La princesa Corina ha hablado sobre los negocios presuntamente sucios de Juan Carlos de Borbón. Los medios de comunicación libres se han hinchado a publicar portadas, artículos y hasta editoriales, los otros, los monárquicos, se han limitado a esconder la noticia entre el laberinto de sus columnas. La Casa Real calla. El Gobierno calla. Lo mejor de todo es que a ningún súbdito/a, osea a ningún español/a la noticia le ha sorprendido y, lo peor de todo, muchos, muchísimos le quitan importancia. El grito de ¡Vivan las cadenas!, con el que los absolutistas españoles recibieron al borbón Fernando VII a su vuelta del destierro, se repite hoy y desde 1975. No contenta con ello media España está dispuesta a desenganchar los caballos del carruaje del borbón y ocupar el lugar de sus bestias de tiro, literalmente ya lo hicieron en 1814.
A falta de Franco un rey, o dos. Así lo decidió el dictador y así lo acata el pueblo español, así lo tiene decidido de forma inmensamente mayoritaria. Una decisión basada en el general desconocimiento de lo que una república representa como forma de estado, enormemente agravado por el antirepublicanismo fomentado desde el estado y la iglesia católica desde 1939 hasta nuestros días.
España es así. Nos va la marcha, la militar también. Me dicen que la World Values Survey (WVS), un proyecto global de investigación social que explora de forma empírica los valores y opiniones de la gente, entre otros temas el apoyo a las democracias, en sus nuevos datos publicados aseguran que casi el 40% de la población española preferiría un régimen autoritario a un sistema democrático.
Si un 40% de la población infravalora un modelo de estado democrático, nos puede dar una idea de la valoración que pueden hacer de una República democrática y no digamos ya si esa República se constituye como "... una República de trabajadores de toda clase, que se organizan en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo", tal y como quedaba expresado en el Artículo 1 de la II República Española.
Por si algo faltaba, hoy mismo la derecha heredera del franquismo, aunque algunos (muchos) lo nieguen y se empeñen en autodenominarse centro-derecha, ha dado un paso de gigante hacia la derecha pura y dura. Hoy un ferviente admirador de Manuel Fraga y de José María Aznar ha sido elegido como presidente del Partido Popular, y por tanto candidato a la presidencia del gobierno, y lo ha sido con el respaldo de la vieja guardia del partido hábilmente espoleada por Aznar y los suyos. Se avecinan malos tiempos.
Así las cosas el problema no es el Borbón, al Borbón y a los borbones se les puede meter en un transporte con destino a cualquier país del mundo, por ejemplo a Suiza, ya se hizo en 1931, el problema reside en ese 40% de españoles en edad de votar que ni saben ni quieren saber lo que es la Libertad y la Justicia social.... y se inclinan entusiasmados al paso del rey.
Benito Sacaluga
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