Daniela Ortega Vaquero será paseada en los primeros días, dicen que viniendo en el tren de Medina de Rioseco, donde residía, a Valderas, que la bajaron en una estación y que la montaron en un camión, no se la volvió a ver, pudiera estar en las cercanías de alguna estación de ferrocarril de la ruta Medina Valderas. A Braulia Robles, natural de Valderas que vivía en León, en 1938 por comunicar a los presos que los republicanos habían pasado el Ebro, le impondrán 6 años. A María García Cuesta, por espigar sin permiso en 1938, seguramente para comer ella y su familia, la arrestarán acusada por insultar al guarda jurado que le llama la atención, la condenarán a 4 meses de arresto. A Ulpiana Ortega Yagüe la encarcelan tres meses en San Marcos por mediar “no se discute, y en estos tiempos menos” en una pelea de mujeres.

El 10 de agosto se abre una causa contra Gregoria Robles Fernández, 23 años, llamada “La lanas”, “La comunista”, “La libertaria”, “La pasionaria”.  Comprometida con la República, ya que la mujer adquiriría unos derechos y unas libertades que la llevaría a perder la condición de menor. Se la vió esos días alimentando, arengando y animando a seguir, mandando, abasteciendo de armas, siendo acusada de que organizaba a las mujeres y de que además amenazaba e iba armada.


El día 13 de agosto muere en San Marcos Emerenciano Gallego Rodríguez a las 22 horas, el 15, Victoriano López Rubio a las 21 y el 16 Jesús García López a las 21,30. Los tres por paralización cardíaca. Contará el maestro Manuel Castellanos que a Victoriano le grabaron una F y una E en cada mejilla, que le pusieron INRI en la frente, que le cortaron los testículos, que le mutilaron el cuerpo, dirá la trasmisión oral también que le semienterraron el cuerpo dejando el tronco fuera, que murió lapidado y que hicieron exposición pública de su cadáver. También que a Doroteo le molieron los pies y le rajaron un brazo con un machete. La familia de Doroteo dirá que le cortaron las manos.

Seguramente la mayoría de los de San Marcos fueron torturados, pues a diferencia de las de Astorga, las declaraciones serán amplias y minuciosas. Los que faltan de Valderas, si bien hay referencias de Simón en San Marcos, creo que todos, sin incluir a Simón que fue paseado más tarde, son: Teodomiro, Quintín, Aureliano, Restituto, Tomás y Daniela.

Está claro que no mueren en la cárcel ya que no tenían escrúpulos en registrarlos, seguramente algunos fueron paseados en cualquier lugar, incluso cerca de Valderas, el “18 de agosto de 1936” según refiere el maestro Manuel Castellanos. Parece ser que 'Sabas' (¿Laureano?) muere en Valderas al entrar los sublevados, por los disparos de estos.

El día 25 de agosto se denuncia ya en el Cuartel de Santocildes a un cabo y un soldado de intentar sublevarse cuando reciban los reclutas el armamento. Lo cito porque será muy interesante para lo que contaré después.

A finales de agosto comienzan a poner en libertad a algún preso de la cárcel de Astorga, y concretamente el día 31  pondrán a 3.

En Madrid, en Vicálvaro, el día 12 de septiembre de 1936 aparece el cadáver del cura Nemesio García Pérez, que presentaba heridas por arma de fuego. Figurará como desconocido, pero como en Madrid se hacían fotografías de los que aparecían paseados, fue inscrito en junio de 1939. Nemesio era vecino de allí, vivía en la calle Apodaca, probablemente desde que sale del hospital en abril de 1934. Dicen que regresa a Madrid el 15 de julio, seguramente veraneaba en Valderas, para integrarse en las milicias de Falange. Me parece dudoso, ya que los fascistas de Valderas se hubieran organizado de otra manera. Nemesio desconocería la fecha, pues solo la conocía el general Mola y el oficial que envió para comunicarla a Madrid.

