20 preguntas clave sobre Franco
20 preguntas clave sobre Franco
 
Los mejores especialistas sobre el dictador y el franquismo responden a las cuestiones imprescindibles para entender al Caudillo y al  régimen que dirigió durante casi 40 años
 
1  Su paso por África le marcó toda la vida?
 
En 1912 Franco llegó a Melilla con 20 años y empezó una trayectoria profesional de éxito. No era extraño: entre 1909 y 1913 en África se otorgaron a los militares 132.295 condecoraciones y 1.587 ascensos. Esta experiencia "africana" fue decisiva para el futuro dictador en tres aspectos. Por un lado, aprendió a hacer una guerra colonial (entrada a degüello, saqueo, destrucción y represalias entre los civiles) que aplicó a la represión de la revolución de Asturias de 1934. Esta concepción bélica emergió de nuevo con la Guerra Civil, en la que el ejército de Marruecos fue clave, como en 1938 rubricó Ramón Serrano Suñer, el cuñado de Franco: "el ejército de África se dos veces el ejército de España". 

Contactos de rango
Por otra parte, allí Franco se relacionó con Alfonso XIII (el 1916 tuvo el primer encuentro) y el dictador Miguel Primo de Rivera, que el promocionó decisivamente. También estableció vínculos con los líderes del Alzamiento de 1936 (como Emilio Mola, José Sanjurjo o Gonzalo Queipo de Llano) y se abre prestigio, hasta el punto de que en 1925 la 'Revista de tropas coloniales' aludió a él en términos premonitorios: "El soldado audaz, se ha convertido en un caudillo". 
 
"Divide y vencerás" 
Finalmente, Franco aprendió a gobernar en África. Allí los llamados 'DELEGADOS de Asuntos Indígenas' actuaban guiados por el lema "divide et impera": "Si la tribu está dividida en bandos, hay que sacarle partido a esto ... Si no está dividida, hueso conviene dividirla", afirmaban sus instrucciones. Y Franco hizo precisamente eso desde 1937: comprar lealtades y crear enfrentamientos entre las facciones del régimen (monárquicos, falangistas, católicos y militares) para afirmarse como un poder arbitral supremo. Su primo y secretario, Francisco Franco Salgado-Araujo, lo reflejó bien: "El Caudillo Juega con Unos y Con otro, nada Promete en firme y con super Habilidades desconcierta a todos". Franco fue consciente del valor de la experiencia colonial, como puso de manifiesto en 1938: "Sin África yo Apenas puedo explicarme a mí mismo, Texto: Xavier Casals 
 
2  ¿Quién promovió su ascenso?
  
Retrato de Miguel Primo de Rivera en 1921 Wikimedia Commons

Lo hizo sobre todo el general Miguel Primo de Rivera, que en septiembre de 1923 lideró un golpe de estado e instauró la primera dictadura militar católica y corporativa, que fue vigente hasta que dimitió en enero de 1930. Primo quedó gratamente impresionado por el actuación de Franco al frente de la legión y en el desembarco de Alhucemas en 1925, y dijo a sus ministros que era "un muchacho formidable, y sume porvenir, enorme, no ya Sólo por sobre condiciones puramente militares, sino també miedo las intelectuales ". En 1928 le nombró director de la Academia Militar de Zaragoza (antes lo envió a la escuela militar francesa de Saint Cyr para adaptar su funcionamiento). 

Copia aumentada ...
Franco fue un alumno aplicado de Primo y construyó su régimen inspirándose casi exclusivamente en el de este militar. En consecuencia, otorgó gran peso en el gobierno a militares y altos funcionarios; adopta principios económicos y políticos corporativos y asumió su nacionalcatolicismo. Igualmente, incorporó a su legislación elementos del anteproyecto de Constitución que en 1929 elaboró una Asamblea Nacional Corporativa convocada por Primo. También imitó su caudillismo y recuperó el concepto de Movimiento Nacional con que este general designó su partido oficial, la Unión Patriótica. 

... Y corregida (con represión)
Incluso las grandes diferencias entre primorriverisme y franquismo radicar en el aprendizaje que ofreció el primero. Como Franco consideró que la benevolencia del régimen de Primo del debilitó (el socialista Indalecio Prieto lo definió como una "dictadura sin muertos"), efectuó una represión ejemplar. A la vez, al ver la difícil relación entre Primo y Alfonso XIII, pospuso la restauración de la monarquía mientras estaba vivo. Pero la gran lección que Franco extrajo de su antecesor fue que el poder no se debía dejar nunca. Presionado por los aliados en 1945, lo dejó bien claro: "Yo no hare la tonta que hizó Primo de Rivera. Yo no dimitir; de aquí al cementerio". Por todo ello se puede afirmar que Primo fue el arquitecto invisible del franquismo.  Texto: Xavier Casals
 
3 Era falangista?
 
Sí, por supuesto, ya que entre 1937 y 1945 ejerció como jefe nacional del partido único de su régimen, denominado Falange Española Tradicionalista y de las JONS (después, Movimiento Nacional). Otra cosa es si realmente Franco fue un líder fascista como Hitler o Mussolini, que es discutible, ya que antes de la Guerra Civil ni había sido líder de un partido de este tipo ni se había adherido. 

