EXTERMINIO EN CARCELES y BATALLONES
Condenados a penas interminables en batallones disciplinarios o en terribles prisiones durante décadas hasta bien entrados los años 60 y 70 del pasado XX, los antifascistas son víctimas del exterminio de sus cuerpos y espíritus.
El hambre deliberada, el frío, la ausencia planificada de higiene, la disciplina en el interior de los penales, las torturas, los registros, el sometimiento ideológico para acceder a mínimos beneficios, los himnos, las eternas formaciones y los perpetuos ritos religiosos al servicio del nacionalcatolicismo tienen como único propósito la liquidación de la tentación republicana.
Y lo consiguen, a tenor del miedo que aún hoy alcanza por herencia a generaciones posteriores supervivientes.
Por paco.de.jerez@gmail.com
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