El 16 de septiembre descubren una clave escrita en un papel cuando se la da Pacífico Villar a su novia Ángela Aguado, en una visita de presos en el cuartel de Santocildes. El objetivo de la clave es saber como va evolucionando la Guerra. El trasfondo creo que es una futura fuga cuando se den las condiciones adecuadas. Se procesará a Teófilo Álvarez, Pacífico Villar, Vicente Rodríguez, Germelino de Lera y José Gómez Chamorro, los dos últimos no intervinieron prácticamente en los sucesos de Valderas. Creo que los presos pensaban en fugarse, quizás con la complicidad de algún soldado, pues las guardias en las celdas las harán a partir de ese momento los falangistas. Deduzco que Teófilo, al que le acusarán de ser comunista 'subvencionado', si era así estaba bien formado, induce a estos a hacer la clave con el objetivo de fugarse en el futuro y seguramente en esto estaba el maestro comunista Castellanos. También Vicente era veterano comunista. Buscaron personas inocuas  al objeto de despistar, ya que tanto Chamorro como Germelino, al no tener cargos contra ellos, pronto serían puestos en libertad.

A comienzos de septiembre se produce el asesinato de La Salgada de dos personas que estaban segando y una que estaba escondida, se jactarán de ello: ¡Hoy fueron dos conejos y un gazapo! Los fallecidos hoy están referenciados, son: Julián Rodríguez Sastre, Dionisio García Ugidos y Ángel Castaño Vega, éste último de 15 años.

En León, a 28 de septiembre, Gregoria Robles será condenada a pena de muerte, que luego le conmutarían. Gregoria estaba embarazada, el informe del reconocimiento ginecológico es vomitivo. La denuncian un mes más tarde el jefe de milicias de Falange, Porfirio Arteaga, y el secretario de éstas Jesús Mariño, el primero no estuvo durante durante los sucesos, el segundo es dudoso.

También de Valderas como sabemos pasean a Daniela, de ideas avanzadas. En todos los lugares hubo una rosa, o varias, en Valderas fueron Gregoria y Daniela.               

                  
El 3 de octubre se celebra contra “los cinco de Trasderrey” el Consejo de Guerra por lo de la clave y se les condenará a los cinco a pena de muerte. Tras entrar en capilla a las tres de la mañana serán ejecutados el día 9 de octubre a las 06,15 horas en las inmediaciones del cementerio de Astorga. El piquete será una sección, seguramente hicieron un cuadro y los fusilados en la parte libre, con la pared del cementerio al fondo. El pelotón de enfrente, a la orden del oficial, les disparó, después desfilaron delante de los cadáveres. Los disparos se oyen en Astorga, las familias de las personas de izquierdas estarán aterrorizadas.

El 19 de septiembre se produce el sobreseimiento a todos los detenidos menos los  25 procesados, total 142, por lo que se deduce que 23 fueron puestos en libertad antes de esta fecha. Su situación será pasar a preso gubernativo, es decir, dependiente del Gobernador Civil, con éstos harán lo que quieran ya que no están bajo tutela judicial. Se desconoce la fecha que se pusieron en libertad cada uno.

Fructuoso Valverde muere de gangrena senil el 3 de octubre, por una afección cardíaca que tenía. Dirán que la gangrena se la provocó el hecho de que le hicieron andar sobre cristales, estando descalzo, para torturarlo. Habrá problemas con su entierro, ya que la familia solicitará enterrarlo en el panteón familiar que tienen en el cementerio católico, Luis Fernández y otros se opondrán por ser propagandista anticatólico. El problema es que el cementerio civil está en malas condiciones, acordarán enterrarlo en el católico y cuando esté arreglado llevarlo al civil en el plazo que marque la ley.

El 21 de octubre escuchan en la prisión de Santocildes que se están haciendo golpes en la pared de una nave de presos y al investigar aparece un agujero en la misma. Los procesarán por intento de fuga, pero los absolverán. Como destacados estarán Elías Fernández y el maestro Castellanos.

La causa de carácter general de Valderas

A las 16 horas del 15 de noviembre de 1936 se inicia en León el Consejo de Guerra por la causa de carácter general de Valderas. El 16 se producirá la sentencia condenando a muerte a Martín Velado García (alcalde), José López Cabo (1º teniente alcalde), Andrés Carbajo Martínez (concejal), Doroteo Toral Martínez (concejal, secretario IR), Francisco Modino Coto (concejal, vicepresidente IR), Florentino Álvarez García (presidente de la Casa del Pueblo), Eugenio Gallego Rodríguez (presidente CNT), Remigio Callejo Carrera (CNT), Ubaldo Modino Alonso (CNT), Manuel Fernández García (comunista), Fortunato García del Río (soldado).

