Éxodo Málaga-Almería, febrero 1937: así fueron los bombardeos a 300.000 personas
En el paseo de los Canadienses de Málaga un par de ‘runners’ con pantalón corto, que desafían la extraña fina lluvia mediterránea, se juntan con una treintañera que pasea su perro por la playa del Peñón del Cuervo. Ajenos al pasado, los corredores pasan de largo al ver cómo tres operarios del Ayuntamiento de Málaga, en el túnel que desemboca en zona de La Araña, montan una nueva placa que recuerda "la ayuda del pueblo de Canadá, que de la mano del médico Norman Bethune, prestó a los malagueños que huían en febrero de 1937".

La escena la presencia el periodista el pasado miércoles, en las vísperas del 80 aniversario de esta 'desbandá', la mayor huida de población civil en Europa antes de la guerra de Yugoslavia. La efemérides no pasa desapercibida. Han surgido nuevas aportaciones históricas que cifran la huida de Málaga en 300.000 personas y ya existe una base sólida de recuperación de la memoria oral, de testigos directos de la masacre, un Guernica andaluz que la Sociedad de Naciones "pretendió e ignoró este crimen perpetrado por fuerzas extranjeras", como relata Francisco Espinosa, presidente de la comisión de la memoria histórica de Málaga, en la obra ‘1937. Éxodo Málaga-Almería. Nuevas fuentes de investigación’...