La unión hace la fuerza 
Sin embargo, fue lo suficientemente hábil para, durante el primer año de la contienda, requisaron el partido fascista existente -Falange Española, creada por José Antonio Primo de Rivera y fusionada en 1934 con las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) -, unir -el con el partido carlista -la Comunión Tradicionalista- y ponerse al frente de la fusión. Así, al contrario que en Alemania y en Italia, en España fue el Generalísimo quien creó, desde el poder, el partido único. Un partido que el sector fascista del régimen monopolizó, sin obtener nunca todo el poder del Estado y del gobierno. 

La fidelidad tiene un precio
En cambio, en mantuvo parcelas nada despreciables -socialització política de la población, control y encuadramiento de los sectores trabajadores, etc. De hecho, después de haber intentado alcanzar todo el poder, los falangistas se convirtieron en el sector del régimen más fiel a Franco. Se lo debían todo: su existencia y privilegios, los miles de puestos funcionariales, los pisos donde vivían ... Pero el partido tuvo que compartir el poder con los otros componentes de la coalición autoritaria franquista: el Ejército, los sectores católicos, los monárquicos, y diversos sectores empresariales. Texto: Joan Maria Thomàs
 
4 ¿Quién fue uno de los primeros fusilados del franquismo?
 
A las 17 h del 4 de agosto de 1936 era fusilado en la fortaleza de Hacho, en la ciudad de Ceuta, el comandante de artillería destinado al Arma de Aviación Ricardo de la Puente Bahamonde. Era uno de los primeros fusilados de la Guerra Civil, pero fue especialmente significativo por tratarse de un pariente del futuro dictador: eran primos hermanos. El mensaje que Franco transmitió al no impedir esta ejecución es que iba en serio.

Militar fiel a la República
Ricardo de la Puente [en la foto] había nacido en Ferrol, como Francisco Franco, y era tres años más joven. Siguió la carrera militar y participó en diferentes hechos de armas durante la guerra de Marruecos. Partidario de la República y ideológicamente de izquierdas, durante la Segunda República ocupó entre otros destinos el de jefe del Grupo 21 de la aviación con sede en el aeropuerto de León. Fue destituido de este cargo en octubre de 1934 cuando se negó que los aviones bajo su mando bombardearan los revolucionarios asturianos. Tras el triunfo del Frente Popular, fue nombrado jefe de las Fuerzas Aéreas al Protectorado. El 17 de julio, cuando llegaron a Tetuán las primeras noticias sobre el inicio del golpe de estado en Melilla, se mantuvo fiel al gobierno y preparó el aeropuerto de Sania Ramel para defenderlo de los sublevados.

Quien avisa no es traidor
Fue juzgado en consejo de guerra el 2 de agosto y condenado a muerte por el delito de sedición. Franco, como comandante en jefe del Ejército de África, no impidió su fusilamiento, tal vez por no aparentar debilidad, aunque tampoco firmó la orden de que se cumpliera la sentencia y ésta fue firmada por el general Orgaz.

Muchos años después, una sobrina del dictador, Pilar Jaraiz Franco, describió la relación de los dos primos con las palabras siguientes: "Franco y Ricardo de la Puente eran más hermanos que primos, pero de adultos se habian agudizado sobre diferencias ideológicas. Franco el Había sustituído de super puesto durant la revolución de Asturias y en una de sobre Muchas Discusiones, habia exclamado: "un día voy a tener que fusilarte". Texto: Joan Villarroya 
 
5 ¿Qué relación tenía con Mussolini?
 
Benito Mussolini Wikimedia Commons

La Italia fascista de Mussolini fue, sin duda, el país por el que el nuevo régimen franquista -al inicio de su existencia- mostró más afinidad política, por aquella informal alianza ya forjada en los primeros meses de la Guerra Civil. No obstante, las relaciones entre los dos dictadores no fueron tan fluidas ni tan amistosas como se podría pensar. Por un lado, si bien es cierto que Franco expresaba a menudo su gratitud por la ayuda italiana al conflicto y su admiración por Duce- conservaba una foto en su despacho, y cuando Mussolini cayó, en 1943, no ocultó su commoció-, no podemos olvidar algunas irritaciones del dictador gallego relativas a la participación de tropas fascistas en la guerra española, especialmente en Guadalajara.

La desconfianza del Duce
En cuanto a Mussolini, la relación fue aún más fría. A pesar de su apuesta personal por Franco en julio de 1936, Mussolini no estaba muy convencido de las capacidades de su protegido (en plena batalla del Ebro afirmaba que la República acabaría ganando el conflicto por los errores de Franco), a quien trataba con la condescendencia del maestro respecto al alumno. Además, cuando -en el otoño de 1940- se planteó la posible intervención española en la II Guerra Mundial, Mussolini desconfiar de la actitud de Franco, visto como un posible competidor en el reparto de las colonias francesas en África . 

