Las '17 rosas de Guillena': torturadas y fusiladas por ser familiares de republicanos

Las '17 rosas de Guillena': torturadas y fusiladas por ser familiares de republicanos: Se trata de unos de los casos más espeluznantes de la especial y cruel represión franquista.17 mujeres fusiladas por los falangistas porque cometieron el “pecado” de ser maridos, novios, familiares de militantes o simpatizantes de izquierdas o de ser mujeres libres y pensar por sí misma. Las “17 rosas de Guillena” no han sido popularizadas tanto como las otras “valientes” mujeres con fatal destino también, las “13 rosas de Madrid”. En todo caso tuvieron el mismo destino y sufrieron los mismos castigos, mofas, torturas, persecución, e idéntico final, el fusilamiento.

El genocida y misógino Queipo de Llano
La provincia de Sevilla entraba en la sádica zona del terror del General Queipo de Llano, el máximo responsable de la represión en Sevilla. Queipo, misógino y genocida, dio muestras del odio a las mujeres en frase como esa pronunciadas en sus arengas en la radio mezcla de crueldad verbal y whisky: "Estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen". De esta forma animaba el general Gonzalo Queipo de Llano, a sus tropas para que fueran terriblemente duros y violentos contra las mujeres. Este tipo de arengas y soflamas las emitía  en sus charlas radiofónicas al comienzo del alzamiento en armas contra la República.

Los hombres huyen de la represión al Frente de Madrid o a la sierra
Gran parte de los hombres se fueron de Guillena en julio del 36. La mayoría de los que se quedaron pasados por las armas fascistas en aplicación del bando de guerra. Otros huyeron hacia Extremadura y desde ahí siguieron para incorporarse al ejército republicano en Madrid y combatir en el frente. Algunos, menos,  se escondieron en montes y sierras cercanas a la población resistiendo en duras condiciones al hambre, y el frío pero todo les valía para estar cerca de sus familias. Las mujeres detenidas eran sus hijas, hermanas o viudas… “mujeres de rojos" para los fascistas. Está claro y documentado que las mujeres que no huyeron se quedaron al cuidado de sus familias y de los hijos de los fusilados, represaliadas desde el primer día por las vejaciones y humillaciones constantes de los “nacionales”. En ocasiones fueron objeto de delación por envidia o rencillas personales.

De 17 a 70 años y fusiladas en las tapias del cementerio
Las sevillanas, con edades comprendidas entre los 24 y 70 años,  fueron detenidas, las torturaron y humilladamente rapadas le dieron “paseíllo” por las calles de Guillena para mayor escarnio. Luego las subieron al camión de la muerte y las 17 mujeres fueron transportadas como cerdos a la localidad cercana de  Gerena. Narran que de aquel siniestro vehículo se oían llantos, gritos de terror y voces de miedo. Allí, en las tapias del cementerio de Gerena, fueron fusiladas una a una ante un pelotón de sanguinarios fascistas, muchos de ellos de la zona. Como la fascista y lúgubre tradición franquista mandaba sus cuerpos se tiraron como alimañas a una fosa común.

“Condena ejemplarizante”
Las conocidas como “Las 17 Rosas de Gerena” fueron fusiladas pues a las pocas semanas de que prosperase el alzamiento militar. Los golpistas quisieron que fuera una especie de "condena ejemplarizante" por sus vínculos conyugales o sentimentales con sindicalistas o dirigentes de izquierdas. Fue durante el mes de septiembre cuando fueron detenidas 19 mujeres de Guillena. Se trataba en su mayor parte de mujeres de huidos del pueblo, republicanos, simpatizantes o afiliados a partidos de izquierda.

Torturadas y humilladas
Fueron torturadas, vejadas y finalmente fusiladas por su valentía al negarse a revelar el paradero de sus maridos. Durante días estuvieron presas en el depósito municipal de Guillena. Más tarde 17 de ellas fueron fusiladas a principios de noviembre de 1937 en el cementerio del vecino pueblo de Gerena. Todos estos hechos están bien documentados y por ello se sabe que otras dos mujeres fueron indultadas posiblemente debido a la mediación de algún familiar o amigo influyente con los golpistas.

Rapadas, vejadas y con “paseíllo” publico
Todas, incluidas las dos mujeres indultadas, percibieron diariamente la “dosis” del genocida y criminal Queipo y sus seguidores falangistas de aceite de ricino, mofa y escarnio público así como de exhibición pública de las mujeres rapadas. Esa fue la forma de incremento de la represión contra las mujeres: la humillación pública.

Fosa común y exhumación
Gracias a que todos estos tristes y violentos sucesos quedaron "documentados" y especialmente merced al trabajo de investigadores y de colectivos memorialistas y ciudadanos de la localidad, se pudo lograr, tras muchos estudios, trabajos y excavaciones, localizar en el cementerio de Gerena una fosa común con indicios y que más tarde dio lugar a la exhumación de las 17 mujeres fusiladas entre enero y febrero de 2012. Todos los restos presentaban signos de "violencia extrema". En algún caso se comprobó como uno de los cráneos mostraba el impacto de dos balas y otros exhibían múltiples fracturas. Entre los objetos hallados en la fosa común había anillos, pendientes, monederos peines y horquillas.

