Barcelona se convierte en una República
Barcelona se convierte en una República:

Tal día como hoy del año 1284, hace 733 años, el rey Pedro III -el hijo de Jaime I- y los representantes políticos del municipio de Barcelona -el Consell de Cent- firmaban el Recognoverunt Proceres, el texto legal que consagraba definitivamente la autonomía municipal de la ciudad. Este hecho era la culminación de un proceso iniciado en tiempo de Jaime I para organizar la administración barcelonesa y dotar a la ciudad de un gobierno representativo y efectivo. Y era también una vieja aspiración de las élites mercantiles de Barcelona que, de esta forma, se convertían en las clases rectoras de la ciudad.

Barcelona, a finales de la centuria de 1200, era una ciudad de 40.000 habitantes. Era la ciudad más poblada y más dinámica de los dominios cristianos peninsulares. Y su puerto y sus astilleros disputaban el liderazgo comercial y militar -en el Mediterráneo- a los de Génova, Pisa, Venecia y Marsella. Pero era también la sede de la corte catalano-aragonesa. Y eso producía un conflicto de intereses entre la aristocracia militar que alimentaba la corte y las clases rectoras urbanas de la capital. Un conflicto que no se producía ni en Toledo, ni en Pamplona, ni en Lisboa -las respectivas capitales de Castilla, Navarra y Portugal-, por la ausencia de una clase mercantil potente y ambiciosa.

La ciudad definía su gobierno: una dirección colegiada formada por 5 consellers – que se renovaba anualmente- entre los 100 miembros del Consell de Cent -la cámara parlamentaria de la ciudad. También definía la relación con la corona: el veguer y el alcalde -los delegados reales en el condado y en la ciudad de Barcelona respectivamente- quedaban como puente entre los dos poderes. Modelo inspirado con lo que Jaime I había dotado a la ciudad de València, se extendió a las principales ciudades del país como una federación de repúblicas municipales coordinadas por la figura del Príncipe (Hombre Principal) -el conde de Barcelona y rey de Aragón- consolidando la representación de villas y ciudades en las Cortes.

Conjuntos originales: