El día después de la batalla

El día después de la batalla
Milicianos antifascistas en la Batalla de Mallorca. Fuente: Archivo Familia Ainsa.

Llevamos un par de horas en la montaña de Son Puça y empieza a hacer mucho calor. Documentamos fragmentos pequeños de metralla y poco más. El día anterior, el segundo equipo de prospección ya ha recogido la parte importante del material que aquí se localiza en superficie. Muchos fragmentos de metralla, restos de proyectiles de artillería y de mortero calibre 81. La colina había sido ocupado por las fuerzas desembarcadas el día 22 de agosto, en el contexto de la ofensiva sobre el Puig de Sa Font. En la parte superior se había instalado un batería de artillería del 7'5.

La posición de Son Puça jugó un papel clave durante los ataques republicanos de los días 24, 25 y 26 de agosto en la línea defensiva de los alzados en el sector de Son Carrió. Una vez aquí, vemos claro por qué. Los cañones republicanos disponían de tiro directo sobre los municipios de Son Carrió y San Lorenzo -y la carretera que los UNE- y sobre las posiciones de Pocafarina y Son Vives. A partir de la caída de Son Carrió, el día 26 de agosto a última hora, la posición se volvió más relevante. Seguía presionando sobre San Lorenzo y el resto de la nueva línea defensiva de los fascistas.

Una vez aquí arriba me vienen a la cabeza las memorias de Joaquim. Llegó a Mallorca la noche del 26 de agosto ... el de la batalla, momento en que se reestructuraba el frente, una vez recogidas las fuerzas fascistas en San Lorenzo:

"A las cinco de la madrugada llegamos a la isla de Mallorca ... desembarcamos en Un lugar donde hay Muchas rocas ... Algunos de Nuestros Compañeros, al desembarcar caen al agua, estamos en un Lugar llamado Punta Amer. Caminamos tres horas en silencio, ya que la mayoria somos inexpertos y experimentamos algo de miedo. Nos Hacen acampar, estoy muy cansado, enseguida me quedo dormido. Unas fuertes detonaciones me despiertan, los obuses estallan búsqueda de Nuestro campamento y se me Pone la carne de gallina. Se Oyen fuertes descargas y el tableteo de una ametralladora, tengo la sensación de que Todas las balas vienen directas Hacia mí. Salimos en dirección a Nuestras posiciones, por el camino se sienta fuertes olores y hallamos Algunos soldados muertos, que me Hacen pensar si yo terminaré así. Encuentro un casco todo agujereado por la metralla y Llena de sangre, de aquí para allá, agujeros Hechos en la tierra por el impacto de los obuses. Llegamos al sitio designación miedo el mando para parapetarnos y protegernos del ataque del enemigo. Delante de Nuestro punto de defensa hay un pueblo, San Lorenzo de Descarzar, que Sufre las consecuencias de la guerra, pues el tiroteo no cesa. El enemigo nos zurra todo el día con la artillería ... ".

Joaquim Ainsa formaba parte de la columna Espartaco. Había nacido en la calle Fonollar de la ciudad de Barcelona en 1917. Era afiliado al PSUC y la UGT. Defendió la posición de Son Puça hasta el reembarque de la fuerza, la noche del 3 al 4 de septiembre de 1936.

Gonzalo Berger Mulattieri

Alejandra, Marina i Maria Antònia en el parapeto de Son Puça el 2018, amb Sant Llorenç al fons.

Fuente de la noticia → batallademallorca.wordpress.com

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