Un testigo de los fusilamientos
Y en todo este proceso hasta la exhumación y el logro de que por fin estas 17 mujeres pudieran ser llevadas a ser enterradas dignamente en su pueblo, destaca una persona. Se trata de José Domínguez Núñez quien fue testigo de niño cómo mataban a las 17 Rosas de Gillena. Él pudo ver este asesinato colectivo desde lo alto de un olivo en el que se estaba encaramado. Con el tiempo indicó el punto exacto del cementerio de Gerena. También dijo quienes eran sus asesinos, unos falangistas y guardias civiles locales. Esto ha servido de base para una denuncia presentada en 2015 y que espera que la justicia de respuesta para unas víctimas asesinadas por el fascismo, justicia para reparar, justicia para devolver la dignidad, justicia para ser justos: “Verdad, Justicia y reparación”, tal y comomo dice la placa que marca su enterramiento, juntas, identificadas, reparadas.

Como homenaje, como merecido homenaje y reconocimiento a estas “17 Rosas de Gillena” he aquí los nombres de estas heroínas:
1 - Eulogia Alanis García, “la cunera”.

2 - Ana María Fernández Ventura, “la lega”. Vivía en el Portugalete. Tenía unos 29 o 30 años. Tenía dos hijos, Luciano y Manuela, que llevan los dos apellidos de la madre por ser madre soltera.

3 - Antonia Ferrer Moreno. Natural de Loja. Casada con Cristóbal Barroso Rosado (Ronda). Tres hijos. Antonio Barroso Ferrer, Francisco Barroso Ferrer y Manuel Delgado Ferrer.

4 - Granada Garzón de la Hera, “la gitana”. 41 años. Casada con Francisco Aguilera Hidalgo (asesinado), al igual que su hijo mayor, José (19 años). Tuvo nueve hijos. Natural y vecina de Guillena.

5 - Granada Hidalgo Garzón. Vivía en c/ Echegaray nº 6. Viuda. 70 años. Sabía leer.

6 - Natividad León Hidalgo. 52 años. Casada con Antonio León García. Tenía dos hijos; uno de ellos, José León León, baja en padrón municipal al igual que ella sin causa. Vivía en c/ Pablo Iglesias, nº32.

7 - Rosario León Hidalgo. 41 años. Casada con Francisco Prieto López. Tenía tres hijos. Vivían en c/Pablo Iglesias. Nº 36.

8 - Manuela Liánez González, “la esterona”. Casado con Eduardo Rodríguez Membrilla. Fue detenida por no declarar el paradero de su marido, huido a la entrada de la tropas franquistas en Guillena. 46 años. Tenía dos hijas, Manuela e Isabel.

9 - Trinidad López Cabeza. 50 años. Tuvo ocho hijos (uno de ellos murió de pequeño). Fue detenida en su casa; su hija mayor se ofreció para ir en su lugar; no volvió a ver a su madre.

10 - Ramona Manchón Merino. 44 años. Casada con Antonio Palacios Garcia (asesinado), figuran 4 hijos. Vivian en c/ Agustina de Aragón nº 23. Baja en padrón sin causa.

11 - Manuela Méndez Jiménez. 24 años. Casada con Manuel Domínguez Garzón (desaparecido). Vivían en c/ Sevilla, nº 1. Dos hijos, José y Antonio, de cinco y tres años. Detenida por no revelar el paradero de su marido.

12 - Ramona Navarro Ibáñez. Casada con José María Macero Maya. 24 años. Con dos hijas, Antonia y Carmen. Vivia en c/ Pablo Iglesias nº 1. Baja en padrón municipal sin causa.

13 - Dolores Palacios García. 46 años. Casada con Antonio Hidalgo Garzón. Tenían nueve hijos. Vivian en c/ Pablo Iglesias nº40. Baja en padrón municipal sin causa.

14 - Josefa Peinado López. 55 años. Casada con Manuel Peinado González y vivían en c/ Pablo iglesias nº 3. Tenían dos hijos, Guillermo y Cipriano (ambos eliminados del Padrón municipal).

15 - Tomasa Peinado López. 61 años. Casada con Antonio Fernández Moray. Tenían cinco hijos, tres de ellos (Antonio, Francisco y José) fueron baja junto a ella del Padrón Municipal sin causa. Vivían en c/ Pablo Iglesias nº 54.

16 - Ramona Puntas Lorenzo. 52 años. Casada con German Franco Santiago (asesinado). Tenía una hija, Josefa. Vivian en c/ Ramon y Cajal nº 3. Baja en padrón municipal sin causa.

17 - Manuela Sanchez Gandullo. 57 años. Casada con Emilio Valdivia Puntas. Vivian en c/ Cervantes nº 24. Tres hijos. Su marido fue un destacado miembro de Unión Republicana Local, no represaliado.

Fuente → elplural.com

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