Una reunión fría
Y cuando finalmente, el 12 de febrero de 1941, los dos dictadores mantuvieron su primera (y única) reunión en Bordighera, en un intento de Mussolini para forzar la participación española en la guerra, las pretensiones y las vaguedades franquistas, más la poca convicción del italiano, hicieron que la entrevista terminara sin resultados efectivos. A partir de este momento, el Duce desinteresarse se, por la actitud de su homólogo español, un dictador por el que, en realidad, nunca mostró excesiva simpatía -por no hablar ni de amistad ni de una cordialidad que quizás sí que se profesaban los respectivos ministros de Exteriores, Ciano y Serrano Suñer. Texto: Alberto Pellegrini  
 
6 ¿Por qué no entró en la Segunda Guerra Mundial?

Hitler y Franco saludan soldados alemanes en la estación de Irún, en el marco de su encuentro en Hendaya Heinrich Hoffmann / Krakow-Warsaw Press Publishing / Wikimedia Commons

En septiembre de 1939, Franco consideró el conflicto en Polonia que dio inicio a la guerra como un problema lejano, que no concernía España. Sin embargo, declaró la neutralidad española mientras al mismo tiempo preparaba, en secreto, un ambicioso plan de rearme que incluía 150 divisiones, 4.500 aviones y una nueva flota de guerra. 

El Magreb, español
Aunque el plan estaba diseñado para desarrollarse a lo largo de diez años, los enemigos potenciales eran claramente los del 1939-40; es decir, Francia y Gran Bretaña. Cuando en junio de 1940 Francia cayó derrotada, Franco vio su oportunidad y, mediante un mensajero, expuso a Hitler su oferta de entrar en guerra contra Inglaterra a cambio de obtener no sólo Gibraltar, sino todo Marruecos francés , el Oranesat en Argelia y una ampliación de la Guinea española. 

El mito de la prudencia de Franco
El Caudillo conocía la debilidad económica y militar española y planeaba una intervención rápida de, como mucho, seis meses de duración que pusiera fin al conflicto. Tropas españolas con apoyo aéreo alemán tomarían Gibraltar y invadirían preventivamente Portugal para evitar un desembarco inglés. Sin embargo, Hitler en Hendaya no quiso comprometerse ante Franco debido a las reivindicaciones coloniales españolas, que el Führer creía que habrían provocado un levantamiento pro gaullista el norte de África, a espaldas de Rommel. Ante esta negativa, Franco usó una táctica dilatoria frente a las presiones alemanas para atacar Gibraltar. Sin embargo, la no beligerancia y la amistad con Alemania continuaron, y Franco envió la División Azul en el frente ruso entre 1941 y 1943. Pero los desembarques angloamericanos el norte de África llevaron a España a adoptar una neutralidad que, poco a poco, se inclinó hacia los aliados, así que su victoria parecía segura. Durante la posguerra, se quiso borrar la tentación belicista de 1940 construyendo el mito del hábil prudencia del Caudillo, opuesto a las presiones de Hitler para ahorrar en el país una intervención lastimosa en una guerra terrible. Texto: Manuel Ros Agudo
 
7 Tenía amigos? 
 
Antes de la Guerra Civil, el escritor Eugenio Montes, catedrático de instituto, había conocido un joven comandante Franco, y, gallegos ambos, se hicieron amigos y decidieron tutearse. Al cabo de los años, ya estallada la lucha fratricida, Montes se presentó en el Cuartel General, en Salamanca, a ofrecer incondicionalmente sus servicios -había sido, entre otras cosas, corresponsal del ABC en el extranjero-. Franco, muy serio, le extendió la mano y antes de que Montes pudiera abrir la boca, le soltó: "¿Cómo está usted, Montes?". 

El poder no quiere amigos
Parece normal que hasta octubre de 1936 Franco tuviera varios amigos, como todo hijo de vecino -en particular, militares como Camilo Alonso Vega, paisano y compañero de la Academia de niños a Toledo-, pero a partir de su nombramiento como Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de las Fuerzas Nacionales, las cosas seguramente cambiaron, y la perpetuación de su mando debió imponerse a cualquier otra consideración hasta el final de su vida. Una de las servidumbres que conlleva el poder. 

Ni siquiera el 'cuñadísimo'
Ramón Serrano Suñer, casado con una hermana de la mujer del general, tal vez fue la excepción: su relación venía de lejos, de finales de los años 20, y Serrano, además de pariente, fue un eficaz compañero de viaje en la conspiración para liquidar el gobierno legítimo de la República, y durante la guerra y la inmediata posguerra se convirtió eminencia gris del general -el Cuñadísimo-. Pero en 1942, a Franco tal vez le tembló la voz en comunicarle su cese como ministro, pero no le tembló la mano al firmarlo. 

La soledad del moribundo
Tampoco se puede decir que mantuviera una relación amistosa con su 'valido' tras la defenestración de Serrano, Luis Carrero Blanco (efímero jefe del gobierno en 1973): cuando ETA lo asesinó, lloró públicamente en su funeral, pero pocos días después, en el mensaje de Año, lo despidió con un desconcertante "no hay mal que por bien no venga". En noviembre de 1975, cuando el doctor Pozuelo le informó que debía ser trasladado a la clínica de la que no saldría sino con los dos pies por delante, Franco, emocionadamente, le dijo dos veces: "No me deje". Era la petición, patética, de quien, a falta de verdaderos amigos, se agarraba con desesperación a su médico de cabecera. Texto: Rafael Borràs
 
8 ¿Cuáles fueron sus relaciones con la Iglesia?
 
