HITLER CONDENÓ A UNA MUJER A MUERTE POR UN CHISTE

Aprender a reírse de uno mismo es una virtud, una virtud que Hitler no tenía.

La obsesión del el führer era tal, que creó una ley que castigara a aquellos que osaran atacar a Alemania con la palabra. La norma decía lo siguiente; «Se aplicará la pena de muerte en caso de desmoralización de las fuerzas defensivas (…) a aquel que exhorte o incite a rehusar el cumplimiento del deber de servicio en el ejército alemán o de uno de nuestros aliados o a quién intente públicamente paralizar o socavar la voluntad del pueblo alemán o de alguno de sus aliados».


Una vez creada, la Gestapo comenzó a perseguir a todo aquel que hiciese una broma sobre Hitler, y aunque fuese de forma inocente, cualquiera que se pasase un poco sería castigado. Las penas iban desde una amonestación hasta la pena de muerte.

El caso más extremo le llegó a una viuda de guerra alemana de ascendencia checa que trabajaba en una fábrica de armas. Contó un chiste a su compañero de trabajo sobre Hitler y el comandante de la Luftwaffe. El chiste era el siguiente : “Hitler y Goering están en la torre de radiodifusión de Berlín. Hitler dice que quiere darles una alegría a los berlineses. A lo que Göring le contesta: ¡Entonces, salta desde la torre!».

Tras esto, su caso fue remitido al «Tribunal del Pueblo»  que el 26 de junio se de 1943 la condenó a muerte.

A los pocos días fue guillotinada y de nada sirvió que su marido hubiera combatido y muerto por el Führer en la guerra a la hora de atenuar su condena.

Por Ale de la Fuente @Aledelafuent7

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