Mercenarios franquistas fusilaron con ametralladoras a cuatro anarquistas y seis republicanos

En Agosto de 1936, mercenarios franquistas fusilaron con ametralladoras a cuatro anarquistas y seis republicanos en Barcones: Soria fue un enclave importante del movimiento libertario. En 1936 había 140 afiliados en Arcos de Jalón y 403 en Soria capital. Entre ellos, Arsenio Martínez, la figura más representativa del anarcosindicalismo soriano. Chófer de profesión, Arsenio Martínez era un anarquista autodidacta que adquirió una enorme cultura, militante activo, miembro de la FAI. Era integrante de un anarquismo humanista muy cercano a la figura de Melchor Rodríguez. Colaboró en varios periódicos de la época, entre ellos El Trabajo de Soria.

Cuando se perpetró el golpe de Estado, Arsenio Martínez pidió infructuosamente armas al Gobierno Civil. Llegó el desastre para el movimiento obrero en Soria y para toda la República. Fue detenido y condenado a muerte. Los reaccionarios no podían pasar la ocasión de eliminar a una de las figuras más prestigiosas del obrerismo soriano.

Al anochecer del día 13 de agosto de 1.936, un camión transportó 10 personas esposadas y rigurosamente custodiadas a un lugar cerca del frente. Cuatro eran de la CNT de Soria: Arsenio Martínez (chófer, 33), Fermín González (alpargatero, 50), Tomas Cué (ferroviario, 30) y Antonio Lafuente (metalúrgico, 34). Los 6 restantes eran de la comarca de El Burgo de Osma. Permanecieron en el camión esposados toda la noche y al amanecer del día 14 falangistas y guardias civiles los trasladaron a un lugar cerca de Barcones.

También asistieron a la ejecución 2 sacerdotes y un médico militar que debía asegurarse de que los que iban a ser fusilados, fueran realmente muertos y certificara su defunción. Se habían dado casos de que algunas de las víctimas habían quedado moribundas, un fusilado en los llanos de Chavaler llegó arrastrándose hasta el pueblo próximo.

Uno de ellos le intentó dar un reloj a un cura para que se lo entregara a su mujer, pero el clérigo no quiso cogerlo. Preparado el escenario para el acto final, los curas exhortaron a los presos a que se confesaran. “Dentro de unos momentos vais a comparecer ante Dios, y os invitamos a que recibáis los auxilios espirituales”. Ninguno de los detenidos respondió. Entonces Arsenio Martínez se dirigió a sus compañeros de infortunio y les dijo: “Si alguno de vosotros quiere confesarse y no se decide por rubor, que lo haga con toda libertad. No por ello dejará de ser valiente y digno”. Los 6 presos de la comarca de El Burgo pidieron ser confesados.

Los 4 anarquistas sorianos rechazaron los auxilios espirituales y murieron enteros y firmes. Las últimas palabras fueron de Arsenio Martínez. Unido a sus compañeros y dirigiéndose a sus verdugos dijo: “Vosotros no sois culpables; sois un instrumento y ojalá que la España que queréis construir sea de paz, de amor y de verdaderos hermanos; la España que yo siempre he soñado”.

Alguien que había mostrado predilección por apuntar a Antonio Lafuente tuvo prisa por terminar, a las 2 de la tarde una ametralladora segaba sus vidas. Uno de ellos salió corriendo y a unos 30 metros las balas le alcanzaron. Un oficial les dio el tiro de gracia con un pistolón. Obligaron a 2 del pueblo a cavar las fosas en un pequeño pradillo. Los 4 cenetistas fueron enterrados juntos en una de ellas, y en la otra arrojaron a los 6 de San Esteban que se habían confesado.

Durante 5 años la Asociación soriana Recuerdo y Dignidad (AsRD), capitaneada por Iván Aparicio, ha realizado trabajos de investigación para localizar ambas fosas. La Asociación ha declarado que “Las personas asesinadas por guardia civil y falange eran civiles inermes y fueron ejecutadas sin juicio dentro del plan de exterminio físico de los oponentes ideológicos al levantamiento militar del 18 de julio”.

Por fin en 2013 el equipo del prestigioso investigador Francisco Etxebarría, a través de la Fundación Aranzadi, localizó las 2 fosas en el paraje conocido como finca del Colmenar de la Tía Leonor, en el término municipal de Barcones. La 1ª de las fosas es un enterramiento con al menos 4 esqueletos, que corresponden (Desde Soria) a los 4 cenetistas, Arsenio, Tomás, Fermín y Antonio, que residían en la capital soriana, según informa la AsRD.

En la exhumación de la 2ª fosa se encontraron 6 cuerpos que se corresponden a los 6 fusilados el 14 de agosto. Las pruebas de ADN han confirmado la identidad de 4 de ellos, eran los vecinos de San Esteban de Gormaz, Juan Pablo Rica (sastre y concejal de Cultura, 46), Cándido Muyo (jornalero, 26), Bernabé Esteban (jornalero, 37), y Juan Ballano (agricultor, 35). Los otros 2 cuerpos podrían tratarse de Máximo Redondo (ferroviario, 36) y Mariano González Carracedo (ferroviario, 35).

La Asociación AsRD apuntó que los trabajos genéticos han tenido un coste de 5.000 euros financiados íntegramente con sus fondos propios y ayudas específicas de particulares, familiares y organizaciones sociales.

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