De Franco decían sus compañeros africanistas que "ni misas ni mujeres". Con la guerra cambió. Los principales militares conspiradores no eran cristianos practicantes. El levantamiento no se hizo para defender la Iglesia. Ni uno solo de los bandos declarando el estado de guerra habla de la religión. Pero, como decía Josep Benet, los asesinos e incendiarios de la zona republicana sirvieron en bandeja a Franco el título de cruzada. 

La Iglesia española se suma
En su discurso del 1 de octubre de 1936 Franco separaba Iglesia y Estado. Las protestas del cardenal Gomá y los tradicionalistas hicieron suprimir la frase del texto oficial que se divulgó. Los obispos no habían entrado en la conspiración, pero se adhirieron con entusiasmo, con las excepciones de Vidal y Barraquer y Mateo Múgica, el obispo de Vitoria. El Vaticano fue más prudente, porque temía la influencia de Hitler y Mussolini, con los que Pío XI, a pesar de los concordatos vigentes, tenía problemas graves. 

El nacionalcatolicismo
El Vaticano tardó casi dos años en reconocer plenamente el gobierno de Burgos. Franco proteger y honrar la Iglesia en la medida que le era útil, pero también perseguirla (Vidal y Barraquer, Carrasco y Formiguera, católicos vascos ...). El catolicismo fue uno de los pilares del régimen, la jerarquía eclesiástica recibió privilegios, a cambio de un apoyo incondicional: he aquí el nacionalcatolicismo. El dictador hacerse reconocer los derechos que se había otorgado a los reyes (presentación de obispos, entrar en las iglesias bajo palio ...), y quedó desconcertado cuando con Juan XXIII y el Concilio la Iglesia cambió . 

Conflicto idiomático
Después del concilio se creó la Conferencia Episcopal Española. La primera cuestión a tratar era la adopción de la lengua del pueblo a la liturgia. Los obispos españoles daban por hecho que la lengua del pueblo era el español. Pero Pont y Gol, obispo de Segorbe-Castellón, dijo que en su diócesis el pueblo tenía dos lenguas, y recibió el apoyo del obispo Masnou, de Vic, cuando los prelados españoles replicaron que todo el mundo conocía el castellano. Obtuvieron que en Cataluña también se pudiera utilizar el catalán, salvado por dos modestos obispos rurales. Un paso importante para la normalización. Y es que Franco evitar siempre los conflictos eclesiásticos. Cuando cayó Perón, comentó: "Ya le dije que no se Métiers con la Iglesia".  Texto: Hilari Raguer
 
9 ¿Cómo fue la política exterior franquista?
 
Siempre se ha sobrevalorado la política exterior de Franco, pero no le doy más de un 5 pelado en estrategia. En táctica, en cambio, le pongo un 7 justo. La estrategia consistió esencialmente a adaptarse a la evolución del contexto internacional jugando con dos cartas: la situación geoestratégica española, bastante decisiva, y el bien demostrado anticomunismo de su régimen. 

Mercado en expansión
De la pertinencia y valía de las dos, se va bien aseguró durante la Guerra Civil, lo comprobó en la guerra mundial y lo potenció en la guerra fría. Su tirada hacia el Eje fue masivamente neutralizada por los aliados. Luego, con el fracaso de la autarquía, las circunstancias le obligaron a jugar la carta económica:

La táctica que usó es mucho más interesante desde el punto de vista del historiador que la aplicó activamente para superar obstáculos permanentes. Ni Franco ni su dictadura fueron aceptados del todo en Europa occidental, ni tampoco en los clubes de acceso restringido (OTAN, Consejo de Europa, Comunidad Europea). 

España soy yo! 
Siempre resultó incómodo en amplios sectores de la opinión pública y, en consecuencia, la proyección de influencia internacional fue minúscula, aunque muy alabada para el consumo interior. Franco sólo raramente perdió los nervios, una gran calidad. Se comportó siempre con mucha sangre fría pero también con un talante narcisista, ya que para él sus intereses siempre coincidieron con los de España.  Texto: Ángel Viñas.
 
10 Fue un manipulador?

A lo largo de toda su vida, Franco se dedicó a manipular su propia imagen. Siempre fue ambicioso, y, cuando era joven, para acelerar su ascenso, exageraba él mismo sus pequeños triunfos en la carrera militar. Durante la Guerra Civil y después, lo hacía a través de confidencias hechas de manera directa o indirecta a sus hagiógrafos. 

Vocación de héroe
Se publicaban sobre él unas afirmaciones que tenían como único testimonio el mismo Franco. En los casos, por ejemplo, de biógrafos como sus amigos José Millán Astray o Joaquín Arrarás, es evidente que las confidencias fueron directos. La facilidad de Franco para crear leyendas comenzó los primeros años que sirvió en África. Descubrió enseguida un talento para la manipulación que puso en práctica con los periodistas. Franco comenzaba de esta manera a cultivar su imagen pública, algo muy reveladora del alcance de su ambición.

