Las mujeres del franquismo no tuvieron la oportunidad de elegir

Ana Penyas (Premio Nacional de Cómic): “Las mujeres del franquismo no tuvieron la oportunidad de elegir”:

NANI F. CORES
La ilustradora prepara su nuevo trabajo inspirado en el turismo y ambientado desde el año 69 a la actualidad.
Ha sido la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Cómic por ‘Estamos todas bien’.

“Condenadas a coser, a callar y a esperar. Coser esperando que apareciera un novio llovido del cielo. Coser luego, si había aparecido, para entretener la espera de la boda. Coser, por último, cuando ya había pasado de novio a marido, esperando con la más dulce sonrisa de disculpa para su tardanza la vuelta de él a casa”. Este revelador texto de Carmen Martín Gaite fue el elegido por Ana Penyas (Valencia, 1987) como introducción a Estamos todas bien (Salamandra Graphic), su debut en el mundo de la viñeta y la ópera prima con la que ha conseguido acaparar múltiples titulares durante el último año.

Un emocionado homenaje a sus abuelas y, por extensión, a toda una generación de mujeres a las que se les negó el derecho a decidir durante el franquismo, que consiguió primero el Premio al mejor autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona para alzarse pocos meses después con el Nacional de Cómic, convirtiéndola en la primera mujer en ganarlo.

Maruja y Herminia, sus abuelas, son solo dos entre tantas y tantas mujeres de aquella época a las que la posguerra, la dictadura y el patriarcado silenció y relegó a un segundo plano y a las que Penyas ha conseguido revalorizar a través de esta historia y sus dibujos: “su trabajo de cuidados, por el que además nunca se les ha pagado, ha estado invisibilizado y hay que ponerlo en valor”, cuenta a 20Minutos.

El relato, en el que también aparece la propia Penyas, describe momentos clave del pasado y el presente en la vida de esta dos mujeres. Precisamente es su abuela Maruja, aquejada en la actualidad de Parkinson, la que en un momento del libro le aconseja hacer una historia de amor, a lo que su nieta contesta tajante que historias de amor hay muchas pero de abuelas muy pocas. La autora tiene claro por qué hasta ahora estas mujeres no parecían especialmente interesantes para la ficción: “En los tiempos que corren mucha gente habla desde el yo y la mayoría de las veces el yo sigue siendo joven y de clase media. Por eso, aunque se hable dede un yo femenino, casi ninguna de esas mujeres ha podido tener una formación y narrarse a si mismas, por eso significaba tanto para mí hablar de ellas”.

Un detalle del interior de ‘Estamos todas bien’ (Salamandra Graphic).

Penyas reconoce que el trabajo de construcción de esta historia también cambió su propia visión sobre las mujeres que vivieron en franquismo: “He sido educada en la idea de como mujer puedes hacer tu camino y tomar tus propias decisiones. Lo que más me impactó fue darme cuenta que las mujeres y también los hombres de esa generación no tuvieron la oportunidad de elegir”.

En cuanto al peso feminista del libro, la artista matiza que “es feminista en el sentido de que mi mirada lo es e intento ver sus vidas desde esa óptica. Eso no quiere decir que mis abuelas hayan tenido vidas empoderadas, todo lo contrario, sino que hago la crítica al contexto machista del franquismo“.

 Más allá de la cuestión de género, para la ilustradora es también importante poner el foco en la deuda que la sociedad actual tiene con la tercera edad: “una especie de deuda histórica con esa generación que se quedó un poco en camino de nada porque fueron niñas y niños en la guerra y tuvieron 40 años de franquismo en sus vidas. Si no les entendemos a ellas y ellos no nos entendemos a nosotros como sociedad”.

Pasada la resaca y el primer impacto por la tremenda repercusión mediática del premio, Penyas dice sentirse emocionada porque gracias a su libro “la gente pueda pensar en sus propias abuelas, sus tías o todas esas mujeres que han formado parte de sus vidas, no solo desde el sentimentalismo sino también desde la parte política de entenderlas y valorarlas“.

En cuanto a haberse convertido en la primera mujer en llevarse un Premio Nacional de Cómic asegura que “quiero pensar que ha sido porque mi trabajo fue el que gustó más y ganó. En cualquier caso lo que me resulta más interesante no es que yo haya ganado como mujer sino que haya ganado este relato sobre mujeres porque en otro momento no hubiese interesado de la manera que ha interesado ahora”.

Gracias al colchón económico que le ha aportado este galardón, la autora prepara ya en el que será su siguiente trabajo, que tocará a la siguiente generación, la de la Transición: “Voy a retratar justamente la etapa que va desde el año 69 hasta ahora. El tema será el turismo y habrá varios personajes, pero todavía estoy muy en el inicio. La tranquilidad del premio me permitirá dedicarle un tiempo largo”.

Portada de ‘Estamos todas bien’ (Salamandra Graphic).


Fuente → elotrokiosko.net

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