¡Pobrecillo! ¡Qué tiempos aquellos en los que nadie podía criticar al Jefe del Estado! Ese Jefe de Estado que le nombró sucesor. Ese Caudillo que tanto hizo por él y por España.
Eso era vivir, hoy el pobre sufre. Entre críticas y maledicencias, el emérito no deja de padecer. Dicen que el otro día le dio un ataque de ansiedad. Y no es para menos. Resulta que una amante –sí, he dicho una amante--, una de tantas, le ha criticado profundamente. Con lo que él la amaba, con lo que él hizo por ella. ¡Ingratitud!
La puso una casita cerca de El Pardo, la nombró testaferro de lo rapiñado, la puso como propietaria –ficticia, claro— de su capital. Y resulta que así se lo paga.
Lo extraño es que no esté peor. A sus ochenta años se ve claramente criticado, como si fuera un ciudadano normal. ¿Dónde está aquello de la impunidad del Jefe del Estado? Ahora resulta que se le puede criticar y no pasa nada. Esto no es lo que era, no es lo que le dijo su maestro Franco: “Tú estás por encima de todo”.
Y es que le han dejado por los suelos. Que si tiene cuentas en Suiza, que si ha utilizado a su primo y a Corinna de testaferros. Que sí ha cobrado comisiones del AVE de Arabia Saudita.
Pues claro, ¿qué iba a hacer? Un rey no puede tener el dinero, aunque sea rapiñado, en un país inestable como España, la culpa no es suya. Vamos, si nos descuidamos casi nos hacen un corralito. Y, bueno, que eso le pase a los ciudadanos normales, vaya, pero al rey no, eso nunca. Lo mejor Suiza, que además aprovecha uno y esquía.
Colocar como testaferros a Corinna y a su primo es lo normal. ¿Desde cuándo unos dineros --obtenidos de forma, digamos, irregular-- pueden tener como titular al Jefe del Estado? ¿Acaso alguien cree que es tonto? Un poco raterillo vale, pero tonto…
Lo del AVE en Arabia Saudita es de oficio. Una obra que cuesta miles de millones y que ha sido adjudicada a España gracias a su ‘hermano de sangre’, bien merece una comisión. Sólo faltaba que nuestro emérito lo hubiera hecho gratis. ¡Pues eso!
Que malos tiempos corren para él. Ahora cuando sale dice que le miran con malos ojos, como si fuera un ladrón. Como será la cosa, que no ha querido participar en la Copa de Vela de este año, con lo que le gustan las regatas. Y, además, ya no va a la toma de posesión, de su amigo, el nuevo presidente de Colombia, Iván Duque. Todo le sale mal. ¡La que has liao, Corinna…!
¡Ay, si hubiera tenido ocasión! Ya le habría dicho a la traidora Corinna, su famosa frase: “¿Por qué no te callas?
La cosa parece seria. Ya desde 2015 el CIS no se atreve a preguntar si los ciudadanos prefieren una República o una Monarquía, por si las moscas –que como se sabe son republicanas--, y para más inri, ha aparecido un estudio, que parece serio, aquí, donde debilita toda esperanza de futuro para la Monarquía. La mayoría del pueblo español, un 64% está por hacer un referéndum sobre la Jefatura del Estado. Y el rey emérito obtiene una puntuación propia de un Rajoy cualquiera (un 3,2 sobre 10).
En fin, parece que corren malos tiempos para la lírica. Y, al margen de la cuestión ideológica papa-rey le ha dejado una tostada envenenada al niño Felipe. Claro que éste, le sigue los pasos, al menos en el tema catalán (imponer y no dialogar), y otorgando títulos nobiliarios tan dignos como el Ducado de Franco. ¡Ajjjj!
Y para que vean que no está sólo, que hay alguien que le ayuda, --a pesar de Corinna y de esta izquierda inquisitorial que no se le ocurre ni más ni menos que pedir una Comisión de Investigación en el Congreso— basta mirar al Congreso de los Diputados, donde lo adoran los grandes grupos parlamentarios como el Partido Popular, el PSOE o Ciudadanos. Todos ellos muy monárquicos, que son los que han entendido que el rey está por encima de la ley. ¡Fin de la cita!
Fuente de la noticia → rafa-almazan.blogspot.com
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