Alemania y la preocupante amenaza neonazi
Alemania y la preocupante amenaza neonazi:



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Aunque la canciller de Alemania, Angela Merkel, subrayó en su discurso de Año Nuevo que el desafío más grande para su país es el terrorismo islamista, su Gobierno ha admitido que también el extremismo de derecha se ha convertido progresivamente en una amenaza para la paz social en el país. Respondiendo a una pequeña consulta de la fracción parlamentaria del partido La Izquierda, el Ministerio del Interior señaló que se habían emitido unas 600 órdenes de arresto contra neonazis en 2016; 403 de ellas en los primeros diez meses del año pasado. 454 personas están siendo buscadas por la Policía local; 92 de ellas han incurrido en delitos de motivación política.


Para el investigador Matthias Quent, especializado en el estudio del extremismo de derecha, mientras más neonazis desaparezcan del radar de las autoridades, más aumentará el grado de peligrosidad de las estructuras de ultraderecha con potencial terrorista. En entrevista con DW, Quent enfatiza que cuando los extremistas pasan a la clandestinidad, las circunstancias propician una mayor radicalización, es decir, una mayor disposición a perseguir sus objetivos políticos mediante actos de violencia. Eso explica parcialmente el hecho de que se hable de un "exorbitante incremento en la violencia de extrema derecha” en el informe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV, por su siglas en alemán).

"La agitación contra las políticas de asilo del Gobierno allana el terreno para el brote de fragmentos ideológicos de ultraderecha. El extremismo de derecha está ganando terreno”, se añade en el reporte de la BfV, la instancia encargada de vigilar a los grupos extremistas y, en general, a quienes se involucran en la planificación y consumación de actos reñidos con el Estado de derecho en Alemania. Una evidencia de que esas formas de agitación están en auge es la quintuplicación de los ataques perpetrados contra los centros de acogida de refugiados en 2015, en comparación con el año precedente. Otra prueba es la confirmación de que la escena neonazi vuelve a crecer tras largos períodos de apocamiento.

Se calcula que el milieu de los extremistas de derecha está integrado por unas 23.000 personas y se teme que la matanza perpetrada por un ciudadano extranjero contra un mercadillo de Navidad en Berlín caldee los ánimos en ese ámbito. Eso fue lo que pasó en la escena de ultraderecha de Francia tras los atentados cometidos por terroristas islamistas: varias mezquitas fueron objeto de ataques en territorio galo. Quent comenta, además, que en las redes sociales ya se percibe una inquietante desinhibición y una propensión a publicar mensajes implícita- o explícitamente violentos que son incompatibles con las normas tácitas que hasta hace algunos años habían prevalecido en el debate público.

"Cuando grandes sectores de la sociedad perciben que el Estado no está en capacidad de defender al territorio nacional y a su población de los terroristas, empieza a ganar legitimidad la noción de que los alemanes deben organizarse, armarse y usar la violencia para defenderse”, explica Quent. Preocupados por esta situación, la Federación Alemana de Jueces declaró este sábado (7.1.2017) que "el empeño de la clase política en endurecer las leyes en nombre de la seguridad genera la nefasta impresión de que nuestro Estado de derecho está prácticamente indefenso frente al terrorismo”. Sus miembros dijeron no ver falta de severidad en las leyes vigentes, sino un déficit en los mecanismos para hacer cumplir esas normas.

"Esta prisa en tomar decisiones es lo contrario de una política de seguridad sesuda y prudente, que es lo que se necesita ahora”, agregó ese cuerpo gremial, recordando que, de cara a la agudización de la amenaza terrorista, las leyes ya han sido endurecidas progresivamente. "En este instante, el Estado de derecho ya le da a las autoridades pertinentes prerrogativas de muy largo alcance; pero éstas deben cooperar entre sí para hacer un uso consecuente y eficiente de ellas”. Al referirse al debate en torno a la expulsión de personas que presuntamente representan un riesgo para la seguridad nacional, los magistrados sostuvieron que "no es cierto que el Derecho de Extranjería ate de manos a los garantes del orden”.

La experiencia indica que ese tipo de argumentos no disipa el recelo de los extremistas de derecha frente al Estado, ni en Alemania ni en ningún otro país del Viejo Continente. Según la unidad antiterrorismo de Europol, los grupos de ultraderecha de toda la región intentan instrumentalizar los problemas generados por el denso flujo de refugiados hacia la Unión Europea. El número de sitios web de carácter ultraderechista ha crecido significativamente en todo el bloque comunitario. Y eso tiene sentido, afirma el psicólogo social Ulrich Wagner al ser consultado por DW: "El respaldo que necesitan aquellos dispuestos a incurrir en actos de violencia lo obtienen con frecuencia en el mundo virtual”.

Wagner no se refiere únicamente a apoyos concretos canalizados a través de foros de Internet o redes sociales, sino también a los actos de violencia neonazi reportados por los medios noticiosos. "Los extremistas tienen modelos y puntos de referencias a la hora de aprender cómo organizar un acto de violencia. Los ejemplos están disponibles en Internet”, informa Deutsche Welle.