La libertad no es un delito
La Justicia al revés: caso “A sus muertos”.: Amigas y amigos, el próximo día 12 de diciembre a las 9:30, continúa el juicio contra nuestros amigos Carolina y Clemente. Tras la primera sesión del juicio contra Carolina Martínez y Clemente Bernad, por denuncia de miembros de la golpista Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, la fiscal hizo reiteradas menciones al efecto sicológico negativo que había tenido en los dos acusadores, miembros de la Hermandad, saber que habían intentado grabar una de las misas que celebran en la cripta del mausoleo conocido como “los Caídos”. Misas que celebran todos los 19 de mes en memoria de quienes... 

Tras la primera sesión del juicio contra Carolina Martínez y Clemente Bernad, por denuncia de miembros de la golpista Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, la fiscal hizo reiteradas menciones al efecto sicológico negativo que había tenido en los dos acusadores, miembros de la Hermandad, saber que habían intentado grabar una de las misas que celebran en la cripta del mausoleo conocido como “los Caídos”. Misas que celebran todos los 19 de mes en memoria de quienes dieron el golpe en 1936. Según afirmaban ambos, el hecho de saber que habían intentado grabar una de sus “inocentes” misas había sido motivo de un trauma que les afectó seriamente. Por todo ello solicitaron contra cada uno de los acusados dos años y seis meses de cárcel, además de 12.000 euros.

Pues bien, como familiares de asesinados por golpistas como los de la susodicha Hermandad, asesinados que todavía hoy siguen en gran número desaparecidos en fosas, cunetas y descampados, queremos manifestar a jueza y fiscal del caso que durante años interminables seguimos padeciendo, no solo la pérdida de nuestros seres queridos, sino la HUMILLACIÓN de seguir contemplando el mismo mausoleo levantado en honor de golpistas y asesinos, con el agravante de que en su cripta tiene su sede esa Hermandad, en la que celebra sin interrupción, durante décadas de dictadura y hasta la actualidad, las mencionadas misas.

Pero, si esas misas son “inocentes”, como dicen, no nos explicamos que por el mero hecho de que se haya intentado grabar (porque no fue grabada) una de estas, sea motivo alguno de ningún trauma psicológico.

La HUMILLACIÓN y el desprecio son los que seguimos sufriendo los familiares de las víctimas y cualquier persona que tengan respeto por una democracia que haga cumplir de una vez lo que las leyes navarras y estatales ya indican sobre la justicia debida a los asesinados. Víctimas de los golpistas que construyeron el mausoleo, cuya cripta hoy sigue siendo sede de la misma Hermandad constituida al terminar la guerra, en cuyos estatutos siguen manteniendo el firme espíritu que les llevó al golpe militar. En su Artículo 5, en sus Fines, establecen como “fin primordial” una serie de valores cristianos y de perfeccionamiento espiritual, “en continuidad y fidelidad al espíritu y a los ideales de quienes dieron su vida por defender la fe y el Reino de Dios en la tradición católica de España”.

Pero, ¿asesinar, violar, robar, marginar, denigrar y promover todo suplicio con el que destruyeron la vida de nuestros familiares, es de buenos católicos y defensores de Dios y de la Patria? ¿No será que es esto lo que no quieren que se descubra, y sea la causa del trauma que dicen sentir?

La justicia al revés.

Si te es posible acompáñanos en la puerta de los juzgados de Pamplona, te esperamos allí a las 9:00.

Es inconcebible que por denunciar las prácticas continuadas de ensalzamiento del golpismo Carolina y Clemente se tengan que presentar ante los tribunales por una denuncia realizada por los apologetas del golpismo.

Varias personas víctimas del golpismo y familiares de asesinados a raíz del golpe de estado de 1936 han redactado un documento de denuncia contra las prácticas de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz en la cripta de los caídos. Fuente

MANIFIESTO: La libertad no es un delito

Los abajo firmantes expresamos nuestra absoluta solidaridad con los artistas Carolina Martínez y Clemente Bernad para los que la Fiscalía de Pamplona pide dos años de cárcel por un supuesto delito de “revelación de secretos del artículo 197.1 del Código Penal”, en lo que, desde nuestro punto de vista, supone una manifiesta tergiversación de la legislación penal y un nuevo y flagrante atentado contra la libertad de investigación y expresión que son la base del código deontológico del ejercicio del periodismo documental, y una gravísima restricción de las libertades públicas y democráticas de nuestro país.

Conocedores de su impecables trayectorias profesionales, entendemos que no puede considerarse un delito investigar con fines de documentación artística el uso que de un espacio público, el ominoso Monumento a los Caídos de Pamplona, hace una organización de tan dudosa cualidad democrática como es La Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, en cuyos estatutos fundacionales, a los que no han renunciado, declara entre sus cometidos el de “mantener íntegramente y con agresividad si fuera preciso, el espíritu que llevó a Navarra a la Cruzada por Dios y por España“, y que continúa celebrando hasta hoy todos los días 19 de cada mes una misa en honor de los militares golpistas Mola y Sanjurjo.

Bajo ningún supuesto puede ser considerado delito que dos creadores realicen su trabajo de investigación sobre episodios vinculados a la memoria histórica, en el marco del derecho constitucional y la libertad de expresión. Muy por el contrario, es el delito de apología del fascismo y exaltación de la violencia golpista como instrumento de acción política por el que la Fiscalía debería interesarse.

La obligación moral y profesional de Carolina Martínez y Clemente Bernad es, como la de todo intelectual comprometido con la conciencia contemporánea, la de investigar, poner de manifiesto y testimoniar sobre las grietas autoritarias que socavan la sociedad democrática, allí donde aquellas se produzcan, y hacerlo sin ninguna cortapisa en el marco de la legalidad constitucional y amparados por la libertad de expresión e información que protege a cuantos periodistas investigan los delitos de odio, la apología del franquismo o la corrupción económica.

Del mismo modo que nos resultaría inconcebible que en algún país de Europa se tolerasen exaltaciones fascistas o neonazis en espacios público, o que se persiguiera a quienes investigan o reflexionan desde su trabajo artístico sobre tal tipo de acciones, consideradas abominables y delictivas por la comunidad internacional, nos resulta legal, política y moralmente inaceptable que el posicionamiento crítico antes hechos semejantes pueda ser considerado a estas alturas de la historia un delito.

Carolina Martínez y Clemente Bernard son personas respetadas, admiradas y comprometidas con la convivencia democrática; sus impecable y valiosos trabajos bibliográficos acerca de la investigación histórica y la pervivencia de estructuras autoritarias, los ha significado como rigurosos trabajadores de la cultura y ejemplares ciudadanos. No es admisible que una denuncia proveniente de las más oscuras zonas del fenecido régimen franquista sea tenida en cuenta, lo que supone una grave afrenta al conjunto de la sociedad democrática. La Fiscalía debería entender que criminalizar el trabajo de investigación sobre las víctimas de la pasada dictadura no solo refuerza el discurso de las asociaciones de exaltación franquista sino que propicia peligrosamente el vaciado democrático de las instituciones del Estado.

Nos unimos solidariamente a Carolina Martínez y Clemente Bernad en la legitimidad de su quehacer, y solicitamos a la Fiscalía que retire la apreciación de delito alguno en lo que no es más que una digna e impostergable tarea humanista: la denuncia en todas sus formas de los actos de miseria moral e indiscriminada violencia contra la población civil que supone cualquier apología del totalitarismo.

En Madrid, a 10 de octubre del año 2018. (Firma aquí)

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