El último escondrijo del maquis

Una multicopista se hallaba en una cueva de una pared de 23 metros de alto

El último escondrijo del maquis: Un grupo de espeleólogos de Zaragoza halló hace unos meses en una cueva de la Peña Montañesa material de propaganda del maquis, que ha permanecido escondido en la montaña durante más de 70 años. Las cavidades de la sierra Ferrera, a unos veinte kilómetros en línea recta de la frontera francesa, fueron uno de los últimos refugios de la Agrupación Guerrillera del Alto Aragón en su lucha contra fuerzas del ejército franquista y la Guardia Civil.

Ejemplares del Mundo Obrero y de Nuestra Bandera, libros de propaganda comunista, manuales para la fabricación de bombas y otros objetos, entre ellos una multicopista, fueron escondidos en una cueva, accesible sólo para expertos montañeros, situada en una pared de la Peña Montañesa, a unos 23 metros de altura. Sólo con cuerdas es posible acceder, y la multicopista debió de trasladarse hasta allí desmontada en piezas. Algunos documentos tenían además doble escondite. Una portada de libro con el inocuo título Reglamento oficial del juego de baloncesto, editado por el Consejo Nacional de Deportes, escondía en su interior un manual de Sabotajes y destrucciones de líneas telefónicas y telegráficas. Otro sobre elReglamento oficial del juego del tenis ocultaba el manual de Construcción de petardos y cargas. Granadas incendiarias.

Todo este material fue entregada hace unos días al alcalde del Consistorio de El Pueyo de Araguás, José Ramón Lafuerza, a cuyo término municipal pertenece la cueva donde se supone que fue escondido este material. Y la intención es que una vez restaurado pueda ser expuesto en el monasterio de San Victorián, de la misma población, una de las joyas de la comarca de Sobrarbe, de carácter visigodo, donde actualmente ya se realizan visitas guiadas. No muy lejos existe una ruta señalizada que lleva precisamente al conocido como abrigo de los maquis, un hueco en la montaña que sirvió de campamento a una de las agrupaciones guerrilleras. El historiadorFerran Sánchez Agustí describe una intensa actividad guerrillera en esta zona con sabotajes, ocupaciones y secuestros que se saldaron con 90 muertos, de los cuales 73 eran guerrilleros. En su libro Maquis y Pirineos. La gran invasión explica que “a partir de 1950, la diezmada guerrilla del Alto y el Bajo Aragón se fue recluyendo en Peña Montañesa, la gigantesca casamata que la naturaleza engendró en los Pirineos centrales”. Y que “en una cueva de este monte, auténtico emblema de la épica resistencia republicana de abril a junio de 1938 en la batalla de la Bolsa de Bielsa, en 1956, la Guardia Civil encontró un zulo de armas y municiones”.

Tras las portadas de libros de reglamentos deportivos se escondían manuales de fabricación de bombas
A través de Miguel Gil, de la sección de espeleología del Centro Atlético de Sobrarbe (CAS), hemos podido reconstruir la increíble odisea de estos documentos. La primera noticia de su existencia se tuvo ya a finales de los años noventa cuando un grupo de espeleólogos exploraban la ya citada cueva a 23 metros de altura. Allí encontraron la multicopista y un importante paquete de documentos. No los tocaron, ni le dieron demasiada importancia. El objetivo de su expedición no era la historia. Pocos días después una crecida del agua arrastró todo el material hasta cerca de la superficie. Al volver a la misma cueva estos espeleólogos cogieron todo el material y lo trasladaron a otra cueva menos abrupta. La Peña Montañesa es frecuentada por espeleólogos y fue otro grupo el que halló la multicopista en el 2017 y la bajó de la montaña quedando depositada en el Ayuntamiento de El Pueyo de Araguás. El resto de documentos ha permanecido en la cueva hasta que el pasado mes de abril miembros del Centro de Espeleología de Aragón (CEA) los volvieron a encontrar y entendiendo que tenían un valor especial decidieron cargar con ellos. Los entregaron a la sección local del CAS, que dejó secar los papeles y los entregó al Ayuntamiento, donde ya estaba la multicopista.

Miguel Gil no descarta que algún día aún pueda encontrarse un transmisor que según los relatos orales se había escondido en esa misma cueva. “Lo que es seguro es que lo subieron desmontado y con cuerdas porque no es fácil acceder a la cueva”, explica Miguel Gil por teléfono, que estuvo presente en el acto de entrega al alcalde.

Seguro que la dramática historia del maquis aún esconde otros secretos en las montañas de los ­Pirineos.

Libros y publicaciones del Partido Comunista

La mayoría de los ejemplares de Mundo Obrero , órgano del partido comunista que apoyaba las acciones guerrilleras, hallados en esta cueva llevan fecha de 1948. El correspondiente al 26 de agosto de ese año destaca en portada las acciones de los maquis en Asturias y Galicia. Uno de los titulares dice: “Los guerrilleros incendian el Ayuntamiento de Moeche , cubil de expoliadores falangistas”. Otra portada está dedicada a “La política del imperialismo yanqui en España”. Entre los libros se halla El Estado y la revolución, de Lenin, de la colección Pequeña Biblioteca Marxista-Leninista editada en Toulouse en 1946; Por una España Republicana, Democrática e Independiente de la dirigente Dolores Ibarruri y el Manifiesto Comunista . Son ediciones en castellano publicadas en el exilio francés, aunque hay también algunos libros de historia y de contenido enciclopédico, seguramente para lectura de los propios guerrilleros. Sólo las especiales condiciones climatológicas del interior de estas cuevas explican que tanto los libros como los periódicos se hayan podido conservar casi intactos durante tantos años, salvando incluso las crecidas de las aguas subterráneas.


Fuente → lavanguardia.com

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