Condenados a muerte y conmutados: Mariano Martínez Cabezas, Arcadio Fernández García, Pedro Cambero Díaz, Andrés Carriego Callejo, Santiago Guzmán del Campo, Lorenzo Sutil Hernández, Casiano González Fernández, Amando Modino Rueda, Manuel Velado Alonso, Julio García Fernández, Laureano Pérez García, Fermín del Amo García, a todos los llevaron a la prisión de San Cristóbal (Pamplona), los cuatro últimos participarán en la famosa fuga, muriendo en ella. Andrés Carriego se fugará pero se salvará. Amando Modino morirá allí por enfermedad. A Esteban Pastor García, condenado a 20 años de reclusión, también le llevaron a Pamplona. Al absuelto Martín del Campo Garzo lo dejarán a disposición de la autoridad gubernativa, aunque extrañamente lo llevarán a Pamplona también
    

                                               

El 27 de noviembre en el Campo de Tiro de Puente Castro en León serán ejecutados a las 7 horas los once condenados a pena de muerte.

Día 2 de diciembre ponen en libertad a Manuel Castellanos, maestro en Valderas, que se incorpora al Ejército el día 9, más tarde desertará en el Frente de Teruel y cuando los sublevados llegan a Castellón regresará a su pueblo, Mansilla del Páramo, donde permanecerá escondido. Descubierto, será detenido en 1945, procesado y condenado a 12 años. Volverán a procesarlo en 1948 acusado de formar parte de una célula comunista y acabará en Ciempozuelos Madrid, en el psiquiátrico. Puesto en libertad, ya recuperado, ejercerá el magisterio en Castrillo de San Pelayo.

Día 17 de diciembre desaparece Casimiro del Río Salagre en León. Puesto en libertad estando en San Marcos, lo detendrán los falangistas de Valderas, que vivían en León, esa mañana cuando iba con otros que también habían salido de la prisión militar de San Marcos con él. Seguramente lo llevaron al cuartel de Falange en San Marcos y esa misma noche le pasearon. No se registró su muerte en León y dicen que su cuerpo fue calcinado.

                         
A finales de diciembre, el día 31, aunque dicen el día de los Inocentes, parece que se efectúa la saca de San Justo de la Vega, “El Grillo”, llevan a diez, uno se salvará porque se escapará, este era pelirrojo y tenía problemas en los dos pies. En los días siguientes será detenido caminando hacia Valderas. Estando preso le contará su historia a otro preso que era de Estébanez de la Calzada. Por los indicios creo que era Pedro Fernández, fue más tarde paseado, probablemente en el otoño de 1937 en las cercanías de la fosa donde están los que asesinaron cuando se fugó. Seguramente allí también y el mismo día Tomás…Centeno, referenciado como desaparecido en Astorga, pudiera estar también Restituto Rando Montaña, aunque de este no hay referencias de lugar ni de fecha. A finales de los 70 una persona excavará la fosa de San Justo llevándose algún resto, la referencia será que buscaba a su padre y a su tío.

A principios de enero nueva puesta en libertad de presos, el día 1 y el 5, a algunos los procesarán en una nueva causa y volverán a prisión. El 18 de enero de 1937 será fusilado en Puente Castro (León) Victor Carpintero Carpintero. En el mismo sitio y el mismo dia pero del mes de febrero fusilan a Santiago Huelmo Velado.

Día 25 del mes de enero, se produce una saca del Cuartel de Santocildes, aunque dicen que en ese momento están en San Marcos, y el asesinato  de seis personas (también dicen siete) en Cabreros del Río, al norte de Valencia de Don Juan, al lado de un puente. En Cabreros no aparecen indicios de esta fosa, aunque hay referencias de personas de Valderas, las fechas de fallecimientos descartan que estén ahí. Creo que seguían en Astorga, y seguramente fueron paseados en Estébanez.

En una de estas dos sacas, si no hay más, requieren en la prisión de Santocildes a Tomás Fonseca Martín. Su padre Tomás Fonseca Gago saldrá por él, produciéndose uno de los episodios más generosos de un padre hacia un hijo, aunque de otra manera esto se produjo en más ocasiones, incluso sin ser familia.

En Astorga, seguramente en Estébanez, el 18 de febrero de 1937 será paseado Esteban del Campo García.

En León a 26 de abril de 1937 se fusilará en Puente Castro por causa judicial a Norberto Soto, Avelino Benayas y Mariano García Vecino.