En las entrevistas de prensa, en los discursos que pronunciaba en banquetes celebrados en su honor y en los textos que publicaba, comenzó a proyectar de manera consciente la imagen del héroe abnegado. Durante la Guerra Civil, su sentido instintivo del valor de la presentación de los hechos le volvió a ser útil para acelerar su ascenso al poder en la zona rebelde. 

Entre Alejandro y Napoleón
Para llegar a ser Generalísimo y, después, Caudillo, la manipulación de la prensa mundial debía tener una importancia fundamental. Pocos días después de llegar a Marruecos, Franco creó una oficina de prensa para transmitir la idea de que él era el líder de los rebeldes, cuando esto todavía no era verdad.

Al llegar al poder, a través de los medios de comunicación controlados por el régimen se lanzó la idea de un Franco parecido a unas figuras míticas como Alejandro Magno, Carlomagno, Napoleón, el Arcángel San Gabriel y muchos otros seres, reales y imaginarios. Debido al control férreo que se ejercía sobre la propaganda, es evidente que tanta manipulación de la imagen del Caudillo no habría sido posible sin el visto bueno del interesado. Era un elemento crucial de la limpieza de cerebros que fue, conjuntamente con el terror estatal, uno de los pilares de su poder.  Texto: Paul Preston
 
11 El crecimiento económico legitima el franquismo?

Si analizamos en su conjunto la época franquista, debemos afirmar que económicamente se perdieron los primeros veinte años, dado que, hasta finales de los cincuenta, no se recuperaron los índices de producción y los niveles de renta que se tenían en 1935. Este retraso no fue causado ni por los destrozos de la Guerra Civil ni por los efectos de la Segunda Guerra Mundial, sino que fue el resultado de haber optado por una política autárquica de inspiración fascista que aisló el país, contraer notablemente su economía y provocó la miseria de millones de españoles. Ningún otro país de Europa experimentó entonces un retroceso económico, en tiempo de paz, similar al español. Esta errónea y clasista política llevó al régimen a una total quiebra económica a finales de los años cincuenta,

Un milagro falso
El Plan de estabilización de 1959 significó un cambio, pero fue una obligación impuesta por la OCDE y el FMI, y representó poder vincularse al gran crecimiento económico que entonces experimentaban los países de la Europa occidental. Las inversiones extranjeras y las divisas proporcionadas por el turismo -y por los dos millones de españoles que habían ido a trabajar a países europeos, porque aquí no tenían trabajo-, fueron los grandes motores del falso "milagro español". Los dirigentes de la nueva política económica, los López Redondo y compañía, se limitaron a gestionar un crecimiento provocado básicamente por la supresión de los rígidos controles que ahogaban las relaciones económicas. Tal vez podríamos decir que el crecimiento económico de la última etapa de la dictadura se produjo semiespontàniament y "pesar" Texto: Borja de Riquer
 
12 ¿Por qué escogió Juan Carlos?

Retrato de Juan Carlos I Wikimedia Commons

Franco sabía muy bien que una dictadura no tenía sucesión (ahora, sin embargo, esto no es así: Corea del Norte, Siria, y también Libia e Irak si los dictadores no hubieran muerto) y, por otra parte, sólo tenía una hija. También sabía que una república no era factible, porque ni el Ejército, ni la banca ni la Iglesia no lo aceptarían. Además, él, antes de ser franquista, era monárquico, y el rey Alfonso XIII fue el padrino de su matrimonio. Por lo tanto, la mejor solución que veía era la monarquía, pero una monarquía hecha a su medida: católica, social y representativa. 

Don Juan: el enemigo a batir
Tenía, sin embargo, un rival: Don Juan de Borbón, conde de Barcelona, heredero de Alfonso XIII, que quería una monarquía constitucional y parlamentaria. No consiguió que se doblara a lo que él quería, sobre todo después de los manifiestos de Lausana (1945) y Estoril (1947), que convirtieron Don Juan en un difícil rival. Don Juan quería que su heredero se formara y estudiara en España porque nunca dijeran que era poco español, o que tenía acento extranjero, que todo esto se dijo. Por eso le hizo estudiar con profesores escogidos por él, lo que no consiguió del todo porque muchos de los mentores del príncipe fueron del Opus Dei. 

Otros candidatos
Antes de que Franco lograra la gran jugada que el príncipe traicionara su padre jurando los Principios del Movimiento, para garantizar que quedaba todo "atado y bien atado", el Generalísimo había jugado con el archiduque Otto de Austria, con el archiduque Carlos de Austria-Toscana (uno de los pretendientes de la rama carlista), y con el sobrino de don Juan, Alfonso de Borbón y Dampierre, que Franco logró que se casara con su nieta Carmen y que representó una amenaza para el conde de Barcelona. Texto: Armand de Fluvià
 
13 El presidente Lluís Companys en 1937
Wikimedia Commons

Franco no se dejaba llevar por las emociones de la gente normal y corriente. Tenía una concepción de la vida que se basaba en valores morales muy rígidos, según unos parámetros anclados en una religiosidad cerrada e inflexible. Era hijo de un padre que abandonó la familia para ir a vivir, en pecado, con una mujer más joven en una época en que esta situación era considerada la desgracia más grande y vergonzosa que podía haber. Este hecho le hizo extremar la formación militar que recibió potenciando, aún más, un dogmatismo moral irreductible en una personalidad miedosa y tímida. 

