‘Arrojaron más de mil cuerpos en la fosa Pico Reja en menos de veinte días’
La primera fosa común que se abrió en el cementerio de San Fernando de Sevilla tardó en colmatarse apenas dos semanas después del golpe militar del 36. Los trabajos de intervención se han iniciado en una de las ocho fosas que se ubican en la capital andaluza, una de las más represaliadas por el régimen franquista. La conocida fosa de Pico Reja podría albergar 1103 cuerpos en su interior.
Mercedes, Rafaela, Ramón, Antonio, ¿cuántas víctimas anónimas se esconden bajo la fosa de pico Reja en Sevilla capital? Seis cuerpos hallados casi en plena superficie en las primeras catas. Un cristal de bohemia que podría corresponder al cuerpo de un brigadista internacional checo. Una pista en medio de la tierra. De aquellos miles de voluntarios unos dos mil jóvenes vinieron del lejano país soviético a luchar contra la propagación del fascismo. Y hoy uno de ellos se ubica en una de las fosas más numerosas en víctimas del territorio nacional, la fosa de Pico Reja. Las pistas evidentes sobre la barbarie cometida en la primera ciudad peninsular conquistada durante la guerra se multiplican. Hasta el momento setenta familiares se han personado ante la oficina de víctimas del ayuntamiento de Sevilla, y cada día siguen sumando, para pedir una respuesta sobre las actuaciones que se llevarán a cabo. La más fundamental de todas, la fase de exhumación se hará pública el próximo lunes 29 en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).
Inmaculada Carrasco es arqueóloga y coordina esta primera fase de intervención, delimitación y excavación en Pico Reja. Las catas han hallado los restos de seis cuerpos muy próximos a la superficie. Corresponden a dos hombres y tres mujeres. Carrasco recuerda a Público que los trabajos de delimitación e investigación acometidos en el espacio de la primera fosa del cementerio de San Fernando han arrojado evidencias sorprendentes. Su dimensión es cuatro veces mayor de lo previsto. “Ante la búsqueda de una de las ocho fosas comunes que alberga el camposanto de Sevilla, han revelado que esta fosa es mucho mayor, al contar con una superficie de más de 700 metros cuadrados”. Los trabajos documentales previos, apuntan un importante número de cadáveres de al menos 1.103 represaliados de los primeros días del golpe militar.
Trabajos de exhumación de la fosa Pico Reja
Adela Castaño, delegada de Participación Ciudadana, Educación y Edificios municipales del Ayuntamiento de Sevilla señala a Público la importancia que ha tenido desde el pasado mes de junio “la oficina de víctimas del franquismo”, abierta por el ayuntamiento de Juan Espadas (PSOE) en junio de 2017. “Hacemos una atención integral a todos los vecinos de la ciudad que van llegando interesándose por un posible familiar que fue asesinado de forma desafortunada durante el verano del 36”.
La barbarie estuvo servida en aquellos primeros días. Y es que la documentación histórica apunta que en menos de 20 días naturales, los golpistas colmataron la primera fosa del cementerio de Sevilla. Desde el 18 de julio de 1936 al 6 de agosto. Las estimaciones sobre la segunda fosa, conocida como la del Monumento resultan aún más estremecedoras con 2400 cuerpos, según cifras aproximadas.
“En total las investigaciones realizadas por José Díaz Arriaza señalan que en San Fernando podría haber más de cuatro mil víctimas de la represión franquista”, aclara la delegada. Esto evidencia, una vez más como Andalucía es la comunidad más castigada por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Solo ochocientas víctimas están documentadas dentro del registro civil.
La evidencia del terror
En Sevilla el golpe militar se iniciaría partir de las dos de la tarde del 18 de julio de 1936. 81 años atrás, el general Queipo de Llano era Inspector general de Carabineros. Recibía instrucciones desde el protectorado marroquí. El golpe militar tenía que triunfar en la península. Las operaciones no se hicieron esperar. Queipo entraría en el despacho del jefe de la II División Orgánica, Fernández de Villa Abrille y le detiene. Rebela a unos 3.000 soldados y se hace con el centro de la ciudad en pocas horas.
El investigador Díaz Arriaza referencia en su libro Ni localizados ni olvidados el alto número de representantes sindicales, políticos y destacadas personalidades de la Sevilla Republicana que son asesinados durante las primeras horas del mismo 18 de julio, sin dejar de lado a las cientos de vidas anónimas que cayeron en aquella zanja sin previo consejo.
En Pico Reja se ubican los restos de Blas Infante, padre de la patria andaluza, los cuerpos de los mineros de Riotinto acribillados en una emboscada en Camas cuando acudieron ante el auxilio de los vecinos de la Sevilla Roja.T ambién deberían estar por fecha de su asesinato los obreros que defendieron el edificio de Telefónica en la plaza Nueva aquel mismo 18 de julio.
Un brigadista checo dentro de la fosa
La disposición caótica de los cuerpos mostrados en las primeras catas arqueológicas realizado por el equipo multidisciplinar de la arqueóloga Inma Carrasco no han borrado la huella de algunos objetos sorprendentes de los seis cuerpos encontrados. Un colgante de cristal de bohemia ha sido clave para determinar que un posible cuerpo de un brigadista de Checoslovaquia entró en esta fosa posterior a 1936. El fragmento de cristal tiene una inscripción de entre 1938 y 1939, al contener la denominación oficial de la desaparecida Checoslovaquia: Československo.