En Astorga el 2 de febrero de 1938 fusilarán a Porfirio Guzmán Primo. El último fusilado de Valderas será en noviembre de 1941, el 19, Luis de Prada Macía en Puente Castro, parece que en este momento ya no existe San Marcos como prisión ya que procede de la prisión provincial.

Además de los descritos, aproximadamente hasta 79 serán fusilados en León y Astorga, paseados en distintos pueblos de la provincia o fallecidos como consecuencia de la Guerra. Como el caso del maestro Tomás Toral Casado, que lo fue en Villadangos del Páramo. También en Fresno del Camino Luis Pérez Luengos y  en La Virgen del Camino Jesús Gaspar Fuentes. Simón Modino Coto, desaparecido en San Marcos el 14 de octubre de 1936, probablemente esté en Villadangos o en Izagre. La familia Pastrana, a Ciriaco padre probablemente lo pasean en Oseja de Sajambre, sus dos hijos Ángel y Ciriaco morirán a la entrada de los sublevados en Asturias. Celestino González Vaquero dicen que fue desmenbrado en el pueblo, después de sufrir prisión en Burgos 4 años.

                                                                  

En la investigación sale que hubo personas procesadas, naturales de Valderas, en La Bañeza, Ponferrada, León, Matadeón, Villagatón, Veguellina, Tabuyo, Riaño, Fuentes Nuevas, La Robla, Vegacervera, Lorenzana y Garrafe.

Como vemos en Valderas se produjo Una, Grande y Libre masacre que quedó impune.

Exterminaron las personas e intentaron extirpar las ideas, además quisieron justificar lo que hicieron. Para ello hicieron mucha propaganda, alguno aún la sigue haciendo hoy.

Pero esto se derrumba desde que se tuvo acceso a la infomación antes vetada. La verdad se impone.

Poco a poco todo el mundo se da cuenta que aquellas personas  simplemente reclamaban: un plato de comida para sus hijos y para ellos, tener acceso a la sanidad, a la educación, al trabajo, al desempleo y a una jubilación. Se movieron dentro de la legalidad vigente. Las familias aún se preguntan: ¿por qué los mataron si no hicieron nada?, ¿por qué se ensañaron con ellos?

En fin, estas personas reclamaban legalmente unos derechos que el nuevo régimen les había concedido con una moderación increíble para la época que se vivía. Los exterminó la intolerancia en todos sus aspectos, tanto la social, como la económica, la política, la religiosa y la militar.

Solamente pedían lo que hemos aspirado desde el año 75, esto es, unas mejores condiciones de vida y trabajo; cuando esto se sacia, aunque no completamente, la gente se calma. ¿Verdad?

Dice el Tao: No obligues a las personas a perder el miedo a la muerte, porque serán incontrolables.


Mi agradecimiento a la Fundación Fermín Carnero de Valderas que publicó un libro sobre este trabajo. Como hay información nueva porque se sigue investigando y día a día se obtienen nuevos datos, estos artículos corrigen a la publicación, como anuncié en Valderas cuando di la conferencia el 30 de mayo.

A Toñi Reinares, directora de Astorgaredacción, sin la cual todos estos artículos no hubieran tenido luz. Gracias por su generosidad.

A Ana Gaitero por sus excelentes artículos de presentación de lo sucedido en Valderas y del desarrollo del acto del 30 de mayo publicados en el Diario de León.

A la ARMH por su altruismo, su trabajo y su colaboración. Mi respeto y mi admiración.

Mi recuerdo afectuoso para todas las víctimas represaliadas de Valderas y sus familias. En especial a las que conozco:

A Tiziano y Cándido, hijos de Falconerín, fue un encuentro entrañable de los que marcan toda la vida.

A Susana Toral, una nieta con memoria que encontró una familia nueva, la de los familiares de los represaliados.

A Ascensión Miguélez, por su acercamiento afectuoso y tenerles siempre presentes.

A Javier Carbajo López, a Ana García Modino, a Arcadio Fernández, a Luis Carreño y a Celestino Fonseca

A Isidoro y a Milagros por su desinteresada colaboración.

A Antidio por haber mantenido el recuerdo, es un ejemplo en la lucha contra el olvido.

A Mari Sol, que me alumbró siempre con su impulso, entusiasmo y ayuda, sin ella no se hubiera podido hacer este trabajo.

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