Cruel por disciplina
Conocemos muchos actos de extrema crueldad de Franco. Desde ejecutar ante sus compañeros un legionario por falta de disciplina hasta no salvar su primo hermano, sacrificar de manera ingente la tropa en una acción militar o bombardear sobre zonas urbanas con población indefensa durante la Guerra Civil. O, aún, ser el ejecutor del holocausto sobre la población española en la posguerra firmante miles de sentencias de muerte. Pero son actos que responden a una lógica cruel del ejercicio del poder. Para él era necesario para la consolidación del Estado. Ya lo había dicho en declaraciones en plena guerra, "si era necesario para triunfar, mataría media España". 

Mente fría y calculadora
El secuestro del presidente Companys por la policía española, tras ser detenido por los nazis, y otros hechos similares; las condenas a muerte en los últimos años de la dictadura o la aplicación del garrote vil a Salvador Puig Antich se deben a una mente fría y cruel, una mente que respondía a la lógica de mando.  Texto: Josep M. Solé i Sabaté
 
14 ¿Por qué fue tan larga la dictadura?

La dictadura de Franco salió de una guerra civil, y en esta larga y sangrienta dictadura reside la gran excepcionalidad de la historia de España del siglo XX. Muertos Hitler y Mussolini, Franco siguió treinta años más. No fue un paréntesis, sino un elemento central que dominó el escenario de forma absoluta durante estas cuatro décadas. 

Las claves de la larga supervivencia
Cuando se miran de identificar las causas de esta larga duración, siempre sale, en primer lugar, por orden de aparición en la historia, la represión y la cultura excluyente, ultranacionalista, que dominaron la sociedad española desde la victoria en la guerra hasta la muerte de Franco. Pero hubo más factores.

Sin intervención exterior, con un ejército unido y con un apoyo unánime, excepto en los últimos años, de la Iglesia católica, en su tarea educativa y de control social, la dictadura de Franco ya estaba destinada a durar. Pero es que además de las fuerzas armadas, de la represión y de la legitimación de los poderes eclesiásticos, la dictadura franquista también dispuso de una buena base social entre una población que acababa de salir de una guerra civil y el último que quería era otra guerra. 

Fue Franco un modernizador?
Los buenos años del 'desarrollismo', opuestos a la posguerra, la autarquía y el hambre, alimentaron la idea, sostenida aún hoy por la derecha política, que Franco fue un modernizador que habría dado a España una prosperidad sin precedentes. Resulta difícil creer y demostrar, sin embargo, que un general que, junto con sus compañeros de armas, provocó una guerra civil, con efectos desastrosos, y se mantuvo en el poder absoluto y de forma violenta durante casi cuatro décadas, fuera un modernizador o un salvador de la patria frente al comunismo y la revolución.  Texto: Julián Casanova
 
15 Como veía Cataluña?

Franco nunca dejó de ser un militar de formación tradicional española, ideológicamente instalado en la concepción de una España imperial que creía que la progresiva consolidación de la sociedad liberal burguesa, es decir, la democracia, la industrialización y los partidos políticos- era la causa de la decadencia secular de España. 

Odio profundo a Macià
Cataluña era, por el Ejército español, el paradigma de una realidad que la gran mayoría de los militares rechazaban absolutamente de manera ideológica, incluso personal. Su idea de un estado centralizado era incompatible con una Cataluña con identidad propia. Por eso los franquistas consideraban que había que aplicar una cirugía agresiva, cortando de raíz, hasta llegar a la ejecución física, todo lo que fuera una manifestación de su identidad. La lengua, la cultura y sus fundamentos económicos.

La idea de querer sacar las industrias de Cataluña hacia otras zonas del Estado responde a esta idea. Barcelona era, como decían los militares franquistas, la gran culpable de los males de la patria. La capital catalana era el lugar del comercio, de los negocios, de la cultura. Para contrarrestar todo esto, Franco intentó convertir Madrid en el contrapoder. Fue el gran alcalde de Madrid. 

Franco nunca entendió Cataluña ni la apreció. Serrano Suñer explicó que quien más odiaba su cuñado no era Companys, sino Macià, "porque era militar". Y los franquistas catalanes eran la personificación del interés económico por encima de todo, precisamente el tópico que mantenían los prejuicios militares españoles para con el país: eran avaros, negociantes, fenicios y judíos. Texto: Josep M. Solé i Sabaté
 
16 ¿Qué hizo el gobernador civil de Barcelona al morir Franco? 
 
En Barcelona el cargo lo ejercía un hombre muy significativo, Rodolfo Martín Villa. Hay que distinguir entre la imagen aperturista que él quiso dar posteriormente y lo que hizo en realidad. En el primer aspecto, la interpretación que da en sus memorias (1984) es que la muerte del dictador casi coincidía con la voluntad de implantar la democracia desde sectores del mismo régimen. Sin embargo, la realidad fue otra. 