Mujeres anónimas en Pico Reja
La miseria moral de los golpistas dejó en la zanja de Pico Reja los cuerpos de miles de mujeres y hombres que murieron de forma fortuita los primeros días del golpe.
Mercedes Luna López es una de aquellas mujeres sin identificación política. Ama de casa de 51 años es una de las cientos de mujeres arrojadas tras su asesinato en Pico Reja. José María García Márquez, investigador de la materia, relata que su historia es una de las miles de aquel verano en Sevilla. “Fue detenido en el cine Jáuregui y no sabe que ocurrió dentro de la cárcel para que la llevaran muerta desde allí”.
Mercedes sufrió fracturas y una conmoción cerebral el 29 de julio de 1936. El comisario jefe militar comunicaría que “cuando se encontraba en el piso superior de este edificio, aprovechando un descuido del guardia que la custodiaba, se arrojó por un balcón al patio”. Tampoco se inscribió su muerte en el registro. Nació en 1885 en Córdoba y residía en aquellos años en el pueblo de Morón de la Frontera.
Como Mercedes Luna, la historia de Rafaela Dorado Ayala es una de aquellas víctimas anónimas. En aquel verano trabajaba con su familia en el cortijo de Arenales, propiedad del Conde de la Maza en la provincia de Sevilla.
Cuando se produce la sublevación militar, su marido desaparece. El 13 de Agosto conoce por los vecinos la noticia de que se encuentra preso en el pueblo de Morón de la Frontera. Viendo que su esposo no regresaba a casa ni tenían noticias de él, el día 15 se marchó junto con su hija mayor a buscarlo al pueblo para conocer su paradero.
Después de intensas indagaciones con conocidos, Rafaela consiguió ser atendida para llevarla al lugar donde se encontraba su marido. Llevaron a Rafaela y su hija a la encrucijada del camino donde dos días antes habían asesinado a su esposo. Cuando avistaron el cadáver comenzaron a llorar, gritar e insultar a los asesinos y en ese momento las acribillaron allí mismo. Más tarde mataron a dos de sus hijos varones.
Los sublevados decomisaron todas sus pertenencias, la cosecha del año, los aperos de labranza, las yuntas de mulos, caballerías y demás ganado, su casa de Morón y su finca próxima al cortijo de la Amarguilla. El certificado de defunción del Registro Civil de Morón de la Frontera menciona a cinco asesinados aquel día “a consecuencia de la aplicación del Bando de Guerra”. Posiblemente sus cuerpos se encuentren en la fosa de Pico Reja.
Ana busca desde la oficina de víctimas a sus tíos
Entre los familiares directos, Ana Sánchez es una de las setenta familias que se ha personado ante el Ayuntamiento para sumarse a la causa de esta búsqueda de familiares, sabiendo que no resultará fácil. “Allí tengo a mis dos tíos, Ramón de 19 años y Antonio de 26”.
Ramón, uno de los tíos de Ana Sánchez
Ramón Sánchez era menor de edad en aquellos años y vivía en el barrio obrero del Cerro de Águila. “La acribillaron en el parte de María Luisa un grupo de falangistas y dejaron el cuerpo allí varios días para sembrar el pánico”. Ana ha podido conocer con dificultad la historia de ambos, afiliados durante la República a las juventudes comunistas. “Recuerdo la foto de ambos toda la vida en el salón de mi casa. Mi padre nunca hablaba de esto pero con la poca información que he ido recabando, he logrado conocer cada vez más datos de su historia”.
Ramón es el único que posiblemente esté en la fosa de Pico Reja, al ser asesinado en el mes de julio. “A mi tío Antonio que era más mayor lo llevan a prisión y era conocido como el practicante”. Hasta 1937 no es asesinado en las tapias del cementerio.
La única esperanza de Ana, sobrina de ambos, está en la cojera de su tío Ramón, lo que podría permitir con facilidad identificar el cuerpo. “Cuando era pequeño la gangrena le hizo perder el pie completo”, una pista que podría ayudar a dar con sus restos.
Petición de colaboración del Gobierno Central
Un convenio a tres. Juan Espadas, alcalde de Sevilla, ha explicado que las actuaciones de la fosa Pico Reja se llevarán a cabo junto a la Diputación provincial y la Junta de Andalucía contando con un borrador en materia de actuaciones para la recuperación de la memoria histórica.
El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, anunció que el proceso de exhumación de los restos de la fosa de Pico Reja se ejecutará dentro de la recientemente aprobada Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, aprobada el pasado mes de marzo.
Inmaculada Carrasco, arqueóloga que coordina de excavación y exhumación de los más de mil cadáveres ha señalado que “los trabajos en la fosa podrían prolongarse durante dos o tres años”. Espadas, hasta el momento, ha defendido que el proyecto presupuestario del Ayuntamiento de Sevilla para 2018 cuenta ya con una asignación de aproximadamente 340.000 euros, para actuaciones en materia en memoria histórica, destinadas a esta fosa.
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla también ha solicitado al Pleno Municipal, tras la reunión de las asociaciones y entidades, que se invitara al gobierno de España a participar en los trabajos de exhumación firmando el convenio con el resto de instituciones como se hizo en su momento en la fosa de San Rafael Málaga con 2840 cuerpos.
Hasta el momento, las tres administraciones implicadas serán las que colaborarán económicamente en este proyecto que concluirá con la identificación de las víctimas, además de su exhumación.
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