'Hogar', un relato audiovisual de la brutal represión franquista en la sierra onubense


Con 32.667 euros recaudados mediante una campaña de crowfunding, Michèle Novocitch y David Morano han recorrido puerta por puerta los pueblos serranos de Huelva para dar voz a los testimonios de toda una generación: "Con sus vivencias podremos entender mejor nuestra identidad nacional y sus dinámicas sociales"

'Hogar', un relato audiovisual de la brutal represión franquista en la sierra onubense: Dar voz a las personas que sufrieron la Guerra Civil y conocer este fenómeno en su ámbito rural y humano han sido los principales objetivos con los que ha nacido el documental Hogar. “Cuando presentas a las personas desde el punto de vista humano y cuentas cómo se ejerció una represión vertical sobre los pueblos, la historia deja de ser una guerra entre rojos y azules”, explica uno de sus ideólogos, David Morano.

La Guerra Civil española sucedió hace tan solo 80 años, y aunque parezca un hecho alejado y que poco a poco se diluye en la memoria colectiva del país, su recuerdo sigue vivo en muchos españoles. En este conflicto murieron más de 500.000 personas y de algunas de ellas aún no se han recuperado sus restos. La biografía de las personas que sufrieron la represión posterior a la guerra ha permanecido en silencio, casi en el olvido. Con la Transición se pretendió dar por zanjado el asunto y avanzar hacia una democracia “sin haber afrontado debidamente, como sociedad, las causas y consecuencias del conflicto”.

La sierra andaluza fue una de las zonas más castigadas por esta contienda. Los pueblos sufrieron una particular y cruda represión que aún pervive en la memoria colectiva de sus habitantes. Estas son las historias que comienzan a ver la luz gracias a Hogar, un proyecto audiovisual que comenzaba su rodaje el pasado 17 de junio en la sierra de Aracena (Huelva) de la mano de dos jóvenes andaluces, Michèle y David, una sevillana y un alajeño.

Este proyecto ha afrontado distintas fases como un contacto directo con las numerosas fuentes orales halladas y una intensa investigación. Además de una campaña de crowfunding para afrontar el coste de la filmación. Así, esta misma mañana los dos jóvenes se levantaban a las 05:00 de la mañana para comenzar el rodaje de planos paisajísticos y entrevistas en la sierra de Huelva.

“Este es un proyecto orgánico, va creciendo y adaptándose a las personas”, explica David en una entrevista concedida a lavozdelsur.es. Previamente a la filmación Hogar “ya se contaba con numerosos testimonos de personas” que “nos habían aportado matices que nos permitían descubrir una Guerra Civil diferente”. Pero en el proceso de rodaje son más las personas que se vienen sumando al proyecto de recuperación de la memoria.

Esta producción audiovisual parte de las fuentes orales que pueden arrojar luz sobre lo acontecido desde la Guerra Civil y todas ellas “son bastante mayores, están entre los 80 y 90 años”. De ahí la urgencia del rodaje, “son nuestro patrimonio y se nos van”, asegura el joven alajeño. “Ellas son las únicas personas que pueden contar la verdad de una guerra vivida desde dentro con todo lo que ello implica”. Además, “con sus vivencias”, apunta David, “podremos entender mejor nuestra identidad nacional y sus dinámicas sociales”. Estas personas son el testigo directo de este momento histórico, “nosotros vivimos un coletazo del que ni siquiera somos conscientes, pero para ellos fue diferente, vivieron otro momento y la vida era otra cosa, incluso el ser humano se presentaba de una forma mucho más cruda”.


Plano en bruto del rodaje de ‘Hogar’. FOTO: DAVID MORENO.

El nacimiento de ‘Hogar’

Michèle Novocitch y David Morano se conocieron en la Facultad de Filosofía de Sevilla. Él venía de un Alájar, un pueblo de 800 habitantes en la sierra de Huelva, “me crié escuchando las leyendas negras del pueblo sobre fugitivos y huídos”. De hecho, en su imaginario colectivo David tenía integrado una serie de códigos que le parecían normales pero “una vez que los sacaba del contexto parecían una locura”. Cuando comenzó a contar estas historias como “la de un vecino que había vivido nueve años en un zulo oculto” a personas como Michèle, una chica de ciudad que no había estado en contacto con este tipo de historias, ella se sorprendía bastante.

Una serie de historias que, como afirma David, forman parte de la Historia de España, “cosas que han pasado hace menos de un siglo y que han marcado para siempre a nuestro país y a nosotros a nivel cotidiano y que se están olvidado”. Para él, la posibilidad de perder estos testimonios resultan “una auténtica locura, una esquizofrenia”.

Con esta reflexión y una visita al pueblo de Alájar, ambos comenzaron a investigar sobre el tema. Primero hablaron con distintas personas del pueblo onubense y al visitar a la última y más anciana  decidieron compartir con el resto del mundo las memorias que acababan de escuchar. Fue en ese momento cuando el documental Hogar comenzó a gestarse.

