Rafael Alberti: A Federico García Lorca

“…Las lágrimas del jazmín
tejen un manto en la arena,
con las sierpes y raíces
para recoger su pena.”

David Romero

También Rafael Alberti lloró la muerte de Federico, con sus versos, que es la forma que tienen de llorar y sentir los poetas…

“A Federico García Lorca”

Sal tú, bebiendo campos y ciudades,
En largo ciervo de agua convertido,
Hacia el mar de las albas claridades,
Del martín-pescador mecido nido;

Que yo saldré a esperarte, amortecido,
Hecho junco, a las altas soledades,
Herido por el aire y requerido
Por tu voz, sola entre las tempestades.

Deja que escriba, débil junco frío,
Mi nombre en esas aguas corredoras,
Que el viento llama, solitario, río.

Disuelto ya en tu nieve el nombre mío,
Vuélvete a tus montañas trepadoras,
Ciervo de espuma, rey del monterío.

Poema dedicado por el poeta gaditano tras el asesinato del que fuera su amigo  Federico Gracía Lorca, ocurrido la madrugada del 18 de agosto de 1936 en aquel camino oscuro entre Vizanar y Alfacar, junto a un olivo de la hermosa Vega de Granada.




Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros, pueblo de la Vega de Granada, el 5 de junio de 1898. La obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la Generación del 27′, de toda la literatura española, y el reflejo de un sentimiento trágico de la vida; en ella conviven la tradición popular y la culta.

En la madrugada del 17 al 18 de agosto se cumplen 80 años de la ejecución “en un paredón de olivos”, en un camino de Viznar a Alfacar de la Vega de Granada, de Federico García Lorca. El 23 de julio el general Queipo de Llano había dicho en la radio:

“Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los rojos lo que es ser hombres. De paso, también a las mujeres de los rojos; que, ahora, por fin, han conocido a hombres de verdad, y no a castrados milicianos.”
Tras la detención del poeta por parte de la Guardia Civil en casa de los Rosales, donde se había refugiado,ya que dos de los hermanos de Luis eran falangistas, acompañaban a los civiles, Juan Luis Trescastro Medina, Luis García-Alix Fernández y Ramón Ruiz Alonso, ex-diputado de la CEDA, que había denunciado al poeta ante el gobernador civil de Granada José Valdés Guzmán Valdés consultó con Queipo de Llano lo que debía hacer, a lo que el genocida general respondió: “Dale café, mucho café”

Algunos de los cargos que se le imputaron fueron: “ser espía de los rusos, estar en contacto con estos por radio, haber sido secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual”.

Relato de la detención:
– “Del coche aparcado a unos metros de la casa de la familia Rosales bajan Ramón Ruíz Alonso, Juan Luis Trescastro Medina, quien parece ser tenía lazos familiares con Federico, estaba casado con una prima lejana de éste, Luis García Alix, Sánchez Rubio y Antonio Godoy, “el Jorobeta”.

Llaman a la puerta.
Doña Esperanza Camacho de Rosales abre la puerta:
– Traigo una orden para detener a Federico García Lorca, que sabemos tienen escondido en esta casa, dice Ruíz Alonso.
El poeta, está en su habitación, baja las escaleras.
– Esto es un error….un horrible error…
– ¡Vamos!, dice Alonso.

El coche se aleja del número uno de la calle Angulo llevándose al poeta, siendo conducido al gobierno de Granada donde se le toma declaración. Era el 16 de agosto de 1936.

De allí es conducido a una cárcel en el pueblo de Viznar donde permanece hasta la madrugada del 17 al 18 de ese mes, sin juicio, sin acusaciones firmes de delito es asesinado, junto a dos banderilleros y un maestro.– “En efecto, era un gran poeta y se le ejecutó en los primeros días que siguieron al golpe de estado franquista, cuando Granada estaba ya tomada por las hordas golpistas.

“En esos momentos no se podía ejercer allí ningún control y las autoridades tenían que prever cualquier reacción contra el Movimiento por elementos izquierdistas. Por eso fusilaron a los más caracterizados, y entre ellos a García Lorca.”
Francisco Franco


Fuente →  trianarts.com

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