La República dio carta blanca a Capa en 1939 esperando que sus fotos ayudasen: Las Palmas de Gran Canaria, 28 dic (EFE).- El gobierno de Juan Negrín dio carta blanca al fotógrafo Robert Capa en los últimos meses de la Guerra Civil para que pudiera tomar imágenes en cualquier punto del frente, en la confianza de que sus reportajes pudieran ayudar a la República a través de la prensa internacional.
La Fundación que custodia el archivo personal del último presidente del Gobierno de la II República ha difundido hoy, viernes, el salvoconducto que la oficina de propaganda de Negrín concedió el 7 de enero de 1939 al autor de una de las fotos periodísticas más famosos de todos los tiempos ("La muerte de un miliciano", también tomada en la guerra española, en 1936).
Robert Capa -pseudónimo bajo el que, en realidad, trabajaban dos fotógrafos, el húngaro Endre Erno Friedmann y su pareja, la alemana Gerda Taro- solicitó hace ahora 80 años permiso al gobierno republicano autorización para realizar "un amplio reportage (sic) en los frentes y pueblos cercanos a las líneas".
El reportero de la agencia Magnum firma en Barcelona de su puño y letra y con su nombre de guerra esa solicitud el 7 de enero de 1939, en un momento dramático para la capital catalana, que caería en manos de las tropas franquistas solo 19 días después.
La respuesta la recibe ese mismo día, sábado, y el tono en el que está redactada demuestra que el Gobierno de Negrín es consciente del enorme prestigio del reportero, que comenzó a labrarse precisamente en España y luego continuaría creciendo en la II Guerra Mundial, con imágenes también icónicas del Desembarco en Normandía, el Día D.
"Ruego se conceda salvoconducto, lo más amplio posible, al reporter gráfico Robert Capa, para realizar una información gráfica en los frentes", escribe Constancia de la Mora Maura, la jefa de la división de Prensa Extranjera de la Subsecretaría de Propaganda.
De la Mora enfatiza su recomendación para que no quepa duda alguna a quien lo lea: "Este fotógrafo ha efectuado ya muchísimos reportajes en nuestra guerra, que han sido de gran eficacia y, precisamente en estos momentos, las circunstancias aconsejan que se publique en las Revistas Internacionales fotografías del frente a fin de contrarrestar la campaña de los fotógrafos alemanes que nos consta tienen en su frente los facciosos".
Esta funcionaria republicana, nieta de Antonio Maura, presidente del Consejo de Ministros con Alfonso XIII, detallaría más adelante, en sus memorias, cuáles eran esas "circunstancias" que aconsejaban tener del lado de la República el impacto de las fotos de Capa.
"Nuestro Ejército, diezmado, sin reservas, falto de cuadros de mando (...) Barcelona en 1939 no era Madrid en 1936. La población civil (estaba) hambrienta, viviendo bajo el enervante chirrido de las sirenas", relata De la Mora en el libro "Doble esplendor".
Prima carnal del escritor y exministro socialista Jorge Semprún, y hermana de la falangista y periodista Marichu de la Mora, Constancia de la Mora Maura murió en el exilio.
Antes, recuerda la Fundación Negrín, sería la encargada de anunciar el 24 de enero de 1939 a los corresponsales que quedaban en Barcelona que al día siguiente serían evacuados de la ciudad.
Fuente → ecodiario.es
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