"Cada vez me faltan más las palabras". Alejandro Ruiz Huerta, único superviviente vivo de la matanza de Atocha, ha arrancado así su intervención ante el Abrazo, de Juan Genovés, en Antón Martín, a un suspiro del número 55 de la calle, donde el 24 de enero de 1977 fueron asesinadas cinco personas del despacho laboralista de CCOO y el PCE.
"Quizá porque tenemos el futuro más corto, nos vemos obligados a mirar al pasado más que antes. Nos dimos una democracia de mínimos, hicimos lo que pudimos, no creo que el régimen de la transición fuese un fracaso, pero hay que profundizar. Miles nos jugamos la vida en ella, como nuestros compañeros, que son el ADN de la democracia porque rompimos el bucle de la violencia y conseguimos que se pudiese hablar, llegar a acuerdos entre las sensibilidades diversas", prosiguió Ruiz Huerta.
En el acto han estado presentes el coordinador federal de IU, Alberto Garzón; la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre; el secretario general del PCE, José Luis Centella; el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar; el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán; la diputada de Unidos Podemos Tania Sánchez; la portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Lorena Ruiz Huerta -sobrina de Alejandro Ruiz Huerta-; y diputados autonómicos de Podemos como Hugo Martínez Abarca, Emilio Delgado, José Manuel López y Beatriz Galiana, entre otros.
Álvaro Aguilera, secretario general del PCE en Madrid, quien también ha intervenido en el acto, ha afirmado: "Vendremos cada año a reclamar la ruptura, el cambio, la revolución. Es un honor militar en el partido en el que ellos militaron y llamar a los abogados de Atocha mis hermanos".
El secretario general de CCOO en Madrid, Jaime Cedrún, ha insistido en su discurso: "Es un acto también de dolor. Queremos hacer de este acto de memoria viva. Necesitamos que la sociedad entienda que se conquistó la libertad, nadie lo otorgó. Necesitamos continuar con aquella lucha, los derechos no se heredan. Sus valores, sus ideales, nos dan fuerza. Seremos dignos herederos de ellos".
El acto concluyó con los presentes entonando la Internacional:
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