“Pudimos acceder a la historia de una persona con todo su archivo, incluso un diario personal que hablaba de los días del alzamiento militar, incluso su huída del pueblo. Comenzamos a leer y a enamorarnos de esa persona”. Así, ambos jóvenes comenzaron a descubrir otra guerra, “una que se alejaba mucho de lo que conocíamos y nos habían contado”, estas eran las memorias del último alcalde republicano del pueblo.

En el proceso de investigación, David y Michèle han recorrido todos los pueblos de la sierra onubense, puerta por puerta, “buscamos a la persona de mayor edad que resida en ellos”. También las redes sociales han ayudado, “hay familias que nos ponen en contacto con sus mayores”. Finalmente ha sido “una mezcla entre el apoyo ciudadanos y búsqueda rudimentaria”. En este camino han encontrato numerosos testimonios que califican como “auténticas joyas” por la lucidez que aportan a la historia global de la guerra y sus consecuencias.

“Hasta ahora las personas han tenido mucho miedo”, asegura David, “algunas por vergüenza  no han contado a sus propios hijos estas historias de su vida”. Asimismo, “hay un problema añadido, el fluir de los acontecimientos en este país después de la Guerra Civil no ha permitido a estas personas reconocerse como víctimas. Muchas veces los crímenes que se han cometido contra sus propios familiares eran una mancha de vergüenza para ellos”. El hecho de no poder hablar de estas vivencias sumado al terror al que se sometió a la mayoría de la población, sobre todo a la rural, hacía muy difícil acceder a los testimonios. “Para mí cuando hablamos con estas personas y nos dejan grabarlas es todo un regalo”, explica David.

Pese al trabajo realizado David confiesa que “a veces nos totruramos pensando que este documental tendría que haberse hecho hace 30 años” pero también reflexiona sobre el momento vital en el que han contactado con las personas implicadas “a la mayoría de ellos los hemos encontrado en un momento dulce o agridulce de la vida, es decir, a la mayoría de ellos les da exactamente igual hablar de lo que pasó y quizás antes no lo habrían hecho”.

Un documental independiente

Al principio ni los propios jóvenes sabían que iba a pasar con los testimonios recogidos, “sabíamos que iban a salir pero aún no teníamos una línea definida”, recuerda David, “era una cosa muy pequeñita pero al ver como se desplegaba el fenómeno de lo qué fue y lo que aún es la Guerra Civil vimos la posibilidad de hacer algo más grande”. El siguiente paso fue lanzar una campaña de crowdfunding con el objetivo de conseguir independencia de instituciones y entidades y asumir la historia por completo para su producción audiovisual.

“queríamos construir el proyecto con la gente”, apunta el joven, “durante la campaña vimos como la gente se volcaba, dimos muchas charlas y presentamos nuestra idea por todo el territorio español hasta que finalmente salió adelante”.

El período de financiación comenzó el 21 de septiembre de 2018 y finalizó el 21 de octubre del mismo año. La meta era conseguir 32.000 euros y se alcanzaron los 32.667 gracias a 412 patrocinadores.

Para David la memoria histórica “sigue siendo un tema muy politizado en nuestro país”. En las muchas charlas que ha presentado durante la campaña de Hogar asegura que “las nuevas generaciones que se alejan un poco de la represión, se interesan cuando van descubriendo lo humano de la Guerra Civil”. Sobre todo porque “no se puede mirar hacia otro lado ante el sufrimiento de las personas, la barbarie o las violaciones”. Así, el joven alajeño ha tratado de presentar este fenómeno “fuera del eje político” y hablar del mismo en “términos humanos”. “Si tratamos de verlo en primera persona nadie sabe si habría sido un bárbaro en ese momento”, detalla, “cuando presentas este fenómeno desde el punto de vista humano, explicando como se ejercía la represión sobre los pueblos deja de ser una guerra entre rojos y azules”.

Con el trascurso de la campaña Michèle y David han ido conociendo a muchas personas interesadas y conocedoras del tema. “Periodistas, historiadores y todos ellos te aportan cosas nuevas”, afirma el joven, “vas creando una red y sigues informándote”.

“Un suspiro o el temblor de una mano”

Actualmente el equipo se encuentra en pleno rodaje de Hogar desde el pasado 17 de junio. Lo primero han sido las entrevistas para recabar los testimonios de la Sierra de Aracena. “Ahora estamos recursando a las personas y los paisajes”, comenta David.

“La rutina comienza a las 05:00 de la mañana”, asegura entre risas, “grabamos el paisaje y a las personas que participan. Luego descansamos y volvemos a filmar por la tarde”.

Para los creadores de este documental “empezar a ver los resultados tangibles de las investigaciones” sumado a la posibilidad de contar la historia de las personas con las que “tenemos un importante vínculo emocional” está siendo muy gratificante. “Estamos en un momento muy dulce del proceso, ver como se materializa en una imagen, en suspiro o el temblor de una mano…”, confiesa David con emoción.

Con todo el año por delante Michèle y David continuarán su andadura por los pueblos más escondidos de la sierra de Huelva, a fin de materializar las historias personales que dejó tras de sí la Guerra Civil. Y poder contar las historias de sus habitantes sin tabúes ni vergüenza, y sobre todo, sin miedo.


Fuente →  lavozdelsur.es

banner distribuidora