Modernizar El Movimiento '...
Martín Villa ejerció en el complejo durante la crisis final del régimen, y en este contexto de incertidumbre y desconcierto se planteó como objetivo la expansión y la modernización del Movimiento Nacional. Quería ampliar la base social del régimen para garantizar su continuidad, lo que lo llevó a hacer nuevos contactos dentro de la sociedad barcelonesa. Abandonó las formas duras de su predecesor, Pelayo Ros, y protagonizó un cambio de estilo con cierta flexibilidad en algunos campos. Toleró actos puntuales como las conferencias sobre "Las terceras vías en Europa" y el recital de Raimon del 20 de octubre de 1975. Pero entre junio y septiembre de 1975, por ejemplo, no se estuvo de suspender casi 100 actos , ni de actualizar la "lista negra" de artistas a los que había que prohibir ... 

...
También participó de la dura política represiva del gobierno actuando con contundencia ante determinados conflictos laborales, acciones vecinales o en las manifestaciones por la amnistía del 17 de noviembre de 1974, y la del 11 de septiembre del 1975. Y quiso hacer -la más eficaz -Delimitar las funciones de las fuerzas policiales- y más selectiva sobre las fuerzas antifranquistas. No en vano, procedió, por ejemplo, a la detención de los 67 participantes en la Permanente de la Asamblea de Cataluña en Sabadell, el 8 de septiembre de 1974.  Texto: Manel Risques
 
17 Robó a los españoles?

Franco gobernó España como si fuera un cuartel; siempre fue un militar africanista, austero en la comida y en la bebida, y sin aficiones sexuales conocidas, aunque el perdían las celebraciones con bomba de realeza. Gobernó bajo palio y con un único objetivo personal: mantenerse en el poder. Es por ello que a su alrededor se creó una gran red de tráfico de influencias y de intereses económicos, un gran estraperlo que impregnó todo el escalafón de su aparato de estado. También permitió la corrupción en su familia y en la cúpula del régimen, porque Franco pensaba que sus colaboradores no conspirar nunca contra él si los iban bien los asuntos del bolsillo, según explicó a su primo y secretario Franco Salgado -Araujo. 

El epicentro, en El Pardo
El palacio de El Pardo se convirtió en el epicentro de todos estos negocios que giraban alrededor de su círculo familiar íntimo (los Franco, los Polo y los Martínez-Bordiú ...). De hecho, la familia directa de Franco presidió o formar parte de los consejos de administración de más de 150 empresas de sectores tan diversos como las grandes compañías siderúrgicas, eléctricas, bancos, automoción, inmobiliarias, obras públicas, turísticas, sanitarias, agropecuarias o instrumentales, con las que encubrían parte de su patrimonio. 

Un Franco cada consejo de administración
Muchos iban a El Pardo "para sentar un Franco" a su consejo de administración, asunto que trataban con el secretario particular del general, José María Sánchiz Sancho, tío del marqués de Villaverde, al que todos llamaban el mago de El Pardo, y que fue quien se ocupó de los negocios familiares. Como ejemplo ilustrativo de los privilegios de que gozaba la familia del dictador, el yerno de Franco, Cristóbal Martínez Bordiú, ocupó puestos en los consejos de administración de 16 empresas (muchas de ellas de la sanidad privada) y trabajó simultáneamente en ocho plazas médicas de la sanidad pública por las que cobraba un sueldo superior al asignado a su suegro como jefe del Estado.  Texto: Mariano Sánchez-Soler
 
18 Era austero?

Es cierto que muchos testigos así lo afirman y hay que decir que se trata de una calidad estimable, aunque, en realidad, no significa gran cosa: vivió rodeado de lujos correspondientes a su rango como jefe del Estado, se le hacía constantemente el balón, nunca le faltó nada de lo que quiso... 

Pocos caprichos, pero costosos
También es cierto que los pocos caprichos que tuvo fueron siempre costosos. El Pazo de Meirás no fue ninguna tontería, si bien se trató de un regalo. Y es cierto que, de obsequios, tuvo más, directamente o por mediación de su santa esposa. Lo más significativo fue la finca Valdefuente, muy cercana a Madrid. Pero, por si acaso, se lo hizo venir bien porque nunca figurase a su nombre y construyó una figura jurídica para que fuera su cónyuge quien la explotara como si fuera un arrendamiento. Pero lo más significativo de todo y que ejemplifica bien su comportamiento en el plano moral, ético y político fue la forma y manera en que, en plena Guerra Civil y en el año inmediatamente posterior, consiguió, a la callada, una fortuna personal considerable que mantuvo durante bastante tiempo en forma líquida. Quizá por si cambiaban las tornas.

Todo ello se puede sintetizar en una frase que Chamberlain empleó para hablar de Hitler cuando invadió Checoslovaquia y se cargó los acuerdos de Múnich: "Nunca fue un caballero". Porque Franco no sólo puso en marcha la más gigantesca ola represiva de la historia de España, sino que, además, aprovechó para hacerse millonario.  Texto: Ángel Viñas

19 A cuánto asciende el patrimonio de los Franco?

En 1975 el valor de sus fincas rústicas, palacios y edificios superaba los mil millones de pesetas, según las estimaciones catastrales y periodísticas del momento. Resulta imposible llegar a una cifra exacta porque nunca se pudo saber el precio de propiedades en las Filipinas y en Miami, o los capitales depositados en el extranjero. 

