260 kilómetros a pie homenajean a las miles de víctimas de la 'desbandá' 80 años después: La Federación Andaluza de Montañismo organiza una
marcha para recorrer la distancia que separa Málaga de Almería y
recordar así una de las mayores tragedias humanitarias de la Guerra
Civil.
Siete de febrero de 1937. La artillería franquista
ya está a las puertas de Málaga. La ciudad está a punto de caer. Desde
el 18 de agosto de 1936 la provincia andaluza se ha convertido en una
especie de península republicana. Los rumores sobre la represión en el
resto de provincias andaluzas ha llegado a Málaga. Y no sólo rumores.
Por la radio, el comandante en jefe de las tropas franquistas, el
general Queipo de Llano, lanza sus particulares advertencias a la
ciudadanía: “Malagueños, maricones, ponedle pantalones a la luna". El ruido es infernal. Llueven bombas desde el cielo y desde el mar. Ante este panorama, ¿qué se hace?¿Se huye o se permanece?
Entre 100.000 y 150.000 malagueños no tuvieron dudas.
Huir. Era la mejor opción. Quizá la única. Toman el único camino
posible: la carretera hacia Almería por la ruta de la costa, es
decir, la actual N-340. Comienza la 'desbandá'. "La multitud de
refugiados que bloquearon la carretera de Málaga había estado en un
infierno. Fueron atacados desde el mar y bombardeados desde el aire en
un continuo ametrallamiento. La escala de la represión en el interior de
la ciudad capturada explica por qué estos civiles estaban dispuestos a
echarse a la carretera", describe el historiador Paul Preston...
No hay comentarios
Publicar un comentario