Juan Negrín: una figura difamada.


Posiblemente, Juan Negrín (1892-1956) haya sido la figura más difamada en la historia de España, puesto que el PSOE, UGT, los comunistas, los fascistas entre otros han desacreditado la obra de Negrín, que tuvo el infortunio y la desgracia de generar tanto odio y hostilidad en el bando franquista enemigo como en su propio bando.  Este personaje de la política española, fue médico fisiólogo, y presidente de república en el exilio entre 1937 y 1939, acabando siendo odiado por todos y dejado en el olvido.

Varias razones beneficiaron al olvido de Negrín, una de ellas, como bien argumenta Enrique Moradiellos en “El enigma del doctor Negrín: Perfil político de un gobernante socialista” es el siguiente:

Las razones del desconocimiento público actual sobre Negrín son relativamente fáciles de perfilar y señalar. Ante todo, parece ser uno más de los resultados de la amnesia histórica colectiva sobre la guerra civil impuesta por el pacto del olvido sellado durante la transición democrática y mantenido en vigor hasta nuestros días.

Otra de las razones por la que han difamado la figura de Negrín es por las medidas que su gobierno adoptó, puesto que cansado de una política de resistencia a ultranza, Negrín intentó persuadir a la mayor parte del sector republicano que optaba por la rendición con Franco por continuar la lucha contra el fascismo. Por todo ello y acusado de iniciar el ascenso político y militar de los comunistas fue criticado por parte de socialistas, anarquistas y comunistas. Además, ningún partido político trato de mantener el recuerdo de su figura. Tampoco lo hizo el PSOE que acabó expulsándolo del partido en 1946.

Sin embargo, pese a la difamación de su figura, que hablábamos unas líneas más arriba, la obra de Negrín es mucho más amplia y no solo se reduce a las sombras que le achacó la política española de mitad de siglo.  En resumidas cuentas, podemos decir que Juan Negrín fue un gran profesional como médico y científico. Entra en el PSOE en 1929 durante la expansión del partido antes de la II República y con tan solo 7 años de militancia le encarga la comisión ejecutiva del partido socialista formar gobierno en un momento muy complicado, donde los frentes se están desmoronando y donde la ofensiva franquista está a punto de tomar Bilbao y hacer desaparecer el frente norte. Es en este contexto cuando Negrín lleva a cabo una tarea hercúlea, que casi nadie quería ni podía asumir, y lo hace con gran entereza moral hasta el final a pesar que sabe los sin sabores que va a cosechar y su tratamiento posterior en el exilio son una más de las tragedias que generó la Guerra Civil.

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