Unos cuantos rocas en la faja
Al morir, Franco legó a cada uno de sus siete nietos dos millones de pesetas en metálico, procedentes de sus sueldos como militar; además, dejó a su viuda, Carmen Polo, las únicas propiedades consignadas a su nombre: el Pazo de Meirás y el Canto del Pico. Los otros terrenos, fincas, joyas y obras de arte ya estaban en poder de su hija, Carmen Franco Polo, antes de la muerte de su padre, como fue el caso de la casa de la calle de los Hermanos Bécquer, el palacio de Cornide, la finca de Valdefuentes y un gran número de inmuebles y fincas que tenía a través de sociedades instrumentales. 

Finques todo
En 1975 sus descendientes poseían, pues, una gran fortuna. Además de las más emblemáticas ya citadas, heredaron el palacio de caza de Franco en Castillo de las Navas, de Córdoba; fincas y chalets en Pareja (Guadalajara), a las urbanizaciones madrileñas La Florida y Puerta de Hierro, a Entrepeñas, en Torremolinos (vendido por Villaverde en 1981 por doscientos millones de pesetas), a Oleiro (A Coruña) y en Miami (los Estados Unidos). También heredaron varias viviendas de lujo y locales en la Castellana de Madrid.

Huelga decir que cuarenta años en la corte de El Pardo dan para mucho. La mecánica de los regalos ofrecidos al Caudillo se repetía el palacio cada martes. Entre las audiencias del jefe del Estado, siempre había una corporación, una fundación o un club de fútbol que ofrecía alguna pieza artística de valor; oro, plata, telas, tapices, insignias, medallas ...

Los burócratas de Franco regulaban minuciosamente los obsequios hasta el punto de que la Casa Civil, mediante unos módulos impuestos, precisaba las dimensiones y el peso que debía tener una medalla de oro con que una ciudad quería obsequiar al dictador. Si estimamos en dos millones de pesetas el valor aproximado de cada obsequio semanal, se llega a la impresionante cifra de cuatro mil millones de pesetas. 

Patrimonio en alza
Más allá de esta estimación, los mil millones de pesetas en que, hace cuarenta años, podía valorarse la fortuna de los Franco en función de las propiedades y los ingresos económicos constatados, se multiplican actualmente, tras cuatro décadas de ventas patrimoniales millonarias y de algún pelotazo urbanístico como el de Valdefuentes, desarrollado a lo largo del último boom inmobiliario. Texto: Mariano Sánchez Soler
 
20 Se puede decir que Franco sigue vivo?Valle de los Caídos 
 
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Francisco Franco, Baamonde de nacimiento pero que se puso la 'h' en el segundo apellido por ennoblecerse, efectivamente murió. No sabemos si exactamente en el momento en que Arias Navarro lo anunció con toda su fuerza dramática o unos días antes. Pero en todo caso "el Hecho biológico inevitable" se consumó hace cuarenta años. Otra cosa es el franquismo, que como realidad institucional no murió con Franco, sino primero en la calle y luego en las urnas, y que pervive en varios sentidos. 

La legitimidad de la monarquía
El primero de estos sentidos radica en la configuración de nuestro propio presente, donde algunas de sus instituciones son herencia directa del franquismo, refrendada en todo caso por la democracia. El caso más claro sería la misma institución monárquica, que proviene de una legitimidad dudosa que no conllevó una "restauración" de la dinastía - ya que si hubiera sido así hubiera correspondido ser rey a Don Juan y no a su hijo-, sino una instauración hecha en el marco de la misma definición del franquismo como "reino" en 1947 y de la designación de Juan Carlos I como sucesor en 1969. Sin embargo, esta es una pervivencia legitimada para la creación del nuevo sistema democrático. 

Un intangible imginari colectivo
Hay un segundo ejemplo de esta pervivencia del franquismo, probablemente menos evidente y más difuminadament presente. A pesar de que gran parte de la narrativa pública señale la Transición como una gran experiencia colectiva, lo cierto es que como experiencia histórica y cultural la Transición es extremadamente corta en el tiempo en relación con el mismo franquismo. Esto ha hecho que el franquismo perviva en nosotros como experiencia histórica, si se quiere clausurada como sistema político, pero no tanto en términos de conciencia colectiva. Una importante revista de la patronal catalana de finales de 1975, una vez muerto Franco, abría su portada con un contundente: "Hoy ya no se ayer". Y más allá de señalar una obviedad, contaba en sus páginas interiores otra cosa: el franquismo había sido para muchos sectores sociales una experiencia histórica válida, pero no aplicable en el nuevo presente. Esta consideración, que hoy muy pocos reivindicarían en público, señalaba también otra cosa: un vínculo sentimental, con valores de fondo y de imaginarios impregnados por el legado del franquismo que pervive de manera tan difusa que a veces no es ni autoconsciente. Texto: Xavier Domènech

Fuente → sapiens.cat

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