El significado de la monarquía (Marruecos)
El significado de la monarquía (Marruecos): El despotismo político se basa en un papel específico de una monarquía que está en el corazón de la organización colectiva de los intereses de las clases dominantes. Combinando monopolio económico y monopolio político, utiliza recursos de legitimación tradicionales y modernos para asegurarse las bases de apoyo necesarias para el mantenimiento de su dominación.


La monarquía sigue siendo el vector esencial de la consolidación y la interpenetración de los intereses de los diferentes segmentos de la clase dominante, así como de su alianza con el capitalismo internacional, en particular el capitalismo francés. Esta realidad no ha cambiado casi desde la independencia, aunque los capitales españoles y del Golfo hayan aumentado significativamente su presencia.

Las empresas del CAC40 (el Ibex 35 francés, ndt) gozan de un tratamiento privilegiado en todo lo que se refiere a la subcontratación en el sector automóvil, electrónico, aeronáutico, en el turismo, la agro-industria, las redes ferroviarias, las tecnologías de la información y de la comunicación, los contratos de delegación en el sector privado para el suministro de energía y de agua, igual que en el sector financiero y bancario y en las energías renovables. Los intercambios comerciales superan los veintidós mil millones de euros y hay varias decenas de miles de millones de inversiones francesas.

Sin embargo, esta dependencia no debe ocultar el carácter particular del capitalismo marroquí. Éste ha evitado toda alteración global de las estructuras agrarias y ha sabido desarrollar una industrialización real, asegurando el mantenimiento de las bases sociales tradicionales del poder en el campo y en la ciudad...
El despotismo político se basa en un papel específico de una monarquía que está en el corazón de la organización colectiva de los intereses de las clases dominantes. Combinando monopolio económico y monopolio político, utiliza recursos de legitimación tradicionales y modernos para asegurarse las bases de apoyo necesarias para el mantenimiento de su dominación.
La monarquía sigue siendo el vector esencial de la consolidación y la interpenetración de los intereses de los diferentes segmentos de la clase dominante, así como de su alianza con el capitalismo internacional, en particular el capitalismo francés. Esta realidad no ha cambiado casi desde la independencia, aunque los capitales españoles y del Golfo hayan aumentado significativamente su presencia.
Las empresas del CAC40 (el Ibex 35 francés, ndt) gozan de un tratamiento privilegiado en todo lo que se refiere a la subcontratación en el sector automóvil, electrónico, aeronáutico, en el turismo, la agro-industria, las redes ferroviarias, las tecnologías de la información y de la comunicación, los contratos de delegación en el sector privado para el suministro de energía y de agua, igual que en el sector financiero y bancario y en las energías renovables. Los intercambios comerciales superan los veintidós mil millones de euros y hay varias decenas de miles de millones de inversiones francesas.
Sin embargo, esta dependencia no debe ocultar el carácter particular del capitalismo marroquí. Éste ha evitado toda alteración global de las estructuras agrarias y ha sabido desarrollar una industrialización real, asegurando el mantenimiento de las bases sociales tradicionales del poder en el campo y en la ciudad.
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El despotismo político se basa en un papel específico de una monarquía que está en el corazón de la organización colectiva de los intereses de las clases dominantes. Combinando monopolio económico y monopolio político, utiliza recursos de legitimación tradicionales y modernos para asegurarse las bases de apoyo necesarias para el mantenimiento de su dominación.
La monarquía sigue siendo el vector esencial de la consolidación y la interpenetración de los intereses de los diferentes segmentos de la clase dominante, así como de su alianza con el capitalismo internacional, en particular el capitalismo francés. Esta realidad no ha cambiado casi desde la independencia, aunque los capitales españoles y del Golfo hayan aumentado significativamente su presencia.
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Sin embargo, esta dependencia no debe ocultar el carácter particular del capitalismo marroquí. Éste ha evitado toda alteración global de las estructuras agrarias y ha sabido desarrollar una industrialización real, asegurando el mantenimiento de las bases sociales tradicionales del poder en el campo y en la ciudad.
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El despotismo político se basa en un papel específico de una monarquía que está en el corazón de la organización colectiva de los intereses de las clases dominantes. Combinando monopolio económico y monopolio político, utiliza recursos de legitimación tradicionales y modernos para asegurarse las bases de apoyo necesarias para el mantenimiento de su dominación.
La monarquía sigue siendo el vector esencial de la consolidación y la interpenetración de los intereses de los diferentes segmentos de la clase dominante, así como de su alianza con el capitalismo internacional, en particular el capitalismo francés. Esta realidad no ha cambiado casi desde la independencia, aunque los capitales españoles y del Golfo hayan aumentado significativamente su presencia.
Las empresas del CAC40 (el Ibex 35 francés, ndt) gozan de un tratamiento privilegiado en todo lo que se refiere a la subcontratación en el sector automóvil, electrónico, aeronáutico, en el turismo, la agro-industria, las redes ferroviarias, las tecnologías de la información y de la comunicación, los contratos de delegación en el sector privado para el suministro de energía y de agua, igual que en el sector financiero y bancario y en las energías renovables. Los intercambios comerciales superan los veintidós mil millones de euros y hay varias decenas de miles de millones de inversiones francesas.
Sin embargo, esta dependencia no debe ocultar el carácter particular del capitalismo marroquí. Éste ha evitado toda alteración global de las estructuras agrarias y ha sabido desarrollar una industrialización real, asegurando el mantenimiento de las bases sociales tradicionales del poder en el campo